La espina que Lindsay Lohan intentó quitarse en 'Chicas pesadas' y nunca pudo
Su papel como Cady Heron en este comedia clásica de los 2000 también tuvo su lado negativo
Fue durante los 2000 cuando Lindsay Lohan se consolidó como un icono adolescente, cuando tras ser una estrella infantil Disney en películas como Juego de gemelas pasó a encabezar algunos de los títulos juveniles más admirados de la década, como Chicas pesadas. Este clásico de las comedias de institutos le dio la oportunidad de unirse a Rachel McAdams, Amanda Seyfreid, Lacey Chabert, Tina Fey o Amy Poehler para dar vida a la mítica Cady Heron, aquella chica que llegaba de África para enfrentarse a las retorcidas jerarquías sociales de la escuela secundaria.
Probablemente se trate del título más icónico de su carrera, lo que lleva a pensar que Lohan estuvo más que agradecida de haber obtenido un papel que la impulsó al estrellato y del que sus fans nunca se olvidan. Pero lo cierto es que no estuvo conforme con interpretar a Cady, puesto que sintió que este rol de chica inocente y rara podría hacerle más mal que bien y le clavaría una espina en su carrera difícil de eliminar.
Como contó en una entrevista con Vogue en 2022, cuando audicionó para Chicas pesadas no lo hizo buscando interpretar a la entrañable protagonista que se gana el cariño del público por sus desperfectos. Tras trabajar en Un viernes de locos, la comedia con Jamie Lee Curtis sobre una adolescente que intercambiaba su cuerpo con su madre, le dio la impresión de que se creó una imagen de ella muy ligada a este perfil de joven extraña y dañada, por lo que rápidamente quiso pasar página para no encasillarse.
Con este clásico de los 2000 a la vista, vio la oportunidad de lograrlo aspirando a un rol como el de Regina George, la villana de instituto que finalmente interpretó Rachel McAdams. La actriz sintió que poniéndose bajo la piel de una chica bonita, admirada y vil podría mostrar un registro interpretativo más amplio que expandiera sus posibilidades actorales y huir del perfil que le otorgaron sus primeros papeles bajo el amparo de Disney.
“Mucha gente desconoce la historia detrás de mi interpretación de Cady en Chicas pesadas. Quería interpretar a Regina”, dijo Lohan a Vogue. "Porque acababa de salir de Un viernes de locos y realmente quería dar vida a una chica bonita y normal ahora e interpretar un tipo de papel diferente al de la adolescente dañada". Sin embargo, los responsables del film truncaron sus planes, ya que ellos también tenían clavada la imagen que la actriz quería dejar atrás.
Solo la veían como Cady Heron
Según sus palabras, el director Mark Waters, con el que ya trabajó en Un viernes de locos; y Tina Fey, que además de actuar en Chicas pesadas ejerció de productora y guionista; solo la veían como una chica adorable y cercana y sintieron que no encajaba para en el perfil de una villana adolescente como Regina George. Lohan trato mantenerse firme para convertirse en la líder de “Las plásticas”, pero Waters y Fey se mostraron insistentes en que ella era la Cady Heron perfecta para su película.
"El director insistió en que yo interpretara a Cady, y también a Tina Fey. Me decían: 'No, no, no, tú eres la adorable, tienes que interpretar a Cady', continuaba Lohan, quien finalmente cedió y se convirtió en la gran protagonista de este clásico adolescente de 2004. Pero sus peores presagios se acabaron cumpliendo.
Es innegable que a los responsables de Chicas pesadas no les faltó razón alguna, porque, como bien ha demostrado el legado del film y del personaje, Lindsay Lohan fue la elección perfecta para este rol. Sin embargo, la actriz no iba mal encaminada cuando pensó que volver a interpretar un papel de este estilo la marcaría de por vida, y solo hay que fijarse en que su filmografía estuvo mayormente ligada a la comedia y a roles en esta línea de chica imperfecta y divertida.
Por ejemplo, Disney siguió contando con ella para títulos familiares como Herbie: A toda marcha, donde su perfil de joven peculiar se volvió a exprimir en esta historia sobre una chica a bordo de un bólido con vida propia. Se intensificó más con películas como Just My Luck, en la que interpretaba a una adolescente a la que le pasan todas las desgracias posibles tras perder su don para la suerte. Intentó desligarse con películas de terror como Sé quién me mató o el thriller El asesino de John Lennon con Jared Leto, pero pocos la veían potencial para otros géneros y cerró la década de los 2000 volviendo a comedias como Las reglas de Georgia o Casi embarazada, aunque sin la misma repercusión que en los inicios de su carrera.
De hecho, cuando nosotros como espectadores pensamos en Lindsay Lohan seguimos teniendo grabada esta imagen que intentó dejar atrás con Chicas pesadas, y precisamente gracias a papeles como el de Cady Heron. Además, en su regreso al cine en 2022 con la película Navidad de golpe para Netflix, aún seguía ligada a estos estereotipos incluso interpretando a un rol adulto.
Al final, más allá de los problemas extracinematográficos que sentenciaron su trayectoria, parece claro que a Lohan no le faltó razón en su temor de que este clásico también tendría un lado negativo. Tal vez, si hubiera interpretado a Regina George ocupando el puesto de Rachel McAdams su historia en Hollywood podría haber tenido un rumbo diferente, aunque ahora solo podemos quedarnos con la duda.
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