La película de origen turco subida de tono que causó furor en Netflix y está entre las más vistas
Netflix incorporó en su catálogo una serie de producciones del género erótico que causaron furor entre los suscriptores de la plataforma. Las series y películas como 365 días, El lado dulce de la traición, Sexo/Vida y Esta noche duermes conmigo se hicieron un hueco entre los espectadores y se llegaron a posicionar entre lo más visto del gigante de streaming. En los últimos días, aterrizó un film que mezcló el misterio con la pasión y cautivó a todos.
Se trató de Ceniza (Kül en su idioma original o Ashes en su título en inglés), una película de origen turco que contó con una duración de una hora y 40 minutos y fue dirigida por Erdem Tepegoz. La producción sembró el dilema entre seguir los instintos del deseo o ser fieles a la lealtad y a la moral.
Gökçe es una mujer que tiene la vida que deseó desde chica y mantiene una idílica relación con su marido Kenan. Pero, tras sumergirse en la lectura de una novela atrapante, se deja absorber por la fantasía y la pasión de sus letras y decide experimentar un romance con Metin Ali, un joven carpintero. Así, sentirá en jaque su propia identidad y se cuestionará sus valores y creencias, hasta decidir entre dejarse llevar por su instinto o mantener la lealtad con su marido.
La película fue protagonizada por Funda Eryigit, Alperen Duymaz y Mehmet Günsür y logró posicionarse entre las más vistas del gigante de streaming. El resto del elenco fue conformado por Gökçe Eyüboglu, como Lale, y Ulas Tuzak, como Dövmeli Adam; entre otros.
Keanu Reeves protagonizó una película subida de tono que se rodó en Chile
Recientemente, también se sumó al catálogo de Netflix una película protagonizada por Keanu Reeves y Ana de Armas, que se estrenó en 2015 y se rodó en Chile. El lado oscuro del deseo (Knock, knock, por su título original) contó con una duración de una hora y 40 minutos y aterrizó en los últimos días en el gigante de streaming.
Evan Webber es un arquitecto que mantiene una vida tranquila y familiar junto a su pareja y a sus hijos. Pero, por motivos laborales, se queda solo en casa un fin de semana, mientras su familia viaja para disfrutar de una breve escapada a la playa.
Lo que parecería implicar dos días de absoluta concentración para su proyecto se convierte en una pesadilla que no tendrá vuelta atrás. En medio de una lluvia intensa, dos chicas jóvenes tocan el timbre de su casa y le piden refugiarse del temporal. Cuando el hombre les da refugio, ambas tratan de seducirlo y lo pondrán entre la espada y la pared al enfrentar el dilema de la fidelidad o el deseo.
La película dirigida por Eli Roth se basó en el film de 1977 de Peter S. Traynor, titulado Death Game, que tuvo al frente del elenco a Sondra Locke y Colleen Camp. La producción contó con un estilo similar al que se utilizó en la trama de la película Funny Games, que también estrenó un remake protagonizado por Naomi Watts.