'La profecía' y los sucesos extraños que la coronaron como una película maldita
Rayos, accidentes y muertes asolaron al clásico de terror de 1976
La sensación espeluznante que despierta el cine de terror a veces traspasa la pantalla, sobre todo cuando hay películas que se han enfrentado a una sucesión de desgracias reales que harían dudar hasta al más escéptico. Es el caso de La profecía, el clásico de Richard Donner de 1976 donde el personaje de Gregory Peck adoptaba al mismísimo Anticristo, que estuvo rodeado de sucesos extraños. Como experiencias cercanas a la muerte, el fallecimiento de familiares y personas implicadas en la producción o el que muchos altos cargos del film estuvieran a punto de morir por una misma causa común.
Empecemos por los meses previos al rodaje, donde Gregory Peck recibió uno de los golpes más duros de su vida personal. Justo antes de empezar con las grabaciones de La profecía, su hijo mayor, Jonathan Peck, se suicidó cuando apenas tenía 31 años. Tal y como explicó el actor, el suceso habría estado motivado por una depresión relacionada al exceso de trabajo en la emisora de radio donde trabajaba, una relación amorosa fallida y su enfermedad: arteriosclerosis.
Dadas las muchas y trágicas razones que rodean al suceso, nadie se atrevería a pensar en una relación con la participación de Peck en una película de terror de temática satánica, aunque esta fue la primera de varias desgracias a las que estuvo que hacer frente. Y es que, poco después, cuando el rodaje de La profecía ya había comenzado y se encontraba en pleno vuelo a Londres para incorporarse a las grabaciones, la muerte se acercó a él después de que un rayo alcanzara su avión. Por suerte, quedó en una mera anécdota, pero lo curioso del hecho es que a otros miembros de la película les pasó exactamente lo mismo.
UNA SERIE DE SUCESOS EXTRAÑOS
Semanas más tarde, el productor ejecutivo de La profecía, Mace Neufeld, también fue alcanzado por un rayo mientras estaba en un avión con destino a Los Ángeles. Además, cuando el productor Harvey Bernhard se encontraba en Roma supervisando las grabaciones en la capital italiana, otro rayo estuvo cerca de alcanzarle en las calles de la ciudad. No hubo daños que lamentar, pero desde luego se trata una casualidad inaudita que fácilmente lleva a hablar de una película “maldita”.
De todo ello habló el director Richard Donner junto a varios periodistas en la serie documental Cursed Films de Shudder, donde también se destacó otras muertes y sucesos insólitos que pusieron a Gregory Peck y varios miembros del equipo en riesgo de perder la vida. De hecho, Peck volvió a estar cerca de morir por culpa de otro avión, puesto que uno de los vuelos que la producción fletó para su traslado se estrelló poco después del despegue.
Se suponía que el actor debía tomar dicho avión, pero el retraso en la grabación de una escena hizo que no fuera necesario. Sin embargo, pese a que Peck no viajara, el vuelo despegó y tuvo la mala suerte de chocarse contra una bandada de pájaros que le hizo perder el control y estrellarse al final de la pista.
Los tripulantes perdieron la vida, pero, como bien detalló Donner, lo más turbio del asunto fue que los restos del vehículo aéreo llegaron a una carretera cercana y arrasaron con una camioneta donde estaban la esposa y los dos hijos del piloto, que justo acaban de dejarle en el aeropuerto.
“El avión al despegar se dio con una bandada de pájaros. Se estrelló al final de la pista, en una carretera chocó con una camioneta y en la camioneta estaban la esposa y los dos hijos del piloto de ese avión”, relataba el director de La profecía.
Donner tampoco se libró del peligro de muerte, puesto que el hotel donde se alojaba sufrió un bombardeo por el IRA al día siguiente de su marcha, justo después de terminar las grabaciones. Otra tragedia similar y con final más trágico ocurrió en el zoológico donde grabaron la escena del ataque los babuinos, ya que al día siguiente del rodaje uno de los cuidadores del parque murió atacado por un león.
No se queda atrás el percance que vivieron John Richardson, responsable de efectos especiales, y Liz Moore, su asistente, quienes al año siguiente de terminar La profecía, en agosto de 1976, sufrieron un accidente de automóvil en los Países Bajos. Él sobrevivió con heridas leves, pero Moore murió decapitada por una llanta del coche. Lo más turbio del suceso es que ellos fueron quienes construyeron la aterradora secuencia de la película donde el fotógrafo que ayudaba al personaje de Peck perdía su cabeza por una lámina de vidrio. Además, el accidente ocurrió un viernes 13, lo que le da un aura aún más perturbadora.
Desde luego, una serie de sucesos fatales que impacta, sobre todo valorando el carácter diabólico que rodea a una película como La profecía. Así, además de erigirse como uno de los clásicos de terror por excelencia, la película de Richard Donner y Gregory Peck sobre la llegada del Anticristo sumó su nombre a la lista de películas supuestamente malditas, en la que por aquellos años también dieron mucho que hablar títulos como Poltergeist y El bebé de Rosemary.
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