La supuesta rivalidad de Chespirito y Capulina, otra controversia en la bioserie 'Sin querer queriendo'

El camino que toma la bioserie Sin querer queriendo durante su realización y antes del lanzamiento es el de la polémica. Además de las demandas interpuestas por Florinda Meza contra la producción, se suman informaciones sobre episodios controvertidos de Chespirito que abordará la historia. Uno de ellos es su presunta enemistad con Capulina.

En su emisión del 20 de marzo el programa Ventaneando dio una nota basada en sus propias investigaciones respecto a un capítulo de la serie que se enfocará en tratar la fractura entre Roberto Gómez Bolaños y Gaspar Henaine. Dicho pasaje se centra en 1969, año en que dejan de colaborar juntos luego de casi 15 años como dupla creativa.

“Roberto Gómez, interpretado por Pablo Cruz Guerrero, aún casado con su primera esposa, Graciela Fernández, interpretada por Paulina Dávila, informa a sus hijos que renunciará a seguir trabajando con Capulina y les aconseja no tolerar malos tratos de nadie, incluida gente torpe, haciendo alusión aparentemente a Capulina”, detalla Ventaneando.

Fue a finales de la década de los cincuenta cuando ambos comediantes estrecharon sus lazos profesionales y de amistad mediante el desarrollo de sus respectivos talentos, Henaine como actor y Gómez Bolaños como guionista. En 1958 Chespirito escribió el guion de Los legionarios, película dirigida por Agustín P. Delgado. Ese trabajo cinematográfico fue el inicio del trabajo colaborativo entre los dos para impulsar a Viruta y Capulina en el cine.

Previamente habían trabajado en equipo en la televisión con sketches que presentaban en el programa Cómicos y canciones, que comenzó sus transmisiones en 1956. Pero fue en el cine donde se conectaron con mayor simpatía. En 1959 Henaine invitó a Capulina a sumarse al reparto de Dos locos en escena, filme que se estrenó en 1960. Se repitió esa dinámica en Dos criados malcriados (1960), Operación carambola (1968) y El zángano (1968).

Pero el punto fuerte de Gómez Bolaños seguía siendo el guionismo. Si bien la actuación llamaba mucho su atención, escribir historias era su pasión. De ese oficio nace su mote de ‘Chespirito’, que es una modificación de Shakespeare. Capulina se dirigía a él como “Chespir”. La escritura para hacer lucir a Viruta y Capulina prosiguió con títulos como Angelitos del trapecio (1959), Los tigres del desierto (1959), El dolor de pagar la renta (1960), Los desenfrenados (1960), Dos tontos y un loco (1961), Limosneros con garrote (1961), Pegando con tubo (1961), ¡En peligro de muerte! (1962), Los invisibles (1963), Los astronautas (1964), Los reyes del volante (1965), Dos agentes inocentes (1967), El camino de los espantos (1967).

Fue 1967 un año crucial para el surgimiento de dos leyendas urbanas que hasta la fecha continúan discutiéndose con un dejo de controversia: la enemistad de Capulina con Viruta y la enemistad de Capulina con Gómez Bolaños. Ambas coinciden en un punto: colocar a Gaspar Henaine como motivo de conflicto por decidir la proyección de su carrera en solitario a partir de ese momento.

Sobre ambos mitos, Antonio Henaine, hijo de Capulina, ha desmentido que hayan existido odios y enemistades. En el caso de Viruta, el mismo Marco Antonio Campos declaró en su vejez que el distanciamiento con su antiguo compañero y amigo fue por ser leal a su madre y esposa, mujeres que se sintieron heridas cuando Capulina prescindió de Viruta. Se molestó por el dolor afectivo causado a ellas. Negó que la ruptura haya sido por líos de faldas o malos manejos financieros. De hecho, se expresó muy bien y con admiración hacia su excompañero.

En torno a la relación con Gómez Bolaños, y en contraste con la versión que manejará la bioserie Sin querer queriendo, según el trascendido de Ventaneando, Antonio Henaine compartió en septiembre de 2023 un video en el canal de YouTube de Capulina para aclarar que nunca existieron animadversiones. Por el contrario, mantuvieron un trato cordial e incluso le abrieron la puerta a familiares para colaborar.

“La gente quiere formar rivalidad, pero en verdad ellos no tuvieron ninguna rivalidad. Lo único que sucedió es que cada quien tomó un rumbo diferente. Roberto empezó a caminar con su equipo de trabajo siendo un fenomenal actor y un excelente escritor, y mi papá, que empezó a caminar solo, le escribieron otras personas, entre ellas el hermano de Roberto, Horacio Gómez Bolaños”.

Asimismo, en torno al pleito creado por los medios de comunicación para definir quién es el auténtico rey del humor blanco, Antonio Henaine narra cómo fue que Chespirito se convirtió en el encargado de nombrar así a Capulina, a quien consideró el número uno en ese rubro.

“Se ha especulado mucho sobre quién es el campeón del humorismo blanco. Algunos dicen que Chespirito, otros dicen que Capulina. Pero, ¿en realidad quién es el campeón del humorismo blanco? Le preguntaron a mi papá un día quién le había puesto ese nombre, el de campeón del humorismo blanco, pues Chespirito se lo puso”.

Rodeada por un manto de inconformidades y demandas, Sin querer queriendo genera expectativa por el morbo que envuelve a su realización. De concretarse la mención del supuesto enojo de Gómez Bolaños con Gaspar Henaine habrá que esperar la reacción de la familia, que de hacerlo abonaría otra controversia más a un producto que está tomando forma desde ese ángulo a los ojos del público.

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