Michael Cera expone la deuda que Hollywood tiene pendiente con sus jóvenes promesas

La fama no es fácil de sobrellevar, sobre todo si eres un adolescente recién llegado a Hollywood que de la noche a la mañana se convierte en una estrella sin herramientas para gestionarla. Eso es justo lo que le ocurrió a Michael Cera en sus orígenes, cuando trabajó en comedias de fuerte calado como Supercool o Juno. Crecer, correr y tropezar y se erigió como una promesa del cine, a quien con los años le lloverían papeles en Scott Pilgrim contra el mundo, Este es el fin o más recientemente Barbie.

El actor se ha abierto sobre ello en una entrevista concedida a The Guardian, pero, más allá de su mala experiencia como intérprete primerizo en Hollywood, sus palabras nos hacen reflexionar sobre la nula capacidad que sigue teniendo la industria de preparar a sus estrellas para un mundo tan intenso y cruel como las altas esferas del entretenimiento. Especialmente si se trata de gente joven que aún no es capaz de digerir cambios fuertes en sus vidas.

“No sabía cómo manejar el caminar por la calle”, dijo Cera. “La fama te hace sentir muy incómodo en tu propia piel y te vuelve paranoico y raro. Hubo muchas cosas geniales al respecto, y conocí a mucha gente increíble, pero también hay muchas malas energías que no estaba preparado para gestionar”, explicaba sobre las consecuencias del éxito de Supercool y Juno en 2007, cuando solo tenía 19 años.

“Ya sabes, si la gente está borracha te reconocen y están muy entusiasmados, pero también puede ser un poco tóxico”, continuaba el actor. “Cuando eres un niño, las personas también sienten que pueden agarrarte y no son tan respetuosos contigo ni con tu espacio físico. No sabía cómo establecer respetuosamente mis propios límites. Fue como una sensación de ardor todo el tiempo, al igual que todos estaban muy pendientes de mí. Fue un error”.

Ya había trabajado en papeles pequeños en Confesiones de una mente peligrosa de George Clooney o la serie Arrested Development, pero esta vez interpretaba papeles protagonistas que ponían buena parte de la atención de sus historias sobre él. Como tal, Hollywood, y más en concreto los estudios tras Supercool y Juno y los agentes de la industria que gestionaban su carrera, probablemente deberían trabajar con algún tipo de protocolo que impida este tipo de sucesos. Es decir, una especie de guía o preparación que ayude a poner en contexto todo lo que está por venir si la película en cuestión tiene éxito. Porque la fama no solo afecta al perfil profesional, sino también al espacio personal. Tal vez, incluso, esa misma guía o ayuda debería estar accesible para los familiares o personas cercanas que convivirán con la fama a su lado para, así, saber cómo gestionarlo y ayudarlo.

Es cierto que al hablar de una comedia adolescente y de una cinta independiente es difícil anticipar que fueran a convertirse en dos de los títulos destacados de aquellos años. Pero así ocurrió, y Michael Cera se vio ante un abismo al que no supo enfrentarse y que le planteó la idea de dejar su carrera. “Hubo un punto en el que quería dejar de aceptar trabajos que me hicieran más famoso”, continuaba. “Estaba teniendo un poco de crisis. Realmente no estaba disfrutando el nivel de cariño. No sabía si iba a seguir siendo actor”.

En su caso, el tiempo y la experiencia le hicieron aceptar la fama y continuar destacando en Hollywood, pero si aplicamos su experiencia a los muchos niños prodigio y adolescentes que desfilaron por la industria para luego desaparecer, quedar destrozados por el clima hostil de la fama o verse involucrados en historias turbias, desde luego da que pensar.

Es un tema redundante, pero que hoy sigan saliendo declaraciones de este estilo, con estrellas que aparentemente gozaban de buena salud profesional en años de éxito, deja en entredicho que Hollywood aún tiene muchas cuentas pendientes. Y cuidar la protección jóvenes promesas, ayudarles a dar el salto a un mundo de prestigio y fuerte exposición pública o compaginar su vida cotidiana con la fama, debería ser una de las prioridades a cuidar y seguir mejorando en la industria. De hecho, son los requisitos que Michael Cera buscaba para su vida en aquel momento. “Creo que quería ser un actor trabajador que pudiera disfrutar de mi vida cotidiana y del mundo que he creado para mí”, dijo. “Creo que eso era lo que estaba tratando de resolver en general”.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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