Niksen: el arte de disfrutar de no hacer nada, al que quizá debas darle una oportunidad
Si quieres ser más productivo, creativo y hasta más saludable, quizá llegó la hora de que te detengas y no hagas nada. Esto tiene un nombre y se llama Niksen.
Reconozcámoslo, cada vez estamos más ocupados. El trabajo, los compromisos sociales, el celular, la televisión, el gimnasio, las clases de meditación y hasta los libros, nos mantienen en un constante estado de ‘hacer, hacer’, que a la larga nos sale caro.
Estrés, síndrome de burnout y ansiedad son solo algunos de los resultados que nuestra constante necesidad de ser productivos nos deja. Además, el no parar nunca comprometería nuestro sistema inmune, nos haría envejecer más rápido, y nos haría más susceptibles a los resfriados.
Por eso quizá llegó la hora de niksen, un término danés que se traduce como ‘hacer nada’.
¿De qué se trata niksen?
‘Soñar despierto’, o no hacer nada, suele ser mal visto en nuestras sociedades, que cada vez nos exigen ser más productivos. Sin embargo, sería muy útil el poder simplemente darnos un tiempo para parar, incluso aburrirnos, para poder continuar con nuestras tareas de forma más eficiente.
Y es que ese constante no parar, incluso ver el celular cuando estamos esperando, nos hace menos productivos, puesto que el cerebro no tendría energía suficiente para seguir trabajando.
Puede ser que solo te sientes en tu lugar de trabajo, por un momento, y dejes a tu mente divagar, que mires por una ventana, te acuestes en el pasto, o solo te sientes en el metro sin ver tu celular o leer un libro. Niksen se trata de solo estar, de dejar a tus pensamientos fluir, y cuando debas moverte, entonces retomes tus actividades.
Pero hay una parte clave de todo esto: hacerlo sin culpa.
Así, cuando te sientas estresado o ‘congelado’, sal a caminar sin un rumbo fijo, siéntate en una banca en el parque, o solo mira por la ventana unos momentos.
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¿Cuáles serían sus ventajas?
Ya en 2012 un estudio encontró que no hacer nada nos ayudaría a ser más productivos, mejores a la hora de resolver problemas, y más creativos. Y sí, suena contradictorio, pero tiene mucho sentido.
¿Te ha pasado que de repente, cuando estás recostado, despertando de un sueño, o haciendo algo no relacionado con tu problema y que suele ser mecánico (como lavar los trastes), que te viene la respuesta a tu problema?
Es ‘no haciendo nada’ que la mente puede encontrar nuevas formas de ver las cosas. Sandi Mann, psicóloga de la Universidad de Lancashire Central, en Inglaterra, destaca que tiene que ver con dejar que la mente busque sus propios estímulos. “Es ahí donde empezamos a soñar despiertos y la mente comienza vagar, y es en ese punto cuando hay más probabilidades de que nos llegue la creatividad”.
Y esta creatividad nos sirve para resolver problemas o crear cosas nuevas, que además se ganan con una nueva perspectiva, que también provocaría el no hacer nada. Así lo señala Manfred Kets de Vries, profesor de liderazgo en París.
Así que, cabe destacar que estos descansos de ‘inactividad’ tienen una intención de ayudarnos a ser más productivos, lo cual nos ayudaría a los que no estamos acostumbrados, a hacerlo sin culpa y a justificar que niksen no es una pérdida de tiempo.
En pocas palabras, Niksen nos ayudaría a darle al cerebro el tiempo necesario para reunir toda la información necesaria de una situación, sin más presión, para poder encontrar nuevas soluciones.
Así, el término danés para simplemente dejarte ser, aunque sea por un minuto, parece ganar relevancia, pues permite que la mente encuentre sus propios estímulos, sacándote un poco de ti, y ayudándote a ver las cosas desde otra perspectiva.
Niksen no es meditación ni un estilo de vida
Existen muchas técnicas y métodos, como la meditación trascendental o el mindfulness, que pueden ayudar a desestresarnos. Sin embargo, todos te invitan a hacer algo, ya sea a enfocarte en tu respiración, repetir un mantra, pero sobre todo suelen insistir en mantener a raya tus pensamientos. A identificarlos cuando ocurren y no enfocarte en ellos.
Niksen, por el contrario, te invita a dejarte guiar por tus pensamientos. Así, no solo dejas que ocurran, sino que los sigues. Literalmente, estamos hablando del famoso ‘soñar despiertos’.
Tampoco se trata de un estilo de vida, sino más bien de un verbo más. Así como responder “estoy comiendo”, niksen se trata de responder “nada” a cuando te preguntan qué estás haciendo. En sí, no se trata de una práctica, sino de algo que ocurre, y que dejas que ocurra.
En pocas palabras, si de repente te ‘dispersas’, te dejas ir unos minutos, sin culpa, y cuando sientes la necesidad de hacer algo, regresas a tus tareas.
Sin embargo, como no estamos acostumbrados a hacerlo, sí tendrías que empezar a practicar niksen, o no hacer nada.
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¿Cómo empezar a ‘no hacer nada’?
Ya que no estamos acostumbrados a ‘no hacer nada’, podríamos necesitar de algunos consejos para ayudarnos a lograrlo y liberarnos de la culpa que esto podría generar.
· No hacer nada con un propósito. Si quedarte mirando por una ventana, aunque sea durante un minuto, te parece una pérdida de tiempo, quizá debas añadir que lo harás con un propósito específico. Esto puede ser para relajarte o ser más productivo después.
· Date el tiempo. Un minuto, cinco, o diez, no importa. Agrega a tu atiborrada agenda esta actividad y cúmplela. Al principio podría ser que no aguantes más de 30 segundos, pero con un poco de práctica, te será más fácil hacer niksen, y continuar con tu día.
· Cuida tu ambiente. Estar en tu celular o viendo la televisión no son niksen, así que apágalos y aléjalos de ti, o vete a otra habitación. Quizá hasta puedas dedicar un espacio de tu casa para ello frente a una ventana.
· Libera tus expectativas. Quizá no notes los beneficios de niksen de inmediato, pero poco a poco probablemente sí. Así que déjate solo estar, un momento.