Naomi Campbell y el menosprecio que sufrió antes de convertirse en una poderosa supermodelo

NUEVA YORK, NUEVA YORK - 5 DE SEPTIEMBRE: Naomi Campbell camina por la pasarela en el lanzamiento de PrettyLittleThing x Naomi Campbell en Cipriani 25 Broadway el 5 de septiembre de 2023 en la ciudad de Nueva York. (Foto de Taylor Hill/WireImage)
NUEVA YORK, NUEVA YORK - 5 DE SEPTIEMBRE: Naomi Campbell camina por la pasarela en el lanzamiento de PrettyLittleThing x Naomi Campbell en Cipriani 25 Broadway el 5 de septiembre de 2023 en la ciudad de Nueva York. (Foto de Taylor Hill/WireImage)

Naomi Campbell fue y sigue siendo un torbellino en el mundo de la moda. Fue la primera mujer negra en aparecer en una portada de la revista Vogue, de las supermodelos más poderosas de los ‘90s y un terremoto único sobre la pasarela. Sin embargo, le tocó luchar contra el racismo y rechazo por el color de su piel viendo cómo la menospreciaban y diferenciaban con el resto de sus compañeras blancas.

Así lo cuenta en Las supermodelos, la serie documental de Apple TV+ donde Cindy Crawford, Linda Evangelista, Christy Turlington y Naomi repasan su legado como las top-models más influyentes de los ’90. No obstante, entre todas las historias y anécdotas que comparten, surge una que no pasa desapercibida, porque desvela la fortaleza de Naomi Campbell en plena juventud. Y, en cierto sentido, ayuda a romper con la etiqueta de ‘difícil’ que arrastra desde entonces.

Nacida en Londres en 1970 y criada por su madre soltera, Naomi supo que no iba a dejar que el racismo la frenara cuando aterrizó en la industria a los 15 años. Quería alcanzar lo mismo que sus compañeras blancas y no iba a detenerse hasta conseguirlo. Pero el camino no fue nada fácil, viéndose obligada a lidiar con el dolor del rechazo y la inferioridad que imponía el racismo que le rodeaba.

“Nadie desfilaba como Naomi”, recuerda Hal Rubenstein, el cofundador de la revista In Style. Y tiene toda la razón. Solo hay que ver vídeos de la época para recordar la presencia arrolladora que tenía cuando pisaba una pasarela. Hasta su amiga Linda Evangelista coincide. Sin embargo, la industria no la contrataba con la misma frecuencia que a sus compañeras.

La supermodelo Naomi Campbell en la pasarela de los British Fashion Awards, Londres. (Foto de Adam Butler - PA Images/PA Images vía Getty Images)
La supermodelo Naomi Campbell en la pasarela de los British Fashion Awards, Londres. (Foto de Adam Butler - PA Images/PA Images vía Getty Images)

“No lo entendía”, dice Linda Evangelista. “Pensaba que Naomi era más hermosa, tenía un cuerpo más despampanante que el mío y un contoneo mejor. Pero ¿Por qué no la contrataban?”, se preguntaba. Y la respuesta era tan sencilla como complicada: era una modelo negra.

Edward Enninful, editor jefe de la versión británica de Vogue, recuerda en el segundo episodio que los diseñadores tenían la mentalidad de únicamente utilizar una modelo negra en cada temporada. O que las chicas negras solo podían participar en pasarelas de verano, o llevar ropa de colores brillantes. Y esas limitaciones racistas hacían que Naomi Campbell, aun siendo de las mejores, se quedara relegada. Pero entonces sus amigas, Linda Evangelista y Christy Turlington, se plantaron con todo su poder en el negocio, amenazando con no aceptar desfiles si no contrataban a Naomi.

“Estuvieron a mi lado y me apoyaron. Y eso fue lo que me mantuvo en marcha”, recuerda la modelo. Pero no fue suficiente. Porque después de aparecer en esos desfiles de diseñador, seguía sufriendo el mismo desprecio. “Hacía esos shows maravillosos, llevaba esos vestidos hermosos, pero cuando llegaba la hora de hacer publicidad, no me incluían”, recuerda Naomi. “Y eso solía dolerme mucho”.

Explica que con frecuencia la contrataban para “apaciguarme” o para “hacerme creer que iban a contratarme”, pero que luego pasaba horas sentada en la sesión de fotos esperando en vano. “Estaba sentada de 9 a 6 de la tarde, todo el día, y no me usaban. Me hizo más determinada que nunca”, sentencia. “Para que nunca me traten así, que nunca me pusieran en esa posición de nuevo”.

NUEVA YORK, NY - 7 DE FEBRERO: (De izquierda a derecha) Linda Evangelista, Christy Turlington y Naomi Campbell en la 13ª edición de los Premios CFDA anuales en el Teatro del Estado de Nueva York en el Lincoln Center el 7 de febrero de 1994 en la ciudad de Nueva York. (Foto de Patrick McMullan/Patrick McMullan vía Getty Images)
NUEVA YORK, NY - 7 DE FEBRERO: (De izquierda a derecha) Linda Evangelista, Christy Turlington y Naomi Campbell en la 13ª edición de los Premios CFDA anuales en el Teatro del Estado de Nueva York en el Lincoln Center el 7 de febrero de 1994 en la ciudad de Nueva York. (Foto de Patrick McMullan/Patrick McMullan vía Getty Images)

Esa determinación y tenacidad la demostró incluso antes, con 17 años en 1987, cuando pidió si podía aparecer en la portada de la revista Vogue. Pero la reacción que obtuvo la hizo sentir “rara y empequeñecida”. A continuación, le comentó su sueño al equipo de Yves Saint Laurent y, según Naomi, poco meses después le dieron su primera portada.

Fue la primera mujer negra en aparecer en las portadas de la revista Time y Vogue, desarrollando una carrera imparable que ahora celebra con sus amigas en la serie de Apple. Y, como apuntaba al principio, esta misma batalla por ser tratada igual que el resto podría desbancar que se ganara la etiqueta de ‘difícil’. Una etiqueta que, como muchas otras mujeres a lo largo de la industria del entretenimiento, se ganó por simplemente hacerse valer y decir lo que pensaban.

Naomi Campbell revela en el tercer episodio que la etiqueta de ‘difícil’ surgió después de enfadar al fundador de una agencia de modelos por rechazar un contrato. "Era difícil ser una mujer negra franca y definitivamente recibí el bastón muchas veces", explica para entonces recordar un incidente que ocurrió después de que cambiara de agencia, pasando de Ford a Elite. Cuenta que asistió a una reunión de Revlon junto al fundador de la agencia, John Casablancas, pero cuando le ofrecieron un salario menor a lo que cobraban sus compañeras, demandó igualdad salarial delante de todos los ejecutivos.

“Les dije ‘me pagan eso por un día en Tokio, ¿por qué iba a aceptar eso por un contrato de un año?’”, dijo en la reunión porque sabía lo que cobraban sus amigas y no iba a permitir que le pagaran menos. “John se sintió muy avergonzado y decidió llamarme 'difícil'. Decidió que iba a ir a la prensa, decir que yo era difícil y que me despidió”, añadió, para entonces aclarar que “las modelos no pueden ser despedidas” porque trabajan por su cuenta y las agencias las “patrocinan”. No las emplean.

Naomi Campbell en “Supermodelos”, disponible en Apple TV+. (cortesía de Apple TV+)
Naomi Campbell en “Supermodelos”, disponible en Apple TV+. (cortesía de Apple TV+)

La historia se convirtió en un drama de tabloide en los ‘90s donde John Casablancas mantuvo su versión, mientras ella la refutaba llamándolo ‘indigno’. No obstante, la etiqueta terminó estigmatizando a la modelo durante el resto de su carrera. “Su declaración a la prensa arruinó mi trabajo durante muchos, muchos años”, explica. “He escuchado 'loca', he escuchado 'pesadilla', he escuchado 'difícil'. Me llamaron difícil porque abrí la boca. Punto”.

No podemos olvidar que su grandeza mediática también estuvo precedida por una reputación que no le hizo ningún favor. Que si era una diva, demandante, violenta, adicta… Se rumoreó que llegaba tarde a sus compromisos y fue acusada de violencia por diferentes empleadas (algunos casos fueron desestimados, otros terminaron en acuerdos fuera del juzgado o sentencias con multas, servicio comunitario y la prohibición de volar con British Airways de por vida).

Evidentemente, no podemos justificar todas estas etiquetas con la historia de una mujer que luchaba contra el racismo de su industria. Al final, una cosa no tiene nada que ver con la otra. Sin embargo, ella misma se justifica en la serie de Apple TV+, detallando cómo el abandono de su padre, la sensación de rechazo y el dolor de la pérdida tras la muerte de Azzedine Alaia y Gianni Versace, desataron tanto dolor y rabia que intentó enmascararlo con drogas y alcohol.

“Me estaba matando”, explica a sus 53 años. “[El dolor] todavía reaparece pero ahora tengo las herramientas para lidiar con ello”.

En resumen, más allá de las etiquetas que dejaron grietas visibles a lo largo de su carrera, Naomi Campbell expone una historia de perseverancia y ambición arrolladoras, habiendo luchado en su juventud contra un nivel de racismo que imperaba por encima de su talento. Y si bien logró derribarlo, luego le habría tocado lidiar con el sexismo típico de tacharla de ‘difícil’, por algo tan indispensable como hacerse valer.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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