'La sociedad de la nieve': lo que nadie había contado sobre la tragedia de los Andes
Netflix inicia el 2024 con uno de sus esfuerzos más nobles para el público latino
La tragedia de los Andes, el accidente ocurrido en 1972 cuando un vuelo de Montevideo a Santiago se estrelló en las montañas y los supervivientes pasaron meses esperando un rescate, regresa al cine de la mano de Netflix con La sociedad de la nieve. México fue el primer país en adaptar esta historia al audiovisual con la película Supervivientes de los Andes en 1976, pero ¡Viven!, la versión hollywoodense lanzada en 1993 con Ethan Hawke, Vincent Spano, Bruce Ramsay y John Malkovich, acabó siendo la que más calado tuvo a nivel internacional.
Su reparto de estrellas, fuerte maquinaria de marketing, mayor presupuesto y espectáculo lo hicieron posible, sin embargo, al estar rodada en inglés y priorizar la aventura por encima del homenaje a las víctimas y la fidelidad a la realidad, tal vez se quedó lejos de hacer justicia a una tragedia que necesitó de un espíritu más latino y sobrio. Por suerte, la película de Netflix, a cargo del director español J.A. Bayona, llega para poner remedio.
LA VISIÓN FIEL Y LATINA DEL DIRECTOR
Bayona, cuya carrera despegó gracias a la confianza que Guillermo del Toro depositó en él, estuvo más de una década soñando con rodar una visión más humana e hispana del suceso. En entrevistas, como la concedida a Vanity Fair, destacó que tras hablar con los supervivientes y grabar alrededor de 50 horas de entrevistas se percató de que había detalles de su odisea que no se habían contado, como las historias de aquellos que no lograron sobrevivir.
Surgió así la idea de replantear lo visto en la adaptación hollywoodense y tejer un homenaje a los que perecieron, un film para resaltar sus relatos personales, su esfuerzo por sobrevivir o su valentía desde la admiración de los que se salvaron. “Ese fue el ángulo que encontramos y me pareció una idea preciosa: que por primera vez aquellos que no sobrevivieron y que dieron todo lo que tenían por los que sí lo hicieron, tuvieran voz a través de estos”, contaba el director a Vanity Fair.
Pero fue una tarea ardua, porque rodar cine de catástrofes y supervivencia no es fácil, sobre todo si incluye grabaciones en lugares inhóspitos de los Andes, la recreación de un accidente aéreo o construir un ambiente crudo para el que se requieren infinidad de efectos especiales y grandes equipos técnicos. Debido al alto coste, los estudios a los que presentó el proyecto le exigieron rodar en inglés y con estrellas de prestigio, un enfoque que Bayona no quería bajo ningún concepto porque desvirtuaba su idea.
Este problema ya le ocurrió con Lo imposible, el también drama de catrástrofes protagonizado por Naomi Watts, Ewan McGregor y Tom Holland sobre la historia real de una familia española que se enfrentó al devastador tsunami que arrasó el Índico en 2004. En aquella ocasión cedió a grabar en la lengua de Shakespeare, pero con La sociedad de la nieve se negó en rotundo y la película permaneció en el limbo durante varios años.
“He intentado encontrar financiación para esta película durante más de diez años, me obsesioné con esta historia y quería rodarla como fuera desde hace mucho tiempo, pero en esta industria si quieres contar con un gran presupuesto, es imposible rodar en español”, continuaba Bayona en la mencionada entrevista.
“Queríamos hacerla, pero queríamos hacerla bien: en español y con actores locales en la misma localización en la que ocurrió o lo más cercana posible. Y la película rompe un techo, no debería existir, porque vivimos en un mundo que no acepta películas en español con este presupuesto, lo que es muy triste y por eso es tan importante para mí que esta exista”.
Por suerte, Netflix, en su intención de atraer talento para abrirse hueco en premios y aumentar el prestigio de su plataforma, se lanzó al rescate del proyecto y lo financió por 65 millones de dólares. No obstante, apostar por el streaming y no por la exhibición en salas no era la opción predilecta del cineasta, que, como bien se ve en sus redes sociales, es un ferviente defensor de la experiencia en la gran pantalla. De hecho, con el estreno limitado en cines de La sociedad de la nieve, está siendo muy insistente en que es una experiencia que debe disfrutarse en un buen local de exhibición, aunque, como ocurre siempre con los títulos de Netflix, esto es casi misión imposible.
Además, él siempre es un as de la taquilla, como bien ejemplifica su éxito mundial con Jurassic World: El reino caído o los muchos récords que ostenta en su país, como tener la segunda película española más taquillera de la historia con Lo imposible. A pesar de ello, sacrificó la magnitud de la gran pantalla y el dinero de la venta de entradas para mantener su visión más humana de este helador relato real.
UNA ACERTADA DECISIÓN
Afortunadamente, su decisión e insistencia no han podido tener mejor resultado, porque La sociedad de la nieve es una de las películas más emocionantes y espectaculares de la actual carrera a los Oscars, a los que opta a varias estatuillas técnicas y a la categoría de Mejor Película Extranjera en representación de España.
Se trata de un título sobrecogedor en su apartado emocional, una producción que prioriza el homenaje y la autenticidad al representar a las víctimas por encima la épica, la aventura o el morbo, y con un reparto 100% latino en estado de gracia muy por la labor de llevarnos al horror y a los sentimientos vividos en aquel infierno helado.
Valorando las muchas implicaciones que tuvo la tragedia real, como la necesidad de los supervivientes de comer carne de los cuerpos muertos, las duras condiciones climáticas de los Andes o las peripecias por las montañas para encontrar ayuda; hubiera sido fácil caer en los mismos lugares comunes de ¡Viven! o incluso en llevar al espectador al sufrimiento con momentos viscerales. Pero La sociedad de la nieve mantiene el tipo y tiene claro que esta no es su misión.
Su objetivo es centrarse en sus personajes, mostrar sus dilemas ante la situación, su esfuerzo titánico por sobrevivir y lanzar un homenaje desde lo más profundo del corazón con el mayor respeto y veracidad posible. Hay espectáculo, pero este siempre rema a favor del calado dramático y no para sobrecoger con el artificio de su apartado técnico o de sus efectos especiales, que por cierto son de una calidad encomiable.
Puede ser algo excesiva en determinados puntos, ya que al desarrollar y honrar a tantos roles hace que por momentos cueste ubicar e identificar a todos en pantalla, pero las emociones calan de tal manera que al final no te importa hacer el esfuerzo extra de situarte e implicarte lo máximo posible en la narración.
Y es que, en definitiva, creo que La sociedad de la nieve es la película que hace la mejor justicia posible a las víctimas de este trágico accidente en los Andes, un drama con un componente espectacular cuyo espíritu latino y sensible, ese por el que el director J.A. Bayona ha luchado a fuego y sangre por mantener, marca una clara diferencia respecto a lo que esperaríamos del género de catástrofes. Se estrena en Netflix el viernes 4 de enero, y creo que es el plan cinéfilo perfecto para iniciar el 2024.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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