Ni el Oscar de Ke Huy Quan consigue borrar el temor que le persigue en Hollywood

Es el hombre del momento. Después de ganar el Oscar a Mejor Actor Secundario, ser el protagonista del discurso más entrañable del año y abrazar a Harrison Ford en un reencuentro que ablandó los corazones más nostálgicos, Ke Huy Quan empieza a poner los pies sobre la tierra. Porque detrás de la euforia y el fenómeno vivido con Todo en todas partes al mismo tiempo, todavía le persigue el mismo temor que lo acechó durante toda su vida adulta.

Porque esa misma industria que ahora lo celebra como símbolo de superación y resiliencia, durante décadas cerró las puertas a sus sueños de actor. Después del éxito infantil de la mano de Steven Spielberg con Indiana Jones y Los Goonies, Ke Huy Quan vio cómo los trabajos desaparecían y el teléfono dejaba de sonar. Pasó de tener una carrera en desarrollo a la nada total.

Se apuntó a la universidad, estudió cine y se buscó la vida trabajando como asistente de director y coreógrafos de peleas. Pero siempre con sus sueños fijos en volver a la actuación algún día. Y le costó. Muchísimo. Tuvo que ejercitar su paciencia durante 30 años, mientras su madre rezaba y su esposa lo alentaba para que no bajara los brazos. Y ahora que lo ha conseguido tocando el cielo con la estatuilla dorada, el temor ha vuelto de nuevo. Porque Ke Huy Quan estará en la cima pero no tiene ningún proyecto en marcha.

Así lo reveló a Variety en un reportaje especial dedicado a su victoria. “Tuve una conversación con mi agente” dijo a la publicación horas después de ganar el Oscar. “Estoy muy preocupado de que esto sea cosa de una sola vez”. Y tiene razón. Porque en Hollywood no existen garantías. Ningún éxito asegura el siguiente.

Sin embargo, su caso resulta llamativo porque estamos hablando de un personaje que lleva meses en la conversación global, provocando empatía, ternura e interés a través de su historia personal y los elogios a su trabajo en la película de los Daniels. Es decir, no sería descabellado imaginar que tendría ofertas a montones a estas alturas. Que todos los estudios y productores estarían intentando sumarlo a sus filas y aprovechar el tirón de su presencia en algún proyecto.

Pero no es el caso. Tiene tres proyectos terminados que grabó y desarrolló antes del furor actual. Se trata de dos series de televisión: American Born Chinese y la segunda temporada de Loki, así como la película de ciencia ficción The Electric State con Millie Bobby Brown y Chris Pratt, donde solo presta su voz. Pero, como apunta Variety, tras ganar el Oscar, “no tiene ofertas sobre la mesa”.

Ke Huy Quan asegura que pasó los años en las sombras de la interpretación culpándose a sí mismo. “Me enseñaron a no culpar a nadie. Si algo no sale como quieres, es porque no trabajaste lo suficientemente duro, no fuiste lo suficientemente bueno o lo intentaste lo suficiente. Así que, cuando no conseguía trabajos, me culpaba: pensaba que no era lo suficientemente alto, atractivo o buen actor porque no estaba entrenado de forma clásica. Nunca culpé a nadie, incluso a día de hoy” dijo.

Pero el olvido forzado y el rechazo de Hollywood le dolió, sobre todo al ver que sus padres notaban que no era feliz después de haber hecho tanto por él, huyendo de Vietnam a un campo de refugiados para luego conseguir asilo en EE.UU. cuando él apenas tenía 8 años,. “Por eso fue tan doloroso para mí, porque no había nada que pudiera hacer para que alguien me pusiera en una película o creara un gran personaje para mí. Y esa era una de las cosas que más odiaba de nuestro negocio” sentenció.

Y ahora podría tocarle esperar de nuevo. Porque a pesar de llevar varios meses circulando por la temporada de premios y encontrándose con todo Hollywood en fiestas y ceremonias (como demuestran los famosos selfies que comparte en su perfil de Instagram), aparentemente las conversaciones sobre futuros proyectos no habrían sucedido todavía. Tiene en Oscar pero no sabe qué le deparará el destino ahora. No aparecerá en la quinta y última entrega de Indiana Jones (por mucho que nos hubiera encantado) y, de momento, la preocupación habría empezado a increparle preguntándole a su agente la noche después de los Oscar sobre qué pasará ahora. Incluso asegura haberle pedido consejo a Cate Blanchett ante el temor que todavía arrastra después de 30 años de sequía artística. Según contó a Variety, le dijo que siguiera su corazón y sea irresponsable, que no se preocupe por lo que piensen los demás y elija un proyecto que le apasione.

La buena noticia es que Todo en todas partes al mismo tiempo confirmó que las tornas han cambiado para la comunidad asiática, y con su simpatía y regreso profesional, ha retomado su buena relación con la audiencia. Así que dudo mucho que Hollywood no quiera aprovecharlo ahora más que nunca.

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