'Misión de rescate 2' evidencia el obstáculo de Netflix para los amantes del cine
Ya no queda ninguna duda. Chris Hemsworth es el nuevo príncipe del cine de acción y Misión de rescate 2 lo deja clarísimo a través de una propuesta tan intensa y trepidante que deja a John Wick literalmente por los suelos. La secuela sobre el mercenario con corazón aterrizó en Netflix el pasado 16 de junio y enseguida se coronaba como la película más popular del servicio. Y no me extraña. Porque más allá del éxito de la primera entrega, la fidelidad del público hacia el género y la bestial campaña de marketing, esta secuela merece estar en la cima por ser un espectáculo adrenalínico de proporciones épicas.
Sin embargo, esos mismos fuegos artificiales que nos mantienen al borde del sillón, son los mismos que evidencian el obstáculo que interpone Netflix con sus propios usuarios.
Misión de rescate 2 devuelve al mercenario Tyler Ryke a la acción después de estar al borde de la muerte al final de la primera película. Sin embargo, en esta ocasión se trata de una misión personal, asumiendo la tarea de rescatar a su excuñada y sobrinos de las garras de un despiadado gánster georgiano. Y no solo supera a su predecesora como propuesta de acción extrema, sino que consigue elevar el nivel de cada secuencia utilizando todos los elementos disponibles a su favor. Desde la credibilidad que transmite el físico de su protagonista, a coreografías extremas, persecuciones trepidantes, efectos visuales que producen vértigo y efectos de sonido que nos hacen sentir escalofríos con cada hueso roto.
Pero hay un problema. Un obstáculo que surge de forma inevitable cuando estamos viendo a Chris Hemsworth desplegar todo su arsenal como estrella de acción, con peleas coreografiadas al milímetro, disparando sin cesar en un tren en movimiento o colgado al borde de un edificio. Y es que Misión de rescate 2 es una película que pide a gritos una sala de cine.
Es una de las películas que nos recuerda lo irremplazable que es la experiencia cinematográfica. Que por mucho que los servicios streaming se hayan convertido en una herramienta habitual en la relación de los espectadores con las obras audiovisuales, tienen difícil cumplir el propósito de reemplazar la vivencia de elevar nuestros sentidos a la máxima potencia con el poder que tiene una gran pantalla. Y esta secuela lo deja clarísimo. Porque cada secuencia de acción extrema despierta el mismo deseo: ‘¡Cómo me gustaría ver esto en el cine!”
Y no soy la única. Son muchos los usuarios que han expuesto el mismo deseo en redes sociales, alabando el espectáculo adrenalínico que propone la película pero, también, lo mucho que hubieran deseado poder disfrutarlo en una sala de cine. Y lo peor de este pensamiento es que arrastra cierto nivel de decepción ante la noción absoluta de saber que no será posible. Que si Netflix y otros servicios streaming apuestan por este tipo de espectáculos cinematográficos, no podremos disfrutarlos en el cine.
Porque así es el modelo de negocio de Netflix, produciendo y comprando contenido que atraiga a la inscripción mensual y la continuidad de los suscriptores.
Gadamn! Extraction 2 is so bad ass. Definitely worth the wait. How is it this good and not on the Big Screen? pic.twitter.com/zKYQo2QtKg
— Mr Wick (@JardaniJovonovv) June 16, 2023
It's too bad EXTRACTION 2 only premiered exclusively on Netflix.
Because I watched it on the big screen and trust me, that movie was built to be enjoyed & experienced in theaters.#Extraction2 #Extraction2Netflix pic.twitter.com/X0xcp4gKKn— Rama's Screen (@RamasScreen) June 17, 2023
Las veces que estrenaron algunas de sus películas en salas de cine fue porque pasaban por festivales o por complacer las normas de la temporada de premios. Como es el caso de los Oscar, que exige que una película esté en exhibición durante siete días consecutivos en un mismo cine para ser considerada. Lo hicieron con tick, tick… Boom!, El poder del perro, No mires arriba, El diablo a todas horas, El irlandés, Historia de un matrimonio y muchas más. Pero ninguna obtuvo grandes resultados de taquilla. Después de todo, resulta fácil deducir que al público no le interesaría pagar la entrada si podría verlas en pocos días como parte de la suscripción. Sin embargo, creo que el caso de Misión de rescate 2 sería diferente.
Después del éxito de la primera película (todavía se mantiene como la octava más vista en la historia del servicio), su sabor a blockbuster y viendo el espectáculo de acción que prometía la campaña promocional, creo que muchos espectadores habrían pagado por verla en gran pantalla. Desde los mismos tráileres se notaba que su director Sam Hargrave (un especialista en escenas de riesgo que conoció a Hemsworth cuando trabajaba como doble de Chris Evans en Vengadores), Chris Hemsworth y los hermanos Russo en función de productores, habían apostado por algo grande. Por un espectáculo adrenalínico, sonoro y visualmente trepidante. Un espectáculo que incluye un falso plano- secuencia de 22 minutos brutal y pide a gritos una sala de cine.
Como apuntaba previamente, no solo lo digo yo. Hasta Chris Hemsworth lo reconoció en una entrevista para EW. “Mentiría si dijera que no deseo que esté también en el cine, porque creo que funciona muy bien en una pantalla grande con un gran sistema de sonido”, confesaba. Y si bien reconocía sentirse “agradecido” de haber protagonizado la película porque no sabe si, al final, habrían tenido la oportunidad de estrenarla en salas de no haber tenido a la plataforma de su lado, me parece evidente que películas como John Wick 4 (con sus $432 millones en la taquilla mundial) demuestran que la industria del cine y el público están conectados cuando se trata de espectáculos de acción.
El público ya está acostumbrado al consumo del streaming. La pandemia se encargó de asentarlo del todo. Pero a veces aparecen producciones que nos permiten sentir el anhelo por la experiencia tradicional. Y Misión de rescate 2 es una de ellas. Sin embargo, el modelo de negocio de Netflix se convierte en un obstáculo para hacerlo realidad porque, al final, apostar por la taquilla va en contra de su formato al suponer la pérdida de potenciales usuarios.
De todos modos, creo que resulta importante destacar que si hablamos de arte y la experiencia del usuario, quizás podrían considerarlo en películas como Misión de rescate 2. Y con la tercera entrega más que asegurada, quizás es hora de que nos tengan en cuenta como amantes del cine, más allá de nuestro rol como suscriptores mensuales.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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