Un vídeo de 'Succession' es perfecto para aliviar la tensión que nos dejó el final

Fotograma de la temporada final de 'Succession' (cortesía de HBO Max)
Fotograma de la temporada final de 'Succession' (cortesía de HBO Max)

ATENCIÓN: ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DEL FINAL DE SUCCESSION

Ya podemos decir que el final de Succession es de esos que no olvidaremos nunca. De los que te sacuden como si estuvieras en una tormenta en altamar, sintiendo los vaivenes y la tensión de un final inminente. Hasta que, de repente, llega la calma. En este caso, en forma de agotamiento emocional a través de un emocionante viaje narrativo y un desenlace tan arrollador que todavía nos sigue provocando mareo. Sin embargo, vengo a decirles que existe un vídeo capaz de aliviarnos la tensión que nos deja en el cuerpo.

Se trata de un momento grabado fuera de cámaras. Justo después de que sus protagonistas, Jeremy Strong, Sarah Snook y Kieran Culkin, concluyeran su última escena juntos después de pasar 39 episodios interpretando a los hermanos más envidiosos, celosos y ambiciosos de la televisión. En el vídeo vemos a Jeremy Strong con el torso desnudo mientras sus hermanos de la ficción le rapan la cabeza. Se trata de un momento simbólico donde se despoja del personaje de Kendall, después de haber sido un actor de método a lo largo de toda la serie, manteniéndose metido en el personaje durante grabaciones y descansos. Pero lo más importante es que se trata de una despedida celebrada en el momento perfecto.

Aquellos que vieron el final reconocerán de qué secuencia se trata. La ropa que llevan lo desvela enseguida: se trata de la escena en Barbados, esa que aporta luz a una temporada repleta de sombras, cuando Kendall (Strong) y Shiv (Snook) visitan la casa materna con la intención de ganar el voto de Roman (Culkin), un día antes de la gran decisión de vender o mantener la empresa familiar.

Kendall lleva toda su vida luchando por ser el ganador. Shiv lleva la suya encontrando maneras de esquivar la misoginia que le rodea para ser la ganadora. Pero entonces nos sorprenden tomando la decisión grupal de ceder el liderazgo empresarial a Kendall (Strong), para luego celebrarlo como verdaderos hermanos. En ese momento dan prioridad a la unificación, dejando a un lado los celos, la envidia y la ambición alimentada por la manipulación paterna.

Y en ese momento nos hacen testigos de esa complicidad fraternal única entre hermanos, donde florece el amor y los roles infantiles se despiertan de nuevo entre el sarcasmo y el humor más negro. En esa secuencia, vemos a Kendall sonreír por primera vez en mucho tiempo. Una sonrisa feliz y genuina mientras Shiv y Roman se convierten en hermanos menores, jugando en la cocina y creándole una ‘comida digna para el rey’, mezclando todo lo que encuentran en una licuadora. (Una mezcla que, por cierto, Jeremy Strong bebió de verdad). Se trata de una escena que emociona hasta las lágrimas después de haber sido testigos de sus enfrentamientos constantes, que aporta luz y alivia la tensión que llevábamos sintiendo durante toda la temporada. Aunque se trata de una trampa. Una jugada magistral de su creador, Jesse Armstrong, que sirve como respiro emocional antes de la gran tormenta.

Porque ni Roman o Shiv pueden superar la idea de no ser los elegidos. La envidia y la ambición terminan por cavar la tumba de Kendall, con el voto final de su hermana en su contra. Roman vuelve a ser el don nadie que fue al principio, liberado de la guerra familiar que nunca quiso. Shiv se mantiene cerca del poder a través de Tom, vendiendo su felicidad y cambiando los roles con su marido, a cambio de rozar el liderazgo. Mientras el hermano mayor nos hace testigos de una última secuencia que no olvidaremos nunca: caminando hacia la Estatua de la Libertad, arrastrando los pies, con más millones en sus cuentas bancarias de los que jamás podrá gastar pero sin nada de valor humano. Con su identidad hecha añicos tras ser entrenado para ser líder desde los 7 años y la mirada perdida ante la destrucción sin retorno de la única misión que tenía en la vida.

Se trata de un final que nos deja boquiabiertos y emocionalmente agotados tras habernos entregado a una narrativa que nos sacudió a su antojo. Sin embargo, el vídeo sirve como un antídoto infalible para aliviar la tensión que nos dejó en el cuerpo. Porque descubrimos que sus protagonistas se despidieron por lo alto, compartiendo su final conjunto con la escena de mayor luz y alegría de toda la serie. Despidiendo a Kendall tras vivir la secuencia que los unía a través de un momento de camaradería que refleja la alegría opuesta al desenlace.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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