El recuerdo de 'Chicas pesadas' que en la nueva película adquiere otro significado
El clásico de Lindsay Lohan y Rachel McAdams regresa a los cines en una nueva adaptación musical
Chicas pesadas marcó un antes y un después en el cine de institutos. No es que inventara nada, pero su frescura a la hora de abordar los estereotipos adolescentes a través de un guion ingenioso, puntos cómicos que se grabaron para la posteridad o un carismático reparto encabezado por Lindsay Lohan y Rachel McAdams, hicieron de ella un clásico irrepetible de la comedia.
Solo hay que ver lo instaurada que ha estado en la cultura popular desde su estreno en 2004, lo mucho que la generación adolescente que la disfrutó aún vive rendida a los “miércoles de rosa” o a frases como “¡Es tan fetch!” y que es casi imposible pasear por internet sin encontrar alguna referencia, meme o frase al film. Por ello, con el anuncio de una nueva versión para este 2024, era complicado imaginar un producto que emulara estas sensaciones.
Hacer hoy un título adolescente y adaptarlo nuevo público juvenil iba a traer consigo la modificación de su esencia original. Básicamente, porque el objetivo de Paramount Pictures, productora tras Chicas pesadas, era acercar esta historia a nuevos espectadores y repetir el éxito de antaño, no tanto centrarse en la nostalgia para atraer al público enclaustrado en la cinta de antaño y entregar un producto sin nada nuevo que ofrecer.
Por ello, era fácil pensar que la nueva adaptación tendría todas las papeletas de perturbar el buen recuerdo que muchos guardamos del clásico de los 2000, con cambios que nos chirriarían y nos harían llevarnos las manos a la cabeza al no ir dirigidos hacia nuestra generación y romper la imagen del film original. Pero no ha sido el caso, porque el recuerdo de la Chicas pesadas de Lindsay Lohan, Rachel McAdams o Amanda Seyfreid lo mantiene intacto. De hecho, lo usa de forma activa y lo lleva hacia nuevos significados que hacen de esta nueva cinta otra experiencia inolvidable.
Un enfoque musical que marca la diferencia
Para empezar, decir que esta Chicas pesadas no es un remake de la película de 2004, más bien una adaptación del musical que llevó esta historia a los escenarios de Broadway entre 2018 y 2020. Aunque durante la promoción se hayan empeñado en ocultarlo, las canciones son el elemento conductor de la trama, pero eso sí, el relato sigue siendo el mismo, con todos los momentos clave de la original presentes y sus nuevas protagonistas prestándose a emular al 100% a los personajes originales.
Volvemos a encontrarnos ante la inocente Cady Heron, que al llegar a un instituto de Estados Unidos tras vivir en África se dará de bruces con la jerarquía social del lugar, donde Regina George y su grupo de amigas conocido como “Las plásticas” acaparan toda la popularidad e influencia. En cada escena, hay un esfuerzo evidente de repetir al pie de la letra los esquemas que funcionaron antaño, pero no mediante una copia literal, más bien jugando con la espectacularidad de números musicales y añadiendo pinceladas de humor para la generación Z a la vez que fiel al recuerdo del público de la de 2004.
La clave de que este punto funcione está en su reparto, en intérpretes que emulan todo el carisma y los tics de los personajes del film original a la vez que les dan su esencia personal, enfocada a conquistar a los nuevos espectadores. Es inevitable ver a Lindsay Lohan y Rachel McAdams en cada una de las acciones de Angourie Rice y Renée Rapp, las nuevas Cady y Regina prestadas a cuidar hasta el más mínimo detalle de lo que hace dos décadas hizo destacar a estos roles. Sin embargo, no dejan de ser personalidades juveniles que llevan a las protagonistas a su terreno, a frases o acciones que a los más avanzados en edad nos podrían resultar ajenas y hacernos desconectar. Pero el equilibrio que logran es prefecto.
La nostalgia reinterpretada
Viendo Chicas pesadas, no podía dejar de pensar en lo mucho que disfrutaba detalles que en otros filmes adolescentes actuales me sacaban de la acción. Por ejemplo, cuando hace poco vi Bottoms, la aclamada comedia de institutos de 2023, me sentí muy fuera de lugar tratando de entender sus virtudes y su humor, del que todo el mundo hablaba maravillas y a mí apenas me despertó una sonrisa. Pero aquí, gracias a apoyarse en nuestro recuerdo nostálgico y reinterpretarlo hacia estos nuevos terrenos, fue francamente sencillo entrar en consonancia con el fiestón cinematográfico que ofrece este musical.
En definitiva, creo que esta nueva comedia juvenil apuesta como pocas por la unión generacional, la celebra a lo grande desde sus canciones y coreografías, nos da otra gran cinta adolescente y consigue desprender la misma frescura con la que Chicas pesadas nos conquistó antaño. Ahora, cada vez que pensemos en este clásico no solo nos vendrá a la mente lo icónicas que fueron Lohan o McAdams, puesto que en nuestro recuerdo también estará grabado el festín de diversión y música de esta nueva adaptación. Un producto complementario al film de 2004 que no hace más que engrandecer esta ya mítica historia de institutos.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.
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