El milagro que salvó a 'Cuatro bodas y un funeral' de la catástrofe

HOLLYWOOD, CALIFORNIA - 12 DE MARZO: En esta fotografía proporcionada por A.M.P.A.S., se ve a Andie MacDowell y Hugh Grant entre bastidores durante la 95ª edición anual de los Premios de la Academia el 12 de marzo de 2023 en Hollywood, California. (Foto de Richard Harbaugh/A.M.P.A.S. vía Getty Images)
HOLLYWOOD, CALIFORNIA - 12 DE MARZO: En esta fotografía proporcionada por A.M.P.A.S., se ve a Andie MacDowell y Hugh Grant entre bastidores durante la 95ª edición anual de los Premios de la Academia el 12 de marzo de 2023 en Hollywood, California. (Foto de Richard Harbaugh/A.M.P.A.S. vía Getty Images)

 

Por Teresa Aranguez.- Cuando en 1994 Cuatro bodas y un funeral estaba a punto de estrenarse, nadie daba un centavo por ella. Ni siquiera parte de su equipo. Tenían razones para hacerlo. Pero como suele pasar en estos casos, el desastre que algunos visualizaban terminó convirtiéndose en uno de los grandes éxitos de taquilla de los '90. Si tan mal pintaba la cosa, ¿qué salvó del fracaso a esta cinta británica de bajo presupuesto y un rodaje accidentado?

Hay proyectos que empiezan con mal pie y este fue uno de ellos. Los inconvenientes eran constantes. Sobre todo al principio. Así mismo lo contaron poco después piezas tan importantes de este rompecabezas como son el director Mike Newell y el guionista, Richard Curtis. También su galán protagónico, Hugh Grant, quien, mientras la rodaba, llegó a hablar pestes de este proyecto. El actor denominó la película como “completa tontería”, “desastre” y “absoluta basura" en una conversación con su amigo y compañero, el actor Sam Neill quien así lo contó en sus memorias Did I ever tell you this? (vía Indiewire).

Cuatro bodas y un funeral reunía todos los requisitos para caer en picado y estar entre las ganadoras de los premios Razzies, conocidos como los anti-Oscar. Para empezar, no estaba basada en ningún best-seller conocido. En realidad Curtis se inspiró en una experiencia personal y sencilla para escribirla. “Estaba inspirada en una historia real de cuando conocí a una chica muy atractiva en una boda y la cosa no se dio. También en el hecho de que había estado en unas 72 bodas de amigos en los últimos años. Quería construir una película sobre cada momento en una relación y mostrarla en tiempo real”, explicó Curtis a Deadline.

Además, a la historia le faltaba la varita mágica de Hollywood al tratarse de una cinta inglesa, de bajo presupuesto, sin padrino ni grandes figuras. Porque recordemos que Hugh no era la estrella que hoy conocemos. Y aunque la carrera de Andie MacDowell sí tenía más reconocimiento gracias a películas como Sexo, mentiras y video y El día de la marmota, todavía no era una movie star con todas las letras. Tampoco ayudaba que el dinero con el que contaban era tan ridículo y escaso, que apenas tenían 36 días para hacerla. “Lo más fuerte de todo fue el escaso dinero que teníamos. Así que tuvimos que acortar el rodaje. Teníamos el tiempo en nuestra contra”, recordó Newell en una entrevista con Deadline.

No había tiempo ni dinero, pero les sobraba algo que lo salvó todo. “Éramos jóvenes y teníamos ganas. Además, el guion era espléndido y ver cada escena desarrollarse era una delicia”, dijo el director. Irónicamente, tener tan pocos recursos les llevó a ser más innovadores y tener ideas brillantes sacadas de la nada que con la comodidad nunca hubieran visto la luz. “En nuestra apretada agenda, teníamos que conseguir hacer cuatro celebraciones especiales, cuatro bodas y un funeral, lo que suponía cientos de extras. Lograr hacer las escenas era retador. Pero no había tiempo que perder”, añadió el cineasta a The Guardian.

Había que encontrar a su protagonista femenina. Una tarea difícil y tortuosa. ¿Se imaginan Cuatro bodas y un funeral sin Andie MacDowell? Eso mismo estuvo a punto de ocurrir. La elegida inicial fue Joanne Tripplehorn. La que fuera una de las protagonistas de Atracción fatal se vio obligada a salir del proyecto tras el fallecimiento de su madre. Así que la oferta cayó en manos de Marisa Tomei, a quien la fatalidad también la alejó del proyecto. Su abuelo, que vivía en Nueva York, estaba muy enfermo y la actriz no quería separarse de él. El destino quiso que el papel recayera en Andie, y resultó ser una decisión redonda.

A día de hoy, la protagonista ha reconocido que a pesar del ínfimo presupuesto y todos los retos que tuvieron para sacar adelante la cinta, mereció mucho la pena transitar ese camino. “Había poco dinero pero no dimos la imagen de barato. Todo se sentía de lujo y las locaciones eran preciosas. Tenía a mis dos hijos conmigo así que no salía mucho, pero todo el mundo nos llevábamos de maravilla. Tampoco hacíamos mucho entre toma y toma porque no había tiempo. El rodaje se hizo en 26 días”, explicó a The Guardian.

Ayudó especialmente que su conexión con Hugh fuera de cámaras fuera estupenda. Y eso se transmitió en la pantalla. “Trabajar con Hugh Grant fue fácil. Era adorable y muy divertido. Cuando le conocí, le dije al director Mike Newell: ‘Estoy va a ir muy bien’. Y así fue… Esta película era la primera vez que el público le vería en una producción tan grande e hizo un excelente trabajo”, expresó la también protagonista de Matrimonio por conveniencia.

El ímpetu de todos, la buena onda entre compañeros y la disposición a que las cosas salieran bien a pesar de los ‘peros’ tuvo mucho que ver en el buen resultado final de la cinta y posterior buen recibimiento. Pero hubo algo más que obró el milagro. Que fue definitivo para que Cuatro bodas y un funeral estuviera entre los títulos más top de los años '90. Así lo explicaba Newell a The Guardian. “Estrenar primero en América fue lo mejor que pudimos hacer. Evitó que la gente pensara que se trataba de una cinta inglesa pequeña y sin importancia.”

Y así se dio la magia. La comedia romántica recaudó $245 millones, nada mal teniendo en cuenta que arrancó con un presupuesto nimio de $4 millones. La cinta dio la vuelta al mundo y también a las premiaciones, donde ocupó un lugar bastante respetable teniendo en cuenta el género, la temática y los dolores de cabeza que supuso. Hugh Grant se llevó el Globo de Oro como Mejor Actor de Comedia Musical y estuvo nominada a dos Óscar como Mejor Película y Mejor Guion Original. Eso solo en Estados Unidos.

A día de hoy, aquel Hugh que la catalogó como “basura” ha reconocido que “cambió mi vida”. A quienes pertenecemos a aquella generación, escuchar el título de Cuatro bodas y un funeral genera recuerdos entrañables de una época más romántica en el cine. Quizá no fue la película del siglo, pero como dijo Newell a Deadline, “hizo a la gente feliz”.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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