Meryl Streep consigue romper la coraza de tipo gruñón de Brian Cox (y sin hacer nada)

MADRID, SPAIN - MARCH 29: British actor Brian Cox attends the HBO Max premiere of
MADRID, SPAIN - MARCH 29: British actor Brian Cox attends the HBO Max premiere of "Succession" at Academia de Cine on March 29, 2023 in Madrid, Spain. (Photo by Borja B. Hojas/WireImage)

Brian Cox tiene corazón después de todo. El actor que a sus 77 años se ha ganado la reputación de tipo gruñón, tanto por la presencia rabiosamente icónica de su personaje en Succession como por su tendencia a decir lo que piensa sin pelos en la lengua, ha roto su coraza durante una charla con Emily Blunt. Porque resulta que este actor escocés tiene un sueño que le gustaría cumplir antes de morir. Y lo comparte con una anécdota que desvela al hombre real detrás de la imagen gruñona.

El actor participó en la sección ‘Actors on actors’ de Variety, donde cada año diferentes duplas de intérpretes mantienen charlas distendidas entrevistándose mutuamente. Y en esta ocasión, cuando recordaron el primer éxito de la actriz con El diablo viste a la moda, Brian Cox aprovechó para contar la vez que se acercó a Meryl Streep, y muy en su línea, le dijo: “Nunca me gustaste”.

“La conocí una vez y le dije ‘nunca me gustaste’. Y me dijo ‘¿qué?’”, recordaba el actor mientras Emily Blunt se quedaba boquiabierta. “Le dije ‘nunca me gustaste porque estaba celoso. Me daban celos tu forma de actuar. Porque eras tan buena haciéndolo’. Y seguía pensando ‘¿Cómo puede alguien ser tan bueno?”

“Es tan buena. Tan centrada”, sentenciaba alagando a la ganadora de tres premios Oscar.

Y así, en otro momento de honestidad y mientras Emily Blunt explicaba el cambio “extraordinario” que supuso El diablo viste a la moda en su vida, Brian Cox admitía que le había encantado. Pero sobre todo, que le daba envidia que hubiera compartido escenas con Meryl Streep.

Me encantó. Y trabajar con una de las mejores actrices de la pantalla de todos los tiempos. Te envidio. Una de mis ambiciones antes de morir es trabajar con Meryl”, admitía Cox.

No vamos a negar que, a primera vista, las palabras del actor pueden tomarse como otro halago más de los muchos que adornan la carrera de Meryl Streep desde hace décadas. Sin embargo, cuando tenemos en cuenta quién las dice y cómo, toman un significado diferente.

Porque Brian Cox siempre fue un actor respetado por la industria y el público, pero desde el éxito de Succession lo acompaña un aura imponente que lo persigue constantemente. Logan Roy fue un personaje icónico que repartió furia y poder sobre sus empleados e hijos a lo largo de cuatro temporadas. Y Brian Cox supo trasladar la imposición que representaba su personaje con cada frase hiriente, cada momento de frustración, de manipulación o negociación. Con cada ‘vete a la m*erda’ que el personaje lanzaba a diestro y siniestro.

Y así, mientras creaba un símbolo de poder bajo el yugo del bullying y los abusos de su posición en la ficción, el actor terminó absorbiendo esa misma imagen de tipo gruñón haciendo gala de su honestidad a la hora de lanzar opiniones y críticas sin adornos. Por ejemplo, como hizo en su libro publicado en 2022, donde definía a Johnny Depp como un actor “exagerado y muy sobrevalorado” (más tarde se retractó), a Edward Norton como “un buen muchacho pero un poco molesto porque se imagina que es escritor y director", mientras decía que Quentin Tarantino es “rimbombante” (LA Times).

Brian Cox & Meryl Streep (Photo by Lester Cohen/WireImage)
Brian Cox & Meryl Streep (Photo by Lester Cohen/WireImage)

O cuando criticó el trabajo de ‘método’ de Jeremy Strong, quien famosamente pasó todas las temporadas de Succession metido en su personaje, diciendo en 2021 que ser actor “no es una experiencia religiosa”. Con el tiempo mantuvo su postura aunque intentó explicar que, en el fondo, le preocupaba lo que su compañero se hacía a sí mismo durante el proceso. “Es malditamente molesto”, repetía más tarde en otra entrevista para Town & Country al hablar de cómo se sentía con su compañero interpretando constantemente a Kendall Roy. “Tan solo haz el trabajo”, repetía luego a Variety.

Incluso Kieran Culkin, quien interpretó al hijo menor de Logan Roy, aseguró haberse sentido como un niño pequeño cada vez que actuaba junto a él en la serie. “Siempre que tengo que rodar con Brian es como ‘papá, siento que tengo 7 años’”, decía a Variety recientemente. “Puede ser un tipo aterrador. No para mí, puedo acercarme a él como un adulto. Pero por alguna razón, en el personaje, siento que tengo siete años a su lado”.

Por ejemplo, como anécdota graciosa, Variety compartió un momento de la sesión de fotos en donde Kieran Culkin se acercó a saludar a Brian Cox dado que el actor también participó de la sesión de entrevistas (la suya fue con Claire Danes). Y al abrazar a su padre de la ficción le dijo: “¿hoy estás gruñón?”, como reflejo bromista de la reputación que tiene el actor.

“La rabia siempre está cerca de mí”, confesó Brian Cox durante la charla con Emily Blunt cuando la actriz alababa lo convincente que resulta cuando “actúa estar enojado”. A su vez, si bien el actor no tiene problemas con la fama redescubierta gracias a Succession, no está muy convencido de poder cargar con la etiqueta de “icono” cultural.

“Es un problema”, reconoce cuando Emily Blunt le señala su nueva posición como el tipo gruñón de los ‘vete a la m*erda’ más famosos de la televisión. “Llevo haciendo esto desde hace 60 años y ahora soy el tipo de ‘vete a m*erda’. Tiene su encanto. Pero no es fácil ser un icono cultural. Como dicen en Escocia, es un trabajo terriblemente grande para un chico ordinario”.

Por todo esto, que Brian Cox se sincere revelando los celos que sintió por el talento de Meryl Streep, habiéndoselo confesado directamente con esa honesta brutalidad que tanto le caracteriza, sirve para desvelar al tipo de carne y hueso que existe detrás de toda la parafernalia rabiosa y mediática. Porque, en este caso, sus celos suponen la superficie de un reconocimiento y deseo más profundo que albergaba en sus adentros. Porque con toda su experiencia, todavía sueña con trabajar con ella por primera vez algún día hasta el punto de sentir envidia de Emily Blunt por haberlo hecho tres veces.

En una primera lectura nos puede parecer una confesión sin relevancia pero, cuando observamos su reciente historial como tipo gruñón de la industria, termina cobrando un sentido mayor como alguien que bajo esa coraza mediática y superficial se le remueven todo tipo de emociones cuando sueña con compartir y vivir la experiencia de trabajar con la legendaria actriz.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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