Marcelo Tinelli, íntimo, revela la importancia de los secretos familiares, y si tendrá más hijos: “Era un tesoro que no quería mostrar”
Marcelo Tinelli se dispone a charlar con LA NACIÓN en una jornada intensa para su agenda de diciembre -un mes complejo de por sí en términos de compromisos sociales-, pero, en su caso, además, se sumó la supervisión del lanzamiento de las primeras imágenes de Los Tinelli, la serie que ofrecerá Prime Video desde el 17 de enero para más de 240 países .
Luego de esta entrevista, el exgerente de programación de América deberá pasar a buscar a “Lolo”, su hijo menor, quien está jugando con sus amigos en la planta baja del condominio que habita en Palermo Chico y terminar de chequear los últimos episodios y las fotografías de difusión del flamante material. Su tarde podría oficiar de metatexto de su propia “ficción”.
-Husmear en la vida personal de una gran estrella resulta atractivo para el público, ¿qué te llevó a mostrar tu intimidad?
-Esa intimidad era como un tesoro que nunca quería mostrar ; celosamente me cuidé de los fotógrafos o que se invadiera la privacidad de mis hijos; pero, con el mundo digital y la aparición de las redes sociales, todo cambió. Hoy, la gente elige ver la vida de cualquier persona que se mueve en un medio de comunicación, así que me pareció interesante mostrar todo lo nuestro que nunca antes se había mostrado.
Los Tinelli, producida por LaFlia (la compañía del propio Tinelli) para Amazon Studios, muestra la cotidianidad del presentador y empresario, junto a su novia, sus hijas, familiares y amigos. El material se desarrolla en locaciones atractivas como el piso del conductor en Buenos Aires o la mansión de descanso que posee en las afueras de Punta del Este. “Cuando vi el material por primera vez me resultó fuerte”.
La propuesta se suma a algunas experiencias de telerrealidad que ya se ofrecieron en el mundo como el llamativo reality The Osbournes, en torno al músico Ozzy Osbourne y su familia, que pudo verse por la cadena internacional MTV.
E! Entertaiment Television ofreció Keeping up with The Kardashians, con el foco puesto en las hermanas modelos Kim, Kourtney y Khloé. También Gene Simmons, vocalista y bajista de la banda Kiss, se sumó a la tendencia mostrando su cotidianidad en Gene Simmons Family Jewels, seriado que se vio por la señal paga A&E. Si espiar por la mirilla es una posible debilidad humana, husmear en la intimidad de una estrella potencia tal cuestión.
A través de sus programas, Marcelo Tinelli construyó un ideario público de “hombre campechano”. Es una figura que siempre ha encontrado el equilibrio entre su rol estelar y un lenguaje cotidiano que acortó distancias entre su status público y la realidad de sus audiencias. “Un personaje muy cercano a la persona” , se define, pero, inmediatamente, aclara que, en el nuevo proyecto que verá la luz dentro de pocas semanas, “se trata de la persona misma, no hay ningún personaje, es un reality”. Ni tanto ni tan poco.
“Fue muy lindo hacerlo con mis hijos y poder mostrarnos tal cual somos en la intimidad de nuestra casa. Me pareció que estaba bueno que ese encuentro que hacemos cada año en Punta del Este se pudiera ver”. La casa de Tinelli en Uruguay es una de las locaciones principales de la serie. Allí, la familia suele hacer un paréntesis de fin de año para reunirse, algo que, debido a las obligaciones de cada uno de sus integrantes, cuesta mucho concretar en otro momento de sus agendas.
“Últimamente, sobre todo después del Mundial de Qatar, en las redes sociales, comencé a mostrar un poco más de mi vida, aunque no todo lo que se verá en la serie”. Justamente, fue en ese encuentro del fútbol internacional donde el animador le propuso la idea a Juanma Martínez Medina, showrunner del proyecto.
Los hijos de Tinelli -a excepción de Francisco-, Milett Figueroa, la actriz y conductora peruana que es la actual pareja del conductor, su primo Tirri y su novia Mimi Alvarado, son algunos de los participantes del envío. “Me da mucha alegría que todos ellos pudieran participar”.
-¿Por qué no se sumó tu hijo Francisco?
-Él quería mostrar algunos aspectos y otros no. Participó del piloto, pero, finalmente, no aparece en la serie.
-¿Participan tus exparejas?
-Estará Sole (Soledad Aquino), a quien se la podrá ver en el casamiento de Cande, tendrá un lindo protagonismo. Yo tengo una excelente relación con las tres, pero la que va a estar es Sole.
-Paula Robles y Guillermina Valdés ¿no quisieron sumarse?
-No había una escena para ellas. Sole participa porque se muestra el casamiento de nuestra hija.
Se ríe. Mejor no aclarar los tantos. Daría la sensación que Paula Robles (mamá de Francisco y Juana Tinelli) huyó despavorida, fiel a su estricto bajo perfil, y Guillermina Valdés (mamá de Lorenzo, el hijo menor del conductor) no habría sido de la partida ya que el vínculo con su expareja no sería ideal. Con todo, en una posible segunda temporada todo podría variar.
La primera parte de Los Tinelli se desarrolla a través de ocho episodios de impecable factura visual.
El país hoy
-Sos una estrella y todos suponemos cómo vive una figura de tu envergadura. Sin embargo, en un país, donde tanta gente atraviesa necesidades extremas, mostrar tu estándar de vida, ¿podría incomodar?
-Nunca pienso en eso, no escondo las cosas que hago por las necesidades de otros . Desde hace treinta años tengo una fundación a través de la cual ayudo a un montón de gente, conozco las necesidades por las que atraviesan tantos argentinos, soy cercano a ellos, me gusta caminar por los lugares más humildes . Me encanta poder escuchar, conversar y atender a las necesidades de la gente. Entiendo que es un país que tiene un montón de dificultades, pero que las viene teniendo desde hace muchísimos años y no creo que uno no pueda estar mostrando su forma de vivir o de ser por la situación actual. Los realities exponen la verdadera vida de las personas famosas y acá se va mostrar la verdad de nuestra vida. Estoy muy orgulloso, pero no de lo material, sino por la familia que tuve en Bolívar y la que tengo ahora con cinco hijos.
Tiempo de cambios
Desde hace unos días, Marcelo Tinelli ya no ejerce su rol de gerente de programación del canal América . “El Chato Prada asumió el lunes pasado; me encanta que una persona cercana a mí siga en ese lugar”, explica el conductor y aclara que “tuve que ver con esa designación, el Chato (Prada) es una persona talentosa y tiene muy merecido estar en ese lugar”.
Durante la temporada 2025 se cumplirán veinte años desde que Marcelo Tinelli acercó el formato internacional del Bailando (primero fue Bailando por un sueño) a los televidentes argentinos. “Nos gustaría festejarlo, aunque los presupuestos no son lo que eran antes, sobre todo para los big shows y para la ficción, los más afectados”.
Antes que se le pregunte por las razones de estas variables -que exceden el marco macroeconómico y también se adentran en cuestiones de generación de contenidos- aclara que “nada tiene que ver con la aparición de los streamings, que pueden convivir perfectamente”.
Hace pocos días Mario Pergolini aseveró, en una entrevista realizada por el periodista Reynaldo Sietecase en Ahora Play, que “la televisión murió”. En cambio, Marcelo Tinelli, quien siempre se diferenció de las miradas y estéticas manejadas por su colega, encuentra en las señales abiertas -aún de una masividad no igualada por otras propuestas- su lugar de pertenencia.
-¿Con qué tiene que ver, fundamentalmente, la ausencia de big shows o ficciones nacionales pensadas para la TV abierta?
-Tiene que ver con la dinámica del país y con la cantidad y calidad de sponsors para sostener programas de esas características, sobre todo cuando se trata de un ciclo diario con costos tan altos. En otros países, como Italia, el Bailando sale una vez por semana, con trece capítulos a lo largo de cuatro meses; nosotros lo hacemos de lunes a viernes y durante ocho meses, no es fácil. Al festejo por los veinte años le quiero meter todo y eso cuesta.
Si de celebraciones se trata, también durante la temporada 2025 se cumplirán treinta y cinco años desde la primera emisión de VideoMatch , ese ciclo que nació como un noticiero deportivo de trasnoche y se convirtió en un espacio de humor que batió récords de rating en aquella pantalla de Telefe programada por Gustavo Yankelevich.
Rebautizado ShowMatch, y ya convertido en un certamen de baile o de canto, muy mediado por el escándalo entre sus participantes y jurados, y luego de un breve paso por Canal 9- el programa también vivió luminosas temporadas en eltrece. Finalmente, la pantalla de América -menos exigente en términos de rating- fue la que cobijó al ciclo.
“Me gustaría hacer un programa en el que pueda meterle mucho humor y también llevar adelante un Bailando inmersivo , con una escenografía diferente. Además, quiero que participen muchas figuras que tuvieron que ver con el certamen en todos estos años, más allá de los nombres nuevos que también estarán”.
-Todo es una cuestión de costos.
-Hay que evaluar muy bien los números para no pifiarle. El egreso es, más o menos parecido al de otros años, pero no sucede lo mismo con el ingreso, entonces hay que ver de qué manera se puede llegar a hacer.
-¿Sería en América o en otra señal?
-Estamos hablando con América como primera opción , ojalá lo podamos cerrar.
Divos eternos
Mirtha Legrand jamás dejó el aire. Susana Giménez regresó esta primavera con muy buena respuesta de público y, en el caso de Marcelo Tinelli, fueron pocos los años en los que no estuvo en pantalla. Más allá de la generación más joven de conductores, como Santiago del Moro, Iván de Pineda y Guido Kaczka -a cargo de espacios con muy buena repercusión- las audiencias no dejaron de fidelizarse en torno a los tres grandes e históricos divos de la animación televisiva de las últimas décadas.
-¿A qué atribuís la constancia del público hacia Mirtha Legrand, Susana Giménez y vos?
-No arrancamos al mismo tiempo, pero, cuando se produjo el gran auge de la televisión, con las privatizaciones de los canales en 1989, fue una época donde sobresalían los conductores más allá de los formatos.
-¿Eso no sucede hoy?
-Hoy es la televisión de los formatos, que también tiene a muy buenos conductores, pero, primero, está la idea del programa. Antes la ecuación era al revés. Por otra parte, aquella televisión -incluso desde mucho antes que yo comenzara- era el único medio que se podía ver.
Si de fidelización se trata, reconoce que era admirador de Juan Alberto Badía, con quien, luego, llegó a trabajar, formado parte, desde 1983, del recordado ciclo Badía y Compañía. “Era el medio en torno al cual se reunía toda la familia y el famoso pasaba a ser uno más de la casa”.
Tinelli es claro a la hora de trazar esa línea divisoria entre la tradición y el presente. “Lo digo con todo respeto por la televisión actual, pero antes no había formatos, sino personas que hacían cosas”, reafirma contundente. “Por eso siento que tanto Mirtha (Legrand), Susana (Giménez) o yo pasamos a formar parte de la familia de la gente. A mí me saludan por la calle con una cercanía que me hace dudar si conozco a esa persona de algún lado, me encanta que sea así, lo agradezco”.
-¿Cómo fue la experiencia de hacer el Bailando en América?
-La fidelización siempre está, terminamos en América con un promedio de más de siete puntos, cuando es un canal en el que pensamos que podíamos llegar a hacer menos rating. La gente te va a buscar, uno pasó a ser un clásico ; ya no están los cuarenta puntos de antes, pero no existen en ningún programa; hoy la tele abierta compite con plataformas como Prime Video que tienen un catálogo espectacular y los chicos, incluso, consumen propuestas de entretenimiento desde el teléfono, entonces asistimos a una ductilidad de pantallas que hace que los números de los canales abiertos no sean los de antes. Si hoy hacés diez puntos es muchísimo, porque el encendido es menor. Incluso, salvo algunos eventos en vivo muy puntuales, como un partido de fútbol, el resto de los contenidos también los podés ver on demand.
En este sentido, y con vistas a la pauta publicitaria, el conductor también entiende que las mediciones de audiencias deben contemplar las visualizaciones más allá de las emisiones originales en vivo: “Ese es un dato que uno debería poder mostrar a sus clientes”.
Confidencias
-¿Qué considerás que el público va a develar a través de Los Tinelli?
-Van a descubrir una personalidad mía diferente, sobre todo en cuanto a la relación que tengo con mis hijos, algo que no está visto. Tengo hijas que me retan, cada una tiene su proyecto de vida, y una de ellas ya está casada.
-Son protagonistas de la serie.
-El casamiento de Cande me emocionó mucho y eso va a estar.
En los primeros episodios se puede ver como las herederas del presentador le marcan la cancha y hasta cuchichean sobre su novia. Juana parece ser la más determinada.
-Está claro que tu nivel de popularidad en nuestro país es extremo, pero, Los Tinelli se verá por una plataforma global. ¿Considerás que será una llave para una carrera internacional?
-Cuando arrancamos con VideoMatch en la década del 90, teníamos una llegada muy grande en toda Latinoamérica a partir de Telefe Internacional. Aún me sucede que afuera me reconozcan. Hace poco, caminando por Nueva York, cuando fui a ver la Copa América, hubo gente de México, Nicaragua, Honduras que me saludaban. Cuando les pregunto de donde me conocen, me dicen que recuerdan las cámaras ocultas y las bromas que hacíamos en el programa. Los Tinelli es una excelente oportunidad para volver a todo ese público y con una producción del caraj… Quizás, esta nueva proyección internacional, signifique que surja algo más también para mis hijos.
-Cada uno de tus hijos se desarrolla en un ámbito escogido con buenos resultados. Entiendo que debe ser algo que debe generarte orgullo.
-Yo seguí la misma vocación de mi padre (Dino Hugo Tinelli era periodista deportivo en la ciudad de Bolívar). En el caso de mis hijos, dejé que, cada uno, hiciera lo que quisiera. Me encantan que se desarrollen en sus propios ámbitos, que sean creativos y les guste lo que hacen. Mica estudió diseño de moda, aunque, por ser mi primera hija, me hubiera querido que hiciera periodismo, pero logró tener su propia marca; Cande canta, pinta, es una excelente actriz y hace equitación; Juana es modelo y es la más cercana a mi mundo; y Fran es DJ, algo que le gusta mucho.
-¿Y Lolo?
-Dice que quiere ser futbolista. Para mí sería un sueño, ya que quiere jugar en Defensores de Belgrano, algo espectacular porque yo jugué ahí.
-En una escena de la serie decís “Acá se pica siempre”. Debe ser una familia intensa.
-Justamente, cuando se piensa en por qué mostrar nuestra intimidad, es por eso. Quizás la gente piensa que somos una familia perfecta, que a uno le va todo bien, que nunca hay discusiones, que los hijos no cuestionan nada… No es así. Aprendo mucho de mis hijos en lo personal, pero también son una fuente de aprendizaje para mi carrera. Siempre les permití expresarse, tenemos diálogo. Por eso siempre hay alguna disidencia o lío.
-¿Te encaran?
-Me dicen “Pa, no te vemos bien” y me explican por qué.
¿Un nuevo hijo?
Si esta entrevista tiene como disparador una serie sobre su vida personal, el final de la charla se convierte en un momento para pensar en voz alta el vínculo que mantiene con Milett Figueroa: “Gracias a Dios, estamos muy bien; estoy feliz de estar con ella, aunque en la serie van a ver algunas cosas… pero prefiero no spoilear”.
-¿Pensás en la posibilidad de tener un sexto hijo?
-Nunca descarto nada, aunque no estoy pensando en tener más hijos , ya tengo bastantes, cinco son muchos. Además, Lorenzo es chiquito, necesita de mi presencia permanente, ahora está jugando al fútbol acá abajo y me pidió que pasara, quiere que dirija el partido.
Durante 2024, Marcelo Tinelli dio un paso al costado de la conducción, pero su agenda no fue menos nutrida ya que se desarrolló como gerente de programación de América, produjo Cantando 2024 en ese canal, condujo LOL para Prime Video -versión rodada en México y aún no estrenada- y le dio las puntadas finales a la primera temporada de Los Tinelli.
-¿Experimentaste “abstinencia” de cámara? ¿Imaginás una vida sin televisión?
-El año, a pesar que tuve un montón de trabajo, fue raro sin la noche televisiva; llegaba a casa temprano porque todas las actividades eran diurnas. Pude estar mucho con mis hijos, compartimos comidas y charlas. No soy de salir demasiado, soy casero. De todos modos, nunca pensé en una vida sin televisión o sin estar trabajando; quizás algún día se dé, pero no es un pensamiento. Al contrario, tengo muchas ganas de volver a estar al aire con el programa . Me encantan los medios. Salgo a correr y, cuando regreso a casa, anoto todo lo que se me ocurrió. Insisto, no pienso mi vida sin estar cerca de un medio de comunicación.