El mea culpa de Shannen Doherty despejando la verdad sobre su despido de ‘Beverly Hills, 90210’

Shannen Doherty hace limpieza emocional. La actriz se encuentra aireando su pasado, limpiando los rincones más polémicos, mediáticos y personales de su vida, revelando su verdad en cada episodio de su podcast. Y después de hablar de la infidelidad de su marido, su lucha contra el cáncer y la tensión con Alyssa Milano que derivó en su despido de Hechiceras, ahora entra en un capítulo que estuvo sellado por los rumores durante 30 años: su salida de Beverly Hills, 90210.

Los rumores perpetraron durante tres décadas una imagen de diva difícil que llegaba tarde al set, que irritaba a sus compañeros con sus tardanzas y la supuesta fricción que tenía con su compañera Jennie Garth. Sin embargo, la actriz de 52 años finalmente reveló la verdad acompañada de Jason Priestley, su hermano en la ficción de los ‘90s, contando que su vida personal contribuyó a que su personaje, Brenda Walsh, desapareciera de la historia.

“Definitivamente pasé por muchos dolores de crecimiento en ese programa”, admitió. “Hubo momentos hermosos para mí y momentos realmente difíciles. Hacia mi última temporada, estaba en un matrimonio realmente horrible y hubo cosas que sucedieron en ese matrimonio que hicieron que fuera muy difícil para mí llegar siempre a tiempo al trabajo. Y sé que eso se convirtió en un problema muy grande para el resto de ustedes, como debería ser, porque si todos los demás están en tiempo y estás esperando a una persona, apesta”.

Shannen Doherty fue una de las protagonistas de la popular serie adolescente entre 1990 y 1994, viviendo un triángulo amoroso tóxico con Kelly (Jennie Garth) y Dylan (Luke Perry), hasta que la quitaron de la trama explicando que su personaje se iba a estudiar a la universidad de Minnesota, alejándose de la sombra perfecta de su hermano y el dolor del rechazo de Dylan tras elegir a su mejor amiga. Pero las historias de sus tardanzas resonaron en los medios de la época cuando se expuso su despido, pintando una imagen de ‘diva’ que terminó poniendo piedras en el camino hacia el estrellato que estaba viviendo. Y es que Shannen comenzó su carrera con apenas 11 años, encontrando su lugar en la industria poco a poco hasta que Beverly Hills, 90210 la colocó en el mapa de la popularidad mundial. Tenía 19 años cuando debutó en la serie, 23 cuando la despidieron.

Doherty admite ahora que sus tardanzas “no eran responsabilidad de nadie más que mía”, pero que desearía que alguien la hubiera sentado y explicado las consecuencias que su actitud tendría en su carrera. “Me hubiera gustado que me hubieran sentado y me hubieran mirado y dicho: 'Escucha, el resultado final será este: te van a despedir y ninguno de nosotros está dispuesto a aguantar más eso'”, explicó a su compañero. “’Y entiendo que tienes un problema en tu vida personal, pero eso tampoco puede trasladarse al trabajo y ¡necesitas arreglar tus cosas!’”

La actriz reconoce ahora que “probablemente no fue tan directa” con su problema como debería haber sido, guardándose en sus adentros todo el drama personal que estaba viviendo. “No creo que nadie supiera que mi padre estaba súper enfermo y que mi marido era un adicto a las drogas masivo… era algo que me consumía. Ni siquiera quería dejar la casa porque tenía miedo que se fuera a buscar drogas”.

El matrimonio tóxico que duró cinco meses

Shannen se casó con el músico Ashley Hamilton, el hijo de George Hamilton, en octubre de 1993 a los 22 años y cuando él tenía 19. Fue un proceso fugaz: se habían conocido tres semanas antes y terminaron en divorcio cinco meses después citando “diferencias irreconciliables”.

Hamilton habló abiertamente de sus adicciones en los últimos años, incluso reveló a People en 2013 que también sufría un desorden alimenticio que comenzó en su adolescencia, citando a su padre como la persona que siempre estuvo a su lado.

Al parecer, según la explicación de la actriz, aquel drama que vivía en casa, a corta edad y en su primer matrimonio, habría sido una gran influencia a la hora de llegar tarde al set de Beverly Hills, 90210, estando tan consumida por sus temores y problemas personales que aparentemente no supo ver cómo estaba poniendo en juego su carrera. No solo eso, ahora reconoce que no compartió lo que estaba viviendo, manteniendo la presión personal en sus adentros en lugar de buscar la comprensión y posible solución de esos compañeros que, sin saber su historia, probablemente solo veían a una compañera egoísta.

Así lo reconoce Jason Priestley ahora, diciéndole que desearía haber sabido la verdad a tiempo. “Fue increíblemente difícil para mí. Había tantas incógnitas. Desearía que todos tuviéramos más conocimiento sobre lo que estaba sucediendo en tu vida para poder abordar tu situación de una manera más compasiva”, le dijo.

Porque Beverly Hills, 90210 continuó otros seis años más sin Shannen Doherty, catapultándose como una de las series adolescentes más populares de los ‘90s mientras la joven actriz recomponía su vida personal y su carrera se tambaleaba sin éxitos hasta que Hechiceras llegó a su vida cuatro años después.

De esta manera, los dos hermanos más emblemáticos de la ficción terminan creando un reflejo sobre la importancia de la comprensión mutua. Porque si Shannen Doherty hubiera compartido sus problemas con sus compañeros, tal vez habría encontrado cierta empatía y entendimiento, evitando rumores, la fricción que seguramente habrán ocasionado sus tardanzas en el equipo que, al final, derivaron en que perdiera uno de los personajes más icónicos de su carrera.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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