Una película con muñecas Barbie es tan polémica que sigue guardada en un cajón

Barbie está a punto de acaparar la atención cinematográfica a partir del 20 de julio. O, al menos, es el pronóstico que anticipa la inmensa campaña promocional que mantiene al título, sus protagonistas y directora entre las tendencias diarias de las redes sociales. Porque desde que vimos el pie de Margot Robbie en el primer tráiler, en punta e imitando a la famosa muñeca, la expectación se acomodó en la conversación cinéfila coronándola como una de las películas más esperadas del año (por mucho que dos pesos pesados como Tom Cruise y Christopher Nolan sean su competencia).

Sin embargo, hace 36 años existió otra producción que también recurrió a la famosa muñeca dirigida por Todd Haynes. Pero si nunca oíste de ella es porque se mantiene guardada en un cajón debido a la controversia que le rodea.

Les hablo de Superstar: The Karen Carpenter Story, un cortometraje que el director de Carol realizó durante sus inicios profesionales en 1987 a partir de un guion coescrito junto a Cynthia Schneider, cuando todavía era un estudiante de arte. Como indica el título no se trataba de una película sobre la muñeca de Mattel, sino de una dramatización experimental sobre la vida de la cantante y baterista estadounidense del dúo The Carpenters (que formó con su hermano Richard), que repasaba su carrera y lucha personal contra la anorexia nerviosa que acabó con su vida en 1983 a los 32 años (murió por insuficiencia cardíaca aunque la autopsia confirmó que fue originada por complicaciones relacionadas con su enfermedad)… Pero en lugar de utilizar actores de carne y hueso, contó la historia con muñecas.

Es decir, antes de representar a Bob Dylan en la piel de Cate Blanchett en I’m not there (2007) o dirigir a Kate Winslet en uno de sus trabajos dramáticos más impresionantes en la miniserie Mildred Pierce (2011), Todd Haynes dirigió este cortometraje de 43 minutos. Lo hizo diseñando todos los interiores a la escala de Barbie y mezclando imágenes reales mientras repasa la tragedia de Karen Carpenter de manera experimental con muñecas que representan a la cantante, su familia, etc. creando una producción audiovisual bizarra pero curiosamente atractiva y controvertida.

Sin embargo, dos problemas diferentes amenazaron su lanzamiento, aunque el primero lo pudo sortear. Porque según recordó la productora indie, Christine Vachon, en el Festival de Cine de Karlovy Vary (a quien Haynes le dedicó un agradecimiento especial en Superstar), los ejecutivos de Mattel visitaron sus oficinas después del estreno inicial del cortometraje. Probablemente buscando frenar cualquier tipo de polémica que pudiera relacionar a la famosa muñeca con la trágica historia de Karen Carpenter. Sin embargo, lo que no sabían es que Todd Haynes se les había adelantado.

“Todd había comprado todas las muñecas en ventas de garajes”, recordó la productora (vía Deadline). "Eran copias de Barbie, por lo que pudo demostrarle a Mattel que no eran parte de la marca. Que no era Barbie, sino la [muñeca] que te regalaban tus padres cuando no podían pagar una Barbie".

Sin dudas resulta curioso que Todd Haynes lograra sortear este obstáculo cuando Mattel, en su posición de empresa internacional, seguramente contara con un amplio equipo de expertos legales y él era un director incipiente completamente desconocido. Pero, sobre todo, porque viendo las imágenes y vídeos que circulan del cortometraje, se nota que las muñecas son idénticas a Barbie. En especial la que representa a Karen.

De todos modos, Todd Haynes se salió con la suya… pero no por mucho tiempo.

Porque después de que el cortometraje se proyectara en diferentes festivales y consiguiera cierta notoriedad, su existencia llegó a oídos del hermano de Karen. Tras investigar un poco descubrió que el director nunca había solicitado permiso para utilizar la música original de The Carpenters, por lo tanto, no tenía derechos legales para distribuir o beneficiarse económicamente. Según JoBlo, había utilizado más de 10 canciones del dúo ganador de premios Grammy que en 1971 logró llenar al completo el prestigioso Carnegie Hall. Para entender semejante descuido, Vachon explicó que el director “no esperaba que la película explotara como lo hizo”.

Entre el uso de sus canciones y la insatisfacción personal que Richard Carpenter habría sentido ante la representación que el cortometraje hacía de su familia (en algunas escenas se los muestra presionando a Karen sin comprender su enfermedad) demandó. Y no solo ganó la demanda sino que, con la decisión, consiguió bloquear su distribución, quedando guardado para siempre entre los archivos del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), sin poder exhibirlo.

De todos modos, y a pesar del rechazo de la familia Carpenter, Superstar: The Karen Carpenter Story lleva varios años circulando por el mundo a través de copias piratas. No solo ha conseguido elevar su existencia como producto de culto -hasta la revista Time Out la incluyó en su lista de las 50 mejores películas musicales-, sino que una simple búsqueda nos muestra que puede verse en YouTube.

En resumen, mientras Margot Robbie se pasea por el mundo convertida en una Barbie de carne y hueso, y esperamos con ansias el estreno de la comedia dirigida por Greta Gerwig, parece que Todd Haynes todavía seguiría pensando en que su versión consiga llegar al público general. Según aseguró a EW en 2022, no ha tenido tiempo suficiente para perfeccionar el cortometraje, pero está convencido que Superstar: The Karen Carpenter Story terminará teniendo su estreno algún día.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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