La película navideña que rescató el espíritu de ‘Gremlins’ con un extraño cuento de terror

'Krampus' propuso una experiencia macabra y terroríficamente divertida... como 'Gremlins'

Los Gremlins tienen competencia cuando se trata de películas navideñas con tono cómico y macabro. (Foto de Warner Brothers/Getty Images)
Los Gremlins tienen competencia cuando se trata de películas navideñas con tono cómico y macabro. (Foto de Warner Brothers/Getty Images)

Cuando llega la Navidad, siempre nos apetece recuperar clásicos de cine propios de estas fechas y revivir la magia que siempre nos aportan. Dramas como ¡Qué bello es vivir!, comedias como Mi pobre angelito, cintas de acción como Duro de matar o retorcidos y adorables títulos como los Gremlins, entre muchos otros, nunca pueden faltar en la programación cinéfila del mes de diciembre. Sin embargo, son películas que hemos visto en tantas ocasiones que a veces preferimos descubrir nuevas joyas que nos aporten un disfrute igual o parecido.

Desde luego, sustituir un clásico es complicado pero, a veces, de la nada surgen películas que consiguen emular su espíritu, ofrecernos un entretenimiento inesperado y ser dignas de quedar grabado para la posteridad en nuestras listas navideñas. Como me ocurrió hace unos años con Krampus: Maldita Navidad, una comedia de terror de 2015 que perfectamente podría ser calificada como la Gremlins contemporánea.

Producida por Legendary Pictures, el estudio detrás de Batman: El caballero de la noche o Duna; y dirigida por Michael Dougherty, a quien debemos un clásico de Halloween como Truco o trato o una de las secuelas recientes de Godzilla, Krampus nos presentaba una historia familiar turnada en pesadilla. Un cuento de Navidad donde la desaparición del espíritu navideño despertaba a una criatura ancestral dispuesta a arruinar las fiestas.

Podemos hablar de una especie de Grinch macabro en un ambiente único, en una casa llena de conflictos en la que sus habitantes quedan atrapados en un limbo, en medio de un extraño y terrorífico cuento. En primera instancia, interesa ver cómo nos introduce en esta atmósfera oscura y misteriosa, con situaciones cotidianas envueltas en un halo de terror que poco a poco van aumentado en intensidad. No obstante, la principal virtud de Krampus se presenta cuando este clima explota hasta sus últimas consecuencias, con la criatura desatando el caos y haciendo que todo lo adorable y mágico de la Navidad se turne en una pesadilla tan retorcida como disfrutable.

La cinta acaba siendo una completa locura, con el entrañable espíritu de estas fiestas convertido en juguetes asesinos, cajas de regalos monstruosas o dulces diabólicos que cobran vida y no dudan en hacer fechorías. Es aquí donde entra en juego el alma de Gremlins, con secuencias que recurren a lo encantador de las comedias familiares navideñas, le dan la vuelta hasta el punto más tortuoso y despiertan un efecto cómico mordaz al que es difícil resistirse.

Creo que es obvio que los creadores de Krampus han tenido como referencia el clásico de los '80, porque algunos momentos, como la mencionada escena de los juguetes, se ven casi como un calco de lo que vimos en la película de Joe Dante con aquellas traviesas criaturas. No obstante, lo que toma prestado lo hace más en ideas de montaje y ejecución que de guion, porque el universo navideño que presenta Krampus, sobre todo lo que rodea a la leyenda de la criatura y a su ambiente de cuento misterioso de terror, es tan atractivo por sí mismo y se dispone tan bien en pantalla que en ningún momento sientes que estés viendo un intento de copia.

La película fue un éxito de taquilla. Con solo 15 millones de dólares de presupuesto, obtuvo rentabilidad más que de sobra con una recaudación total de 61,5. De hecho, su estreno desató toda una oleada de producciones sobre el Krampus en el terreno de la serie B, como Krampus Origins, Mother Krampus, Krampus: The Devil Returns o Krampus Unleashed. Aunque ninguna tuvo nada que ver con la original, puesto que su calado en la cultura popular apenas se notó y Hollywood obvió el explotar a esta criatura con más entregas.

Mirando las críticas profesionales, que alcanzaron un 66% de reseñas positivas en Rotten Tomatoes y un 49/100 en Metacritic, se puede apreciar que dividió y despertó más reacciones negativas que positivas. Sin embargo, siento que no se supo apreciar la auténtica naturaleza de Krampus, ya que su campaña promocional nos hizo anticipar una cinta 100% de terror cuando esta se movía hacia otros terrenos, hacia ese espíritu de Gremlins de comedia familiar macabra donde la diversión se impone a los sustos o la tensión. De ahí la decepción y la razón de que no quedara grabada como un clásico navideño.

Es cierto que Krampus a veces tiene problemas para controlar el tono y acaba siendo una mezcla de tantas cosas que llega a desconcertar, pero en su conjunto es una experiencia tan macabra y tan terroríficamente divertida que esto pasa a un segundo plano. En mi caso, acabé yendo a verla hasta en dos ocasiones al cine y siempre que tengo ocasión intento disfrutarla cada Navidad, porque es de estas películas que siempre me dejan al borde del asiento de la risa mientras disfruto de su retorcido espectáculo. Básicamente, la misma sensación que siempre he tenido con clásicos como Gremlins.

Krampus: Maldita Navidad está disponible en plataformas de alquiler y compra.

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