De Pedro Almodóvar a Gael García Bernal, referentes del cine mundial firmaron una carta en apoyo del Incaa

Gael García Bernal, Pedro Almodóvar y Diego Luna son algunas de las figuras internacionales que firmaron la carta de rechazo a los recortes contemplados en la Ley ómnibus
Gael García Bernal, Pedro Almodóvar y Diego Luna son algunas de las figuras internacionales que firmaron la carta de rechazo a los recortes contemplados en la Ley ómnibus

Más de 300 directores, productores, actores y realizadores de cine de distintas partes del mundo, entre los que se encuentran Pedro Almodóvar, Alejandro González Iñárritu, Aki Kaurismäki y los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenn, se sumaron a los reclamos del cine nacional contra las modificaciones al financiamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) que propone la ley ómnibus que se debate en el Congreso.

Entre los firmantes de la carta figuran numerosos artistas de renombre y reconocimiento internacional. El listado incluye a los actores y productores Gael García Bernal, Diego Luna, Isabelle Huppert, los directores Olivier Assayas, Kelly Reichardt, Juan Antonio Bayona, Pedro Costa, Asif Kapadia, Corneliu Porumboiu, Abel Ferrara, Mira Nair, Roger Corman e Isabel Coixet, entre otras destacadas figuras de la comunidad cinematográfica internacional. También expresaron su apoyo desde España los actores Maribel Verdú, Emma Suárez y Juan Diego Botto; el cineasta chileno Pablo Larraín y el director argentino que triunfa en Hollywood, Andy Muschietti.

La denominada coalición Cine Argentino Unido, encabezada por asociaciones de directores de cine, expuso recientemente: “El cine nacional es una industria pujante que genera miles de empleos, exporta contenidos y atrae inversiones extranjeras al país. La implementación de este proyecto de ley tendrá un efecto devastador, incalculable e irreparable en toda la cultura y en la soberanía nacional, especialmente para los trabajadores que dependen de las industrias culturales, resultando en miles de nuevos desempleados. Argentina ha construido una industria cinematográfica vibrante, heterogénea y dinámica desde sus inicios. Desde 1944, el país cuenta con instituciones estatales que regulan y promueven la actividad cinematográfica utilizando los recursos generados por la explotación audiovisual. Hoy en día, la industria cinematográfica implica decenas de miles de empleos de calidad y forma profesionales que colaboran en coproducciones en todo el mundo. Año tras año, el cine argentino está presente en los festivales de Cannes, Berlín, San Sebastián y Venecia, entre muchos otros, ofreciendo al mundo nuestra perspectiva, nuestras historias y nuestra identidad. Nada de esto hubiera sido posible sin políticas públicas que promuevan la cultura y sin la Ley de Cine que prevé fondos específicos para la actividad”.

La semana pasada, artistas, directores de cine y teatro y actores se pronunciaron en los plenarios de comisiones de la Cámara Baja. Al dirigirse a la comisión plenaria, Lucrecia Martel fue una de las directoras argentinas en tomar la palabra. La realizadora manifestó: “Nuestra industria de cine es básicamente de pequeñas y medianas empresas, y entre el 70% y el 90% del presupuesto se financia exportando y compitiendo en festivales con películas de todo el mundo. Me da la impresión de que la ley ha sido escrita por gente con mucho prejuicio o ignorancia sobre el sector. He conocido el Incaa de Menem, de De la Rúa, de los Kirchner y de Macri y puedo hacerles una lista de críticas y hechos indignantes en el Incaa, pero no se podría haber trabajado sin el Instituto, que organiza cuestiones bilaterales que ordenan nuestra actividad”, señaló.

Santiago Mitre, director de la nominada al Oscar Argentina, 1985, quien también habló en comisión, señaló que el cine argentino se ha autosustentado. “El cine no pide plata. Pedimos que se mantenga la actual ley cinematográfica para que nuestro cine pueda seguir sosteniéndose”, recalcó.