La lucha secreta de una estrella juvenil en la cumbre de su éxito en Hollywood

Chad Michael Murray se sincera sobre el dolor que atravesó en el apogeo de su carrera como actor

Chad Michael Murray destacó en los 2000 gracias a series como 'One Tree Hill' o películas como 'La nueva cenicienta' o 'Un viernes de locos'. (Photo by Frank Trapper/Corbis via Getty Images)
Chad Michael Murray destacó en los 2000 gracias a series como 'One Tree Hill' o películas como 'La nueva cenicienta' o 'Un viernes de locos'. (Photo by Frank Trapper/Corbis via Getty Images)

Chad Michael Murray fue una de las grandes promesas del Hollywood de los 2000, una estrella juvenil que apuntó a erigirse como uno de los grandes iconos de la meca del cine tras transitar por algunos de los títulos más aclamados de aquellos años, como One Tree Hill. No obstante, su camino al éxito se truncó, y aunque pareció que la industria le dio la espalda tras intentar labrarse nuevas metas como actor adulto, lo cierto es que tuvo que ver con un doloroso sufrimiento personal, sobre el que el actor acaba de abrirse.

Lo ha contado en una entrevista The Cut, donde ha admitido que, a pesar de que las cámaras lo reflejaran como un intérprete feliz y exitoso en un gran momento profesional, se sintió “mucho más frágil” que nunca, viéndose superado por la fama y desarrollando problemas graves como la sensación de agorafobia o ataques de ansiedad.

“Caminaba con el corazón realmente dolorido”, destacaba sobre aquellos años en los que One Tree Hill, donde interpretó a uno de sus protagonistas junto a James Lafferty, Hilarie Burton o Bethany Joy Lenz, le convirtió en un ídolo a nivel mundial. “Tenía alrededor de 23 años y tenía un evento en Miami, pero no podía salir de mi habitación de hotel”, recordaba sobre sus traumáticas experiencias. “El mundo parecía estar acercándose. Estaba teniendo ataques de ansiedad”.

Michael Chad Murray en 2007, durante la presentación de 'One Tree Hill' en Monte Carlo Television Festival  (Foto: VALERY HACHE/AFP via Getty Images)
Michael Chad Murray en 2007, durante la presentación de 'One Tree Hill' en Monte Carlo Television Festival (Foto: VALERY HACHE/AFP via Getty Images)

Además de One Tree Hill, Chad, que inició su trayectoria a finales de los 90 como modelo, también trabajó en muchos otros títulos icónicos para cine y televisión, como Gilmore Girls con Lauren Graham o Alexis Bledel, La nueva cenicienta con Hilary Duff, Un viernes de locos con Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis o La casa de cera con Paris Hilton. Pero tantos proyectos, tanta exposición mediática y tantas estrellas a su alrededor, hicieron que necesitara un punto y aparte en su vida.

Como destaca en la entrevista, optó por refugiarse en la religión y en actividades que le sirvieron como terapia. “Me desperté y me sentí inquieto. No me gustaba la dirección que estaba tomando mi vida”, recuerda sobre sus sensaciones cuando tenía 25 años. “Fui a la iglesia, me tatué una cruz en la muñeca izquierda y pensé: voy a moverme en la fe”.

Cuenta que pasaba los domingos en la iglesia como monaguillo y que era fiel a la oración todas las noches, aunque tras alejarse de la fama de Hollywood y empezar a sentirse realizado dejó de practicar la fe. En su lugar, comenzó a despejarse mediante la pintura, la lectura y la escritura, lo que le llevó a desarrollar una nueva faceta profesional como ilustrador y escritor y a publicar dos libros, una novela gráfica titulada Everlast y un thriller romántico llamado American Drifter. Eso sí, no dejó de lado la interpretación, aunque dio una vuelta de tuerca a su trayectoria.

Chad Michael Murray, que redefinió su carrera hacia las comedias románticas y ligeras, durante la presentación de 'La madre de la novia' de Netflix (Foto: Alberto Rodriguez/Variety via Getty Images)
Chad Michael Murray, que redefinió su carrera hacia las comedias románticas y ligeras, durante la presentación de 'La madre de la novia' de Netflix (Foto: Alberto Rodriguez/Variety via Getty Images)

Hoy en día, en lugar de aspirar a ese papel de chico malo y rompecorazones con el que nos conquistó en títulos como One Tree Hill, apuesta por papeles que le ayudan a “difundir amor, tratar la energía y respetar el oficio”. Los ha encontrado en producciones televisivas de canales estadounidenses como Hallmark o Lifetime, que apuestan por historias románticas blancas y reconfortantes; o en comedias para Netflix, como la reciente La madre de la novia donde ha trabajado con Brooke Shields, la estrella de La laguna azul.

Entre medias, ha roto con la rutina con alguna producción de acción de serie B, como varios thrillers con Bruce Willis como Sobrevive esta noche o La fortaleza. No obstante, prefiere centrarse en estas películas más ligeras que le imbuyen en un mundo feliz, le permiten centrarse en su familia y le hacen olvidar el dolor que atravesó como actor en sus días de gloria. "Siempre me dije: 'Estoy haciendo esto por mi esposa y mis hijos', y ahora aquí están", dice sobre su pareja, Sarah Roemer, con quien se casó en 2015, un niño y dos niñas. "Ha sido el capítulo más importante de mi vida".

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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