Los desaciertos de la serie de Luis Miguel, que no puede salvarse ni explotando el drama de su hija

Miguel Cane
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De los 8 capítulos que componen la segunda temporada de la serie biográfica de Luis Miguel, protagonizada por Diego Boneta, ya se han transmitido cuatro, exactamente la mitad, y se puede ver que se acerca un final al que se empiezan a hacer alusiones, pero el avance es lento y se usan detalles salaces, mentiras y medias verdades para tratar de sacar adelante una trama enrevesada, carente de ritmo o de conflictos que muevan al espectador. (Avisamos que este artículo contiene 'spoilers')

En este episodio vemos que en 1994, Luis Miguel, con el ego inflado cortesía de su promotor "Patricio Robles" —un personaje encarnado por Pablo Cruz Guerrero —, quiere hacer un videoclip suntuoso y caro, dirigido por el cineasta argentino Gustavo Garzón (esto sí es cierto, aunque el video se realizó en 1993, no 1994) y está encaprichado en que sea mucho más caro que los que habitualmente produce su disquera.

Coincidentalmente, "Alejandra" (Tatiana del Real) la prima (en realidad tía) de "Sofi" (Pili Santacruz) la invita a irse de fin de semana, pero no hay quién se haga cargo de Michelle. De último recurso, la chica le pide a Luis Miguel (Boneta) que se ocupe de la niña que se supone tiene 6 años y esta, en un intento de aligerar el tono plomizo de la serie, mete en problemas al personaje titular, que pone a una maquillista a cuidarla (y después tiene sexo con la misma maquillista, otro acto "insensible" que ha presentado la serie), mientras que la niña da vueltas por ahí y finalmente encuentra comprensión en Hugo López, a quien le ha vuelto el cáncer.

Por supuesto, Michelle jamás acompañó a su padre a ninguna grabación, y es que prácticamente todo esto que proponen los argumentistas —salvo la recurrencia del cáncer, esta vez fatal, en Hugo — en esta parte del capítulo es completamente falso (Luis Miguel no vio a su hija después de los 3 años, hasta que tuvo 16), mientras que en 2005, la otra arena dramática, vemos que la relación entre Michelle y su padre es vulnerable y desabrida.

Interpretada por Macarena Achaga, la Michelle que vemos en la serie es una muchacha que tiene gusto y elegancia, pero es incapaz de expresar una emoción (la escena de la conversación entre ella y Luis Miguel, que es también imaginaria, es terriblemente mala), y además las circunstancias de su acercamiento, tal como se presentan en este capítulo tampoco fueron así (la responsable de esto fue Aracely Arámbula).

Sigue telegrafiándose el presunto romance clandestino entre Alejandro Asensi (es decir, "Mauricio Ambrosi") y Michelle, algo que será un punto de quiebre para el cantante, sin embargo, esta trama está tan mal planteada que se vendió muy rápido y cuando llegue a fructificar será un total anticlímax. Pero este descuido de los escritores viene de su falta de sutileza del manejo del elemento, por lo que la presunta sorpresa de esta relación quizás no se de.

Aunque la química entre Fernando Guallar y Achaga es notable, todo lo que se está presentando en esta temporada es básicamente una serie de viñetas ficticias apoyadas en rumores, y esto hace que Luis Miguel: la serie 2 sea básicamente un melodrama que no administra bien sus elementos y aunque hace referencias a cosas que van a suceder o que ya sucedieron, debido a la complicada estructura de tiempos paralelos, lo que hace que sea difícil comprometerse con lo visto, sobre todo cuando el ritmo es repetitivo y básicamente todo es falso, dependiendo de, básicamente, una fantasía.

¿Qué vendrá para el capítulo 5? Evidentemente se hablará de cómo, para apartar a Sergio, su hermano menor, de la nefasta influencia de la abuela Matilde y de Tito, la familia de Luisito Rey, Luis Miguel prácticamente abandona al niño en manos de su asistente 'El Doc', y también se auguran problemas con Robles, a consecuencia de la inminente muerte de Hugo López, mientras que en 2005, la relación de Luis Miguel con 'Ambrosi' y su hija tendrá problemas, y él grabará con Frank Sinatra en 1995 e iniciará una relación con Mariah Carey.

Quizá para entonces tenga el espectador idea de a dónde se dirige esta serie, si es que se dirige a algo más allá del chisme y la especulación.

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