Yahoo Estilo 'Duna: Parte 2' confirma la injusticia de Hollywood con Rebecca Ferguson
La actriz eleva su interpretación en la continuación de la película protagonizada por Timothée Chalamet y Zendaya
Uno de los ingredientes que convirtió a Duna de Denis Villeneuve en una de las películas de ciencia-ficción más admiradas de los últimos años fue su elenco de estrellas: Timothée Chalamet, Zendaya, Oscar Isaac, Josh Brolin, Jason Momoa, Javier Bardem, Dave Bautista, Rebecca Ferguson, entre otros. Con su continuación, Duna: Parte 2, el listado continúa subiendo niveles, añadiendo nombres como el de Austin Butler, Florence Pugh, Christopher Walken, Léa Seydoux o la sorpresa de última hora de Anya-Taylor Joy. Pero no solo eso, porque la evolución de personajes de esta secuela nos ofrece un nuevo salto de altura en este aspecto, con intérpretes yendo todavía más allá de sus posibilidades y dejándonos de piedra en la butaca, como el caso Rebecca Ferguson.
Después de huir junto a Paul del exterminio de la casa Atreides en Arrakis, su personaje, Jessica, encuentra refugio entre los Fremen, los nativos del planeta. Es aquí cuando lo habitantes del desierto, apoyándose en que ella está integrada en la orden de las Bene Gesserit, la eligen como su Reverenda Madre, hecho que trae consigo un registro más oscuro y misterioso para Ferguson con el que se erige como una de las grandes virtudes de este nuevo capítulo.
Pero, más allá de las implicaciones en Dune: Parte 2, este trabajo de la actriz nos vuelve a plantear una cuestión: ¿cómo es posible que una de las intérpretes que más fuerte ha pisado en Hollywood en los últimos años todavía siga sin apenas grandes oportunidades a la vista? Porque, analizando todos sus trabajos en la última década, no cabe duda de que siempre se ha posicionado como una de las grandes promesas de la industria y esta parece seguir ignorando sus grandes hitos.
Podemos empezar hablando de su llegada a Misión Imposible en su quinta entrega, la titulada Nación secreta. Fue su primer gran papel en un blockbuster y se erigió como uno de los pilares fuertes de la franquicia de Tom Cruise, demostrando todo el carisma, la fuerza y el clasicismo necesario para hacerse lucir en el cine de espías y de acción con un personaje de armas tomar. El poder que demostró en secuencias como la de la ópera, la que para mi gusto fue uno de los mejores instantes del film y de toda la saga, era digno que de Hollywood pasara a valorar a Fergusson para sus proyectos de acción más ambiciosos. Pero no ocurrió.
En los años posteriores, acabó ligada a roles secundarios, como la adaptación de La chica del tren, la cinta de terror y ciencia-ficción Life: Vida inteligente, o en proyectos fallidos como el thriller El muñeco de nieve, el reboot de Hombres de negro con Chris Hemsworth y Tessa Thompson o Reminiscencia con Hugh Jackman. Solo El gran Showman le permitió lucirse en pantalla, pero, aunque fuera uno de los grandes éxitos musicales de la pasada década, no es que fuera una película que causara sensación en los círculos académicos y críticos de la industria. De hecho, aunque al público le parezca imposible, las críticas fueron bastante mixtas.
Afortunadamente, Fergusson pudo seguir luciéndose a lo grande en Misión Imposible, donde Tom Cruise no dudó en seguir contando con su talento en posteriores entregas y la posicionó como una de las secundarias clave de su saga estrella. Además, entre medias tuvo trabajos que no generaron mucho ruido pero que eran muy reivindicables, como Doctor Sueño, la secuela de El resplandor a cargo de Mike Flanagan (La maldición de Hill House, La caída de la casa de Usher…) en donde interpretó a su enigmática villana.
'Duna' y otros papeles por los que mereció reconocimiento
Su fichaje para Duna, un blockbuster de corte más serio a cargo de un director de prestigio como Denis Villeneuve, parecía la oportunidad perfecta para que la industria se rindiera a ella. Además, con un personaje de tantos matices como Jessica, logró ofrecer una interpretación que incluso se comía el protagonismo de Timothée Chalamet como Paul Atreides. Pero de las muchas nominaciones y éxitos en premios que tuvo esta película, ninguno fue para Fergusson, que siguió sin grandes proyectos cinematográficos a la vista más allá de las secuelas de Misión Imposible o la continuación de estas adaptaciones de las novelas de Frank Herbert.
Algo similar ocurrió con Silo, la serie de AppleTV+ donde ella sola cargó con toda una vibrante e intrigante propuesta de ciencia-ficción distópica que se erigió como una de las mejores adicciones seriéfilas del 2023. En este caso, valorando que Apple sigue sin despegar su servicio de streaming y que muchas de sus mejores series apenas despiertan ruido, se puede entender que no se tuviera a Fergusson en consideración. Aun así, es inexplicable que, con trabajos como este, Duna o Misión Imposible, ahora mismo no tenga nada a la vista, que no le hayan ofrecido proyectos de corte más académico donde lucirse y aspirar a premios o que no se reivindique más su talento.
Ojalá el estreno de Duna: Parte 2 vuelve a ponerla en la conversación y se vuelva a hablar de ella como una de las actrices más prometedoras del Hollywood actual. No obstante, valorando el gran reparto que conforma la película, que se pone más el foco en el espectáculo y en la atmósfera que en desarrollar personajes y acontecimientos o que nuevos fichajes como Austin Butler se comen la pantalla y van a acaparar toda la atención, parece una misión complicada. Pero, como digo, su trabajo interpretando a una Jessica más oscura y misteriosa que anticipa grandes acontecimientos futuros en la franquicia, es, de nuevo, de lo mejores elementos de esta epopeya épica y otra confirmación de que Rebecca Ferguson merece mucha más atención de la que tiene.
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