La jugada escondida en 'Mente indomable' que puso a Robin Williams contra las cuerdas

Hace exactamente 26 años, Mente indomable iniciaba su trayectoria para ganarse un lugar especial en el corazón de los cinéfilos del mundo. Su historia de superación personal y oda de aceptación a las relaciones terapéuticas conformó uno de los dramas psicológicos más emotivos e inolvidables de las últimas décadas. Y no solo sus dos premios Óscar la avalan -al mejor guion y a Robin Williams como actor secundario- sino también la aceptación del público con una taquilla abultada para tratarse de una película dramática.

Sin embargo, la aparente avaricia caprichosa de Harvey Weinstein casi sabotea cualquier opción de éxito económico, aprovechando su posición para hacerle una jugada a Robin Williams. Así lo reveló Kevin Smith hace un par de años -el director de Clerks y fanático de la historia moderna del cine- durante una entrevista a The Daily Beast. En dicha charla vertía todos sus conocimientos en torno a la película a raíz de sus interacciones con el productor Harvey Weinstein durante el desarrollo de la producción. A quien señalaba directamente de no haber tenido escrúpulos varias décadas antes del #MeToo.

Más de uno probablemente se pregunte qué tienen que ver Smith, Weinstein y la película de Robin Williams. Déjenme decirles que mucho. Matt Damon escribió el guion junto a Ben Affleck cuando apenas eran unos veinteañeros aunque, en sus orígenes, comenzó como un thriller en lugar del drama psicológico que emocionó al mundo entero. Lo terminaron en 1994 y tuvieron la suerte de recibir consejos de Rob Reiner y Terrence Malick que les sirvieron para pulir diferentes aspectos de la historia. Sin embargo, los cambios no terminaron de gustar a los responsables de Castle Rock -estudio que había comprado el guion- dando al dúo 30 días para buscar un comprador que devolviera la inversión al estudio o el libreto pasaba a manos de la compañía y ellos dos se quedaban fuera. Ningún estudio lo quiso y, como última medida, Affleck le pasó el libreto a Kevin Smith, con quien estaba rodando Mi pareja equivocada porque le había prometido que se lo haría llegar a las oficinas de Harvey Weinstein en Miramax. ¿Qué tenía que ver Smith con Weinstein? Pues que el productor había sido su lanzadera personal hacia el estrellato tras comprar Clerks -su ópera prima y éxito del cine independiente- unos años antes en el Festival de Sundance.

A Weinstein le gustó tanto que pagó a Castle Rock y permitió que Ben y Matt fueran protagonistas de la historia (cuando ejecutivos del pasado habían querido reemplazarlos por Leonardo DiCaprio y Brad Pitt). Es más, los jóvenes creadores lograron convencer al jefe de Miramax para que contratara a Gus Van Sant como director. De esta manera, Weinstein y su hermano Bob fueron productores ejecutivos mientras Kevin Smith se metía en el proyecto como coproductor ejecutivo a través de su relación con los dos guionistas.

LA JUGADA A ROBIN WILLIAMS

Tener a Robin Williams en el proyecto era el imán que necesitan para atraer al público a las salas. Ya era un actor consagrado tras haber demostrado su habilidad para la comedia pero también para el drama con maravillas como La sociedad de los poetas muertos, Despertares y El rey pescador, así como taquillazos como Hook, el regreso del capitán Garfio, Aladdin, Jumanji y Papá por siempre. Y es por eso, porque era un actor destacado, que tenía un contrato que estipulaba un porcentaje de las ganancias de taquilla. Sin embargo, según contó Kevin Smith, Harvey Weinstein se las ingenió para apretarle el cinturón.

El director reveló en su libro Kevin Smith’s Secret Stash que el productor habría quitado Mente indomable de la cartelera (también conocida como En busca del destino en Hispanoamérica) exclusivamente para boicotear las ganancias extras que iba a deberle al actor de superar el límite de taquilla estimado. “Le estaba yendo genial”, contó Smith a The Daily Beast. “El acuerdo que habían hecho con Robin era un porcentaje alto sobre cada dólar ganado -el tipo de acuerdo de una estrella- y fue estupendo porque instantáneamente al poner a Robin en la película la preventa de entradas pagó por toda la película entera”.

Al parecer el acuerdo estipulaba que si la película superaba los $100 millones, entonces un porcentaje iba al bolsillo del actor. Kevin Smith no recuerda el porcentaje exacto que iba a cobrar Williams, pero hace mención que posiblemente era una división del 50/50. Es decir, por cada dólar, se llevaba la mitad.

“Recuerdo el día que Mente indomable salió de los cines y me pareció extraño”, relataba Smith, recordando los rumores de Óscar que circulaban y las posibilidades de amasar mas dinero en taquilla. “Lo hicieron porque quitarla de los cines significaba que más dinero iría para Robin, mientras que al momento que fuera al vídeo la división ya no se inclinaba tanto sobre Robin”.

“Fue paralizada por codicia”, sentenciaba, dando a conocer al mundo una versión de la historia que contradice cualquier noción que pudiéramos tener de la función de un productor. Es decir, si el productor vela por la inversión y las ganancias a futuro, y si una película necesita de la taquilla para generar beneficios para todos los implicados ¿qué sentido tiene que el inversionista la quite de circulación? En este caso, suena a la avaricia de llevarse menos pero más. Es decir, generando menos dinero en la venta de vídeo pero sin tener que distribuir el beneficio con otras figuras, en este caso, un actor como Robin Williams.

Mente indomable se estrenó inicialmente el 5 de diciembre de 1997. Fue un lanzamiento limitado en cines de Estados Unidos que, poco a poco, se fue expandiendo por el resto del mundo. Y al final, con un presupuesto de $10 millones, recaudó $138.433.435 en Norte América. Es decir que Robin habría pellizcado una ganancia extra a partir de su contrato aunque, si tenemos en cuenta el legado del filme y el éxito en los premios Óscar, resulta probable que hubiera podido llevado más si Harvey Weinstein no hubiera pecado de avaricia y retirado la película de las salas de cine antes de tiempo. En total, si sumamos la recaudación mundial, Mente indomable terminó su paso por salas con una taquilla de $225 millones.

Tras aquella experiencia Kevin Smith se distanció profesionalmente de Harvey Weinstein y se niega a que la industria lo defina como su “mentor” solo porque le dio oportunidad de alcanzar el éxito cuando compró Clerks. “Mentor es una palabra grande. [George] Carlin y Stan Lee fueron mentores, Harvey fue un tipo que producía nuestras películas”, dijo.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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