La vida de Matthew Fox (‘Lost’) pudo tomar un rumbo muy diferente por culpa de Charlie Sheen

La influencia del actor de 'Platoon' casi motiva a la estrella de 'Lost' a seguir un camino muy alejado de la interpretación

Matthew Fox fue una de las estrellas de 'Lost' bajo el papel del doctor Jack Shepard.  (Foto: Art Streiber/Disney General Entertainment Content via Getty Images)
Matthew Fox fue una de las estrellas de 'Lost' bajo el papel del doctor Jack Shepard. (Foto: Art Streiber/Disney General Entertainment Content via Getty Images)

Después de trabajar en clásicos de los '90 como Party of Five, donde coincidió con estrellas como Neve Campbell y Scott Wolf, Matthew Fox se consolidó como una estrella televisiva gracias a su papel de Jack Shephard en Lost. Este no solo lo convirtió en una de las personalidades más reconocidas de los 2000 a ojos del público, ya que el prestigio de este clásico de la pequeña pantalla creado por J.J. Abrams le inundó de galardones y nominaciones en premios como los Globos de Oro o los Emmy. Es decir, un huracán interpretativo que apuntó alto en Hollywood.

Lo curioso es que la carrera de Fox estuvo a punto de ir hacia otros terrenos que poco tenían que ver con los focos y la fama, ya que sus objetivos profesionales no pasaban por convertirse en actor, más bien en llegar a ser un reputado magnate de Wall Street. Por esta razón, cuando terminó la escuela secundaria, se matriculó en Economía en la Universidad de Columbia, donde se licenció en 1989. Aunque lo interesante del asunto es que este salto a las finanzas, que finalmente dejó de lado, fue culpa indirecta del actor Charlie Sheen, y más en concreto de uno de sus clásicos más aclamados de los '80.

Fox lo contó en una entrevista con Playboy en 2010, donde destacó que, en un principio, no tenía interés ni por la interpretación ni por el universo monetario. Cuando era adolescente, las clases de informática en el instituto, donde la incorporación de nuevos ordenadores le hizo quedar prendado, le motivaron a convertirse en programador. Decidió matricularse en esta rama, sin embargo, se dio cuenta de que su perfil no era lo suficientemente competitivo.

“Desde una clase de programación en mi tercer año en Wind River High, cuando obtuvieron sus primeros Apple II, o lo que sea que fueran, las computadoras eran lo único que me interesaban”, recordaba el actor. “La idea de escribir código me resultaba tan fascinante como ciencia ficción. En Columbia tendrías alrededor de 200 niños en la clase, todos asiáticos y los niños más inteligentes que jamás hayas visto en tu vida. Pensé: de ninguna manera voy a poder competir con ellos”. Fue entonces cuando, en un giro de los acontecimientos que incluso se avergüenza reconocer, Michael Sheen le cambió la vida.

Aunque alcanzara el éxito en la interpretación, inicialmente Matthew Fox tuvo otros objetivos profesionales lejos de Hollywood (Foto: Mario Perez / Walt Disney Television via Getty Images)
Aunque alcanzara el éxito en la interpretación, inicialmente Matthew Fox tuvo otros objetivos profesionales lejos de Hollywood (Foto: Mario Perez / Walt Disney Television via Getty Images)

En la entrevista, tras mencionar su cambio de especialidad a Economía, el entrevistador quiso saber la razón que lo llevó a decantarse por este ámbito, en el que difícilmente podíamos imaginar a la estrella de una serie como Lost. Fox, entre risas, apuntó a lo mucho que le marcó Wall Street, el clásico de Oliver Stone de 1987 donde Sheen, acompañado de un reparto estelar conformado por Michael Douglas, Daryl Hannah o Terence Stamp, daba vida a un joven y ambicioso corredor de bolsa que se introducía en las altas esferas del mundo de los negocios.

“Cambié mi especialización a economía, que según había oído era algo genial”, continuaba Michael Sheen. “Lo juro por Dios, por muy patético que parezca, ver Wall Street fue parte de la razón. De repente pensé: voy a ser Bud Fox [el personaje de Charlie Sheen] y ganaré un montón de dinero”. Aunque, por muy tentadora que luzca esta vida de magnates, negocios y ambiciones, la realidad es muy diferente a como la pintan las películas.

A fin de cuentas, ser un as de las finanzas requiere de una preparación exhaustiva en cuestiones económicas y administrativas que pasa por un duro trabajo. Por ello, Fox se dio de bruces con el mundo real, descubriendo que esta carrera no era lo que imaginaba y sus aspiraciones profesionales volvieron a cambiar. Ahora sí, hacia el mundo de la interpretación.

En esta etapa universitaria conoció a Margherita Ronchi, la modelo de origen italiano con la que se casó en 1992 y con quien tuvo a su hijos Byron y Kyle. Fue ella quien lo convenció de que tenía una fuerte presencia escénica y que debería dedicarse al modelaje o a la interpretación, lo que hizo que comenzara su carrera estelar en la meca del cine y dejara atrás este sueño en el mundo de las finanzas.

Matthew Fox en 2023 en la premiere de la serie C*A*U*G*H*T en Sydney, Australia. (Foto: Brendon Thorne/Getty Images)
Matthew Fox en 2023 en la premiere de la serie C*A*U*G*H*T en Sydney, Australia. (Foto: Brendon Thorne/Getty Images)

Comenzó en una agencia de modelos, empezó a actuar en comerciales de televisión, llamó la atención de la industria y fue ascendiendo hasta convertirse en la estrella de Lost, donde nos conquistó como aquel médico superviviente del vuelo Oceanic 815 con una capacidad de liderazgo encomiable. De ahí pasó a trabajar en múltiples títulos comerciales de Hollywood, como Somos Marshall, Meteoro o Alex Cross: En la mente del asesino, pero su carrera quedó manchada en la década de 2010 y sus sueños y éxitos se evaporaron.

Una conductora de autobús lo acusó en agosto de 2011 de agredirla físicamente y borracho en Cleveland, Ohio. La acusación colmó titulares y puso en entredicho la imagen familiar de un actor adorado por el público, llevando a Fox a tomar un perfil bajo y a no pronunciarse públicamente hasta que el asunto se hubiera solucionado legalmente. Pero en mayo de 2012 fue arrestado por conducir bajo la influencia del alcohol en el pueblo de Bend, Oregón, donde vive con su familia.

En 2012 reapareció en el programa de Ellen DeGeneres para limpiar su imagen de una vez por todas, asegurando haber "pasado un año difícil" porque es terrible "ser acusado de algo que no cometiste", dejando claro que cumplió con las clases dictadas por el juzgado por conducir con niveles de alcohol en sangre y resaltando que la acusación de la mujer fue una mentira que pretendía extorsionarlo a cambio de dinero. Volvió a trabajar en películas como Guerra Mundial Z, Extinction o Bone Tomahawk, aunque sin la misma repercusión que antaño.

Fox optó por retirarse de la interpretación por un tiempo y disfrutar de una vida fuera de los focos con su familia. Su nula exposición no nos permitió saber de su vida, aunque en 2022 regresó a nuestras pantallas con el thriller de ciencia-ficción Last Light de Netflix y el pasado 2023 se dejó caer en la serie C*A*U*G*H*T. Eso sí, parece que esta vuelta se la ha tomado con calma, porque a la vista no tiene más proyectos.

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