Lily-Rose Depp apuesta por esquivar las huellas de su padre en Hollywood
Lily-Rose Depp no protagonizó ningún blockbuster en los nueve años que lleva moviéndose por la industria del cine, ni cuenta con premios prestigiosos ni ha participado en un fenómeno de masas. Sin embargo, el mundo entero conoce su nombre. Por eso a nadie debería sorprenderle que su llegada al Festival de Cannes fue de las más esperadas. No solo por su apellido, sino por el trabajo que presentaba: The idol, la nueva serie del creador de Euphoria donde interpreta a una estrella del pop manipulada y utilizada entre desnudos y excesos constantes.
Como era de esperar, los fotógrafos la bañaron de flashes mientras la serie de HBO no dejaba a nadie indiferente con críticas que la tachan de ‘vergonzosa’, mientras la comparan con una obra pornográfica. Una reacción muy distinta a la vivida por su padre con el estreno de la película inaugural, donde la atención se posó más en su ‘regreso’ profesional que en la película en sí misma. Y es que la hija de Johnny Depp apostó desde la adolescencia por seguir el mismo camino artístico, pero dejando muy claro que lo hará esquivando sus huellas.
Lily-Rose Depp nació en mayo de 1999 fruto de la relación de Johnny Depp con la cantante francesa Vanessa Paradis. Creció entre sets de rodaje, estudios de grabación y jets privados, bilingüe y asistiendo a colegios de prestigio en Los Angeles. No obstante, a pesar de la influencia que la fama y el éxito de sus padres podía tener en su infancia, no se había planteado ser actriz. “Nunca pensé en ser actriz hasta los 14 años cuando hice una escena pequeña, de cinco minutos, en la película de Kevin Smith, Tusk”, dijo en 2016 al sitio australiano Buro. El director y Johnny eran amigos, al igual que Lily y la hija de Smith, Harley. Se hicieron amigas desde el jardín de infantes.
No se lo esperaba, pero se sintió tan “libre” y “feliz” metiéndose en un personaje que enseguida sintió curiosidad. Dos años después coprotagonizaba otra película del mismo director junto a su amiga Harley. Fue Yoga Hosers (2016), una obra juguetona e irrelevante a nivel cinematográfico donde interpretaban a dos adolescentes amantes del yoga que debían luchar contra una presencia maligna que pretendía arruinarles sus planes de fiesta. Johnny Depp hacía un cameo, al igual que Vanessa Paradis y el hijo menor de la pareja, Jack Depp. Y en ese año todo cambió. Rodó un par de películas más y tomó una decisión: había llegado a la actuación para quedarse. Quería dedicarle toda su energía así que abandonó la escuela secundaria.
“Me di cuenta después de trabajar en The Dancer y Planetarium en Paris que me era imposible perseguir la actuación como una carrera, seguir asistiendo a clases y ser capaz de hacer los deberes”, dijo al medio citado. No quería “malgastar su tiempo haciendo papeles para la escuela y sentarme en una clase” porque quería “dedicar toda mi energía a la actuación y ser capaz de leer, viajar y ver tantas películas como pudiera”.
Hizo una apuesta enorme en sí misma, dejando a un lado la preparación académica para lanzarse al mundo laboral de manera inmediata. No obstante, no podemos negar que con su apellido tendría las puertas más abiertas que un actor anónimo que sueña con llegar a Hollywood. O que tendría contactos en el negocio a través de su padre, o acceso a castings de forma más directa al conocer los entresijos de la industria. Ella misma lo reconoció al expresar su rechazo a la conversación en torno a los “bebés del nepotismo en Hollywood”, diciendo a la revista Elle que “tal vez tienes un pie dentro de la puerta pero hay mucho trabajo por hacer después”.
No obstante, por más que siguiera el mismo camino profesional que Johnny Depp, se aseguró de hacerlo a su manera. Sin pisar sus huellas, aparecer en sus películas o seguir el mismo estilo interpretativo. Lily-Rose repitió en varias entrevistas que sus padres le dieron toda la independencia para que hiciera su propio camino. “Si necesito consejo, sé que siempre puedo contar con ellos. Pero trato de evitar involucrarlos en mi trabajo porque es importante para mí encontrar mi propio camino como actriz y ellos lo respetan”, dijo a Buro.
Y así lo hizo. Desde que inició su transición artística ha sido embajadora de Chanel y aparecido en producciones independientes, historias existenciales y obras arthouse que destacan, sobre todo, por el estilismo visual. Como fueron The dancer, Voyagers o Wolf. Más allá de The King de Netflix, donde interpretaba un personaje pequeño junto a su exnovio, Timothée Chalamet, no apareció en ninguna obra comercialmente destacable. Muy diferente al camino que hicieron sus padres: Johnny Depp navegando entre el éxito comercial y las producciones de menor presupuesto desde sus inicios, pero con los pies anclados en la imagen de estrella juvenil de los 80 y 90; mientras Vanessa Paradis se ramificó entre el modelaje, la actuación y como cantante con éxito internacional desde los 14 años.
Lily-Rose, por su parte, se ha mantenido alejada del estrellato a través de producciones independientes, buscando su propia voz artística con obras que pulían su talento, que en utilizar su figura como estrella juvenil. Protege su privacidad al máximo y se negó a hablar de su padre o salir en su defensa durante los juicios contra Amber Heard. Solo dijo a la revista Elle que “no estoy aquí para responder por nadie, y siento que, durante gran parte de mi carrera, la gente ha querido definirme por los hombres en mi vida, ya sean los miembros de mi familia o mis novios, lo que sea. Y estoy realmente lista para ser definida por las cosas que publico". Y eso parece justamente sentenciar con su nuevo trabajo.
The idol lleva una larga temporada generando conversación. No solo por el interés que provoca Sam Levinson tras el éxito de Euphoria, sino por los rumores que hablaban de un ambiente de trabajo tóxico, cambios de guion de último minuto y problemas de presupuesto después de que la directora original Amy Seimetz, dejara el show en abril de 2022 debido a un cambio de dirección creativa. Sam Levinson, que servía como cocreador y productor ejecutivo, se puso al mando.
Sin embargo, el pasado mes de marzo, Rolling Stone publicó un artículo citando 13 fuentes anónimas que describían el ambiente como “un show de m*erda”, señalando que Levinson había transformado la serie en “porno de tortura”. Pero Lily-Rose Depp defendió al director, diciendo que era el mejor con el que había trabajado, sintiéndose “apoyada y respetada”. Mientras HBO también salió en su defensa, asegurando que “el equipo creativo se ha comprometido a crear un ambiente de trabajo seguro, colaborador y mutuamente respetuoso” (Variety).
En la serie, que HBO estrena el 4 de junio, Depp interpreta a una estrella del pop que, en plena crisis emocional tras la muerte de su madre, cae en las garras del líder de un culto (The Weeknd). Y tras su debut en Cannes, Variety criticó el uso de la “degradación y sufrimiento” del personaje protagonista como excusa para fortalecerla. “La audiencia de Euphoria no se sorprenderá por la forma vergonzosa en que (Levinson) trata al personaje de Depp, donde ella y la serie parecen atrapados en la palma de The Weeknd”. The Hollywood Reporter, por su parte, tacha a la serie de ser “más regresiva que transgresiva" por apelar a “la fantasía tóxica masculina”. Y así, muchos más que hablan de exceso de desnudos e imágenes de tono sexualmente gráfico.
En resumen, Lily-Rose Depp está haciendo su propio camino. Como una vez más demuestra a través de su nuevo trabajo. Porque no debe ser fácil crecer bajo el escrutinio mediático por compartir el mismo apellido con un padre famoso. Imagino que tal vez le habría sido más fácil optar por un camino similar, con papeles en las películas de Johnny Depp o apostando por películas del mismo estilo que la asociaran directamente a cambio de un ascenso más meteórico y fugaz. Pero no. Ella pretende desligarse, al menos en el sentido más artísticamente posible.
Porque tendrá padres famosos y la facilidad de moverse en un mundo artístico que le abrió las puertas desde el principio, pero resulta evidente que pretende ganarse su lugar con su propia visión. Arriesgando a su manera tras abandonar la escuela, con un estilo y producciones diferentes a las de Johnny Depp.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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