El caso de Mira Sorvino con Harvey Weinstein fue aún más desgarrador de lo que creíamos

Mira Sorvino fue una de las víctimas de Harvey Weinstein y una de las primeras mujeres en salir al frente a denunciar los abusos del polémico productor de Hollywood. Cuando The New Yorker sacó a la luz el caso en 2017, la actriz habló alto y claro sobre cómo este magnate de la industria abusó de ella y de cómo se la expulsó de proyectos tras rechazar sus insinuaciones o quejarse ante representantes de su empresa.

Fue la respuesta clara a por qué la actriz, que en los '90 se consolidó como una de las grandes promesas de Hollywood con su Oscar por Poderosa afrodita de Woody Allen o películas como Mimic de Guillermo del Toro o Beautiful Girls con Uma Thurman, pasó a transitar proyectos de bajo estatus y dejó de lado el estrellato.

Directores como Peter Jackson, que quisieron contar con ella para grandes producciones como El señor de los anillos, lo confirmaron, revelando en pleno surgimiento del #MeToo que Weinstein, bajo el amparo de su productora Miramax, puso todos los recursos a su alcance para evitar que actrices Sorvino o Ashley Judd continuaran creciendo en la industria.

"Recuerdo que Miramax nos dijo que era una pesadilla trabajar con ellas y que debíamos evitarlas a toda costa", dijo Jackson al medio neozelandés Stuff. “Ahora sospecho que recibimos información falsa sobre estas dos mujeres talentosas y, como resultado directo, sus nombres fueron eliminados de nuestra lista de casting”.

Pese al miedo inicial a sufrir más represalias, el tsunami que despertó el #MeToo motivó a Sorvino a contar sin miramientos todos los abusos que Weinstein profirió hace a ella, como dejó claro en sus columnas para Time, The Hollywood Reporter, Vanity Fair o en diversas entrevistas u actos públicos. No obstante, en una reciente intervención con People, la actriz acaba de revelar otro detalle que hace todavía más desgarradora su experiencia con el polémico productor.

Según sus palabras, cuando su carrera fue cuesta abajo no era consciente de lo que estaba sucediendo. Mientras Weinstein maquinaba para hundir su futuro y reputación, ella justificaba el rechazo de los grandes proyectos a cosas del destino, a no dar la talla y a tener que seguir luchando para demostrar un talento que ya había dejado bien claro.

“Durante un tiempo, tuve muchas ofertas maravillosas y luego Harvey Weinstein sofocó mi carrera. Así que dejé de hacer películas de estudio importantes después de 1998", contaba Sorvino. "Dejé de ser una actriz de cine viable. Todavía hacía películas independientes y seguía haciendo televisión, pero era muy difícil... En ese momento no sabía lo que estaba pasando. Se convirtió, ya sabes, en una especie de sensación de que el destino simplemente no estaba de mi parte, pero que iba a ser sólo cuestión de tiempo hasta que recuperara mi estatus".

Todavía no confía en su talento

Afortunadamente, Sorvino encontró serenidad en su familia y optó por sumarse a proyectos sociales que le ayudaran a sentirse bien consigo misma. Sin embargo, a día de hoy, ya siendo consciente de la cruda realidad que rodeó a su carrera en los '90, aún considera que no tiene valor como actriz.

'Me casé. Me convertí en madre", continuaba. "Me hice Embajadora de Buena Voluntad de la ONU en materia de trata de personas, lo cual ha sido una gran parte de mi vida y es un cargo que ocupo oficialmente desde 2009. Pero sí, mi familia. Mi familia es mi todo y no veo mi valor como actriz famosa. Considero que mi valor es ser una buena persona."

Son palabras descorazonadoras, porque su valor como persona no es incompatible con su talento como actriz. Además, valorando estas nuevas afirmaciones, es incluso más duro reflexionar sobre los textos que escribió en sus primeras denuncias públicas, donde señalaba que tanto a ella como a otras actrices se les echaba en cara el haber guardado silencio.

Precisamente, ya lo dejaba entrever en su columna para THR, admitiendo que ni ella ni sus compañeras eran conscientes de toda la maldad que se gestaba tras los vetos y desprestigios que Weinstein llevó a cabo. “Aquí está la parte que la gente no entiende. Hay mucha gente que piensa: 'Todas ustedes lo sabían, guardaron silencio y podrían haber evitado que tanta gente resultara herida'. Pero solo lo supe por mí misma por un tiempo y luego sólo otra joven me contó su experiencia”, destacaba.

Claro queda que el horror por el que pasaron todas estas mujeres fue más allá de los abusos de poder y las violaciones, porque estas inseguridades sin ser conscientes de la cruda realidad que les asolaba pueden ser fruto de problemas graves de autoconfianza y salud mental. En el caso de Sorvino, puede que su familia y sus otros proyectos fuera del Hollywood la ayudaran a gestionarlo, pero desde luego no merece creer en una falta de talento.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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