México es la envidia del mundo del cine con Zendaya, Timothée Chalamet y un comercial viral

Cuando las estrellas de Duna: Parte Dos visitaron México no solo dedicaron la breve estadía para promocionar la secuela y recibir el cariño de los fans mientras lucían estilazos futuristas. También hicieron hueco en sus agendas para grabar un comercial de Cinépolis, la cadena de exhibición cinematográfica más grande de México y América Latina, y en el proceso elevaron al país como la envidia del mundo del cine.

La historia nos traslada a las arenas de Arrakis donde una fotógrafa huye del inminente ataque de un gusano de arena, los monstruos letales de la ambiciosa adaptación de Denis Villeneuve. Pero entonces descubrimos que no se trata de una fotógrafa sino de una espectadora que observa la historia a través del lente de su cámara, sintiendo la adrenalina de la acción hasta que se refugia en sus palomitas. Y en ese momento aparecen las estrellas de la secuela, Timothée Chalamet y Zendaya, pero metidos en sus personajes. Como si Paul Atreides y Chani acudieran al rescate, arropándola y guiándola hasta la puerta de la sala, invitándola a dejarse llevar por la magia del cine. Una vez dentro la acompañan Florence Pugh y Austin Butler, como los otros compañeros de viaje de la misma historia.

El comercial se estrenó en YouTube a medidos de febrero aunque pasó bastante desapercibido. Es recién ahora que el público lo está comentando y compartiendo al descubrirlo como parte de los avances previos que se proyectan antes de cada proyección de la secuela en las salas de Cinépolis por toda Latinoamérica.

Y el resultado está siendo viral con reacciones de todo tipo: desde aquellos que aprovechan para criticar a la cadena según sus malas experiencias, a quienes aplauden las caras traviesas de Zendaya y los que no entienden el juego de miradas seductoras que lanza Timothée (yo tampoco la verdad). Sin embargo, creo que todo esto refleja algo mucho más grande.

Un comercial que es la envidia del cine

Creo que no me equivoco al suponer que la gran mayoría de espectadores detesta los comerciales que nos obligan a consumir cuando vamos al cine. Después de todo se trata de productos que, por lo general, no tienen nada que ver con la película que vamos a ver (autos, teléfonos celulares, seguros… hemos visto de todo). En muchos casos, solo consiguen que la espera hasta los preciados tráileres se haga eterna pero, en el caso de Cinépolis, suelen jugar con promociones completamente diferentes.

Por ejemplo, lo hicieron con Margot Robbie, Ryan Gosling y America Ferrara por el estreno de Barbie con un comercial donde aparecían compartiendo palomitas en el cine y saludando a espectadores en butacas cercanas. También lo hicieron con La Sirenita junto a Hailey Bailey y Javier Bardem viendo el remake en el cine con efectos que imitaban la sensación de estar debajo del amor. O con Jurassic World Domino recurriendo a efectos especiales que imitaban el acecho de dinosaurios gigantes. Pero aquí van más lejos hasta coronarse como la envidia de la industria de la exhibición mundial.

Porque este comercial producido para Cinépolis y grabado en la sala Diana de México, es una oda al cine. No sabemos si las estrellas protagonistas cobraron por su trabajo (me inclino a creer que sí aunque tampoco descartaría que formara parte de sus obligaciones promocionales por contrato), pero que dos estrellas tan influyentes, codiciadas y cotizadas por Hollywood como Zendaya y Timothée Chalamet se presten a tomarse un momento de sus apretadas agendas para trasladarse hasta un cine de la capital mexicana y rodar un comercial que los espectadores solo verán en las salas de cine, es un logro imponente.

Además, también cuentan con otras dos estrellas en alza en la industria como Florence Pugh y Austin Butler y con secuencias que incluyen efectos especiales como si se tratara de una super producción en toda regla. Si nos fijamos en el vestuario de cada uno desciframos que lo grabaron el mismo día que posaron ante la prensa en el Four Seasons, el hotel cinco estrellas que se encuentra a 500 metros del Cinépolis Diana.

Todo esto nos lleva a la conclusión de que este vídeo de un minuto y 20 segundos es algo que más de una cadena de cualquier país del mundo le gustaría tener en sus manos.

Sobre todo cuando tenemos en cuenta el fenómeno de taquilla que promete ser la secuela. Warner Bros. había sido conservador en sus proyecciones estimando unas ganancias de $65 millones en su primer fin de semana en cartelera en Estados Unidos. Pero el público respondió superando las expectativas con una recaudación de $82.5 millones que, sumados al resto del mundo, acumulan $182.5 millones en pocos días. No solo se coronó como el mejor estreno de 2024 sino que se plantó como el gran terremoto que el box office necesitaba.

Es cierto que la actitud seductora de Timothée Chalamet descoloca un poco, al igual que las miradas que Austin Butler lanza a la espectadora mientras comparten palomitas. Quiero creer que están intentando emular la seducción que los personajes cinematográficos producen sobre el público, aunque llama la atención que los dos actores masculinos aparezcan coqueteando con la espectadora y las dos estrellas femeninas se muestren más traviesas. Sin embargo, no son más que apreciaciones personales que quedan a un lado cuando valoramos el valor que este comercial tiene en la proyección del cine mexicano hacia el mundo.

Porque las estrellas de Dune: Parte Dos recorrieron diferentes rincones del planeta durante la extensa campaña promocional y, aun así, fue en México donde cedieron sus servicios para un comercial que habla del poder del cine. Un comercial que nos invita a dejarnos llevar por la narrativa, la acción y la adrenalina de la secuela, envueltos por esos personajes que nos acompañan durante toda la historia.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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