La misteriosa desaparición del protagonista de 'Prison Break' tras una vida de adversidades
Wentworth Miller dio vida a Michael Scofield en esta adictiva ficción de huidas carcelarias que fue uno de los grandes fenómenos seriéfilos de los 2000
Prison Break fue uno de los fenómenos seriéfilos de los 2000, una ficción que nos mantuvo al borde de nuestro sofá con sus adrenalínicas tramas de escape carcelario protagonizadas por ese incansable y trepidante personaje que fue Michael Scofield, el rol interpretado por Wentworth Miller que se lanzaba al rescate en prisión de su hermano inocente. El arrase en audiencias de sus cuatro temporadas, la película que amplió su final, la serie secuela estrenada en 2018 o la valoración de la idea de un reboot, ejemplican el gran legado de la serie en la historia televisiva. Sin embargo, esto no se tradujo en una carrera de éxito para su protagonista. Más bien todo lo contrario.
Tras el final de la serie original en 2009, su presencia en Hollywood se evaporó en un suspiro. Como actor, únicamente destacó en la cuarta entrega de Resident Evil junto a Milla Jovovich o en varias series de DC como Legends of Tomorrow o Flash. Eso sí, optó por convertirse en guionista y nos deleitó con cintas tan aclamadas como Lazos perversos, el thriller de 2013 dirigido por Park Chan-Wook y protagonizado por Mia Wasikowska, Nicole Kidman y Matthew Goode que se llevó una amplia aclamación por su siniestra historia de secretos familiares. Pero la industria no valoró su talento.
Le seguimos viendo en películas pequeñas como El penthouse, en la secuela de Prison Break, en la serie Madam Secretary y firmó otro guion para un thriller fallido con Kate Beckinsale titulado El ático, pero Miller no tardó en tomar distancia de la meca del cine, ya que en 2021, tras terminar Legends of Tomorrow, desapareció sin dejar rastro, borrando incluso sus redes sociales.
Desde entonces no ha habido noticia alguna de él, lo que supone un shock valorando que fue una de las mayores estrellas televisivas de los 2000, que se llevó múltiples reconocimientos por Prison Break y que demostró talento en otros ámbitos como la escritura. Aunque habría tenido razones de peso para hacerlo, puesto que su carrera estuvo rodeada de circunstancias complicadas y ya declaró que la fama y la exposición mediática le pasaron factura.
Los demonios personales que arrastró
En 2016, a raíz una fotografía suya de 2010 que las redes rescataron para ridiculizar su cambio físico, contó que tras dejar de lado a Michael Scofield optó por mantener un perfil bajo. No entró en detalles, pero desveló que llevaba luchando contra la depresión desde su infancia, que tenía ”tendencias suicidas”, que se consideró “mercancía dañada” y que recurrió a la comida como método de alivio, motivando una subida de peso que internet utilizó para burlarse de él.
“Avergonzado y dolorido, me consideraba mercancía dañada. Y las voces en mi cabeza me impulsaron a seguir el camino de la autodestrucción. No era la primera vez. He luchado contra la depresión desde la infancia. Es una batalla que me ha costado tiempo, oportunidades, relaciones y mil noches de insomnio”, escribía Miller en Facebook (a través de The Daily Mail). "En 2010, en el punto más bajo de mi vida adulta, buscaba alivio/consuelo/distracción en todas partes. Y recurrí a la comida. Podría haber sido cualquier cosa. Drogas. Alcohol. Sexo. Pero comer se convirtió en lo único que podía esperar”.
Esta no fue su única dificultad, ya que se sumó una salida del armario complicada. Como reflejó en una entrevista con Hollywood.com, en Prison Break se ganó el estatus de sex-symbol entre el público femenino. El miedo a que su imagen se desmoronara, a que la industria le diera la espalda o a que el público le fuera irrespetuoso, lo condujo a negar que era gay en múltiples ocasiones, como en una intervención con InStyle en 2007. Sin embargo, ante las injusticias frente al colectivo LGTBIQ+, en 2013, en una carta en la que rechazó la invitación al Festival de Cine de San Petersburgo en protesta contra la ley rusa de propaganda homosexual, se abrió al mundo.
Pero la presión de estar tanto tiempo ocultando que era homosexual le pasó factura. En un evento de la Human Rights Campaign (a través de The Sydney Morning Herald) explicó que todavía arrastraba el trauma del acoso que sufrió siendo adolescente por su orientación sexual, una sensación que fue causante de su tendencia al suicidio y que le daba pavor de revivir. "Hablar de la manera correcta, pararse de la manera correcta, sostener la muñeca de la manera correcta. Cada día era una prueba y había mil maneras de fallar. Mil maneras de traicionarse a uno mismo y no estar a la altura del estándar de lo que era aceptable de otra persona”, afirmaba.
El encorsetamiento que sufrió a lo largo de su vida hizo que tras salir del armario no quisiera volver a interpretar a un personaje heterosexual. A través de un post en Instagram, donde respondía a la presión de los fans sobre una posible vuelta de Michael Scofield a Prison Break, destacó que no tiene intención alguna de regresar a la serie que lo llevó a la fama, que quería luchar por roles LGTBIQ+ donde hiciera justicia al colectivo en la ficción. “Simplemente no quiero interpretar personajes heterosexuales. Sus historias han sido contadas”, escribía.
Sin duda, una limitación para conseguir trabajo, porque aunque Hollywood se haya abierto a la diversidad todavía tiene muchas deudas pendientes en este terreno, especialmente en roles protagónicos y grandes producciones millonarias, que son las que generan repercusión.
Si sumamos la dificultad de encontrar trabajo con todos los problemas que ha arrastrado por la fama, el acoso y la exposición mediática, no extraña que decidiera tomar distancia y vivir una vida tranquila lejos de los focos. Además, en julio de 2021, la última vez que supimos de él, reveló que había sido diagnosticado con autismo, aunque no sabemos si esta fue una razón de peso para su marcha, porque poco después eliminó sus redes y su vida pasó a ser todo un misterio.
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