Ponche de huevo es una bebida típica decembrina, ¿pero es seguro beberla?

Una de las bebidas tradicionales de las fiestas decembrinas es el ponche de huevo, o eggnog, como le llaman en inglés. Sin embargo, una de las formas más tradicionales de prepararlo implica huevo crudo, lo cual no sería siempre muy seguro.

Una de las mayores preocupaciones de los huevos crudos, o poco cocidos, es la posibilidad de que contenga salmonela, un germen que puede causar fiebre, diarrea y dolor de estómago, y aunque en muchos casos se supera en cuatro a siete días, en algunos casos podría ser mortal.

Así, el ponche de huevo y algunas natillas, presentarían un riesgo para la salud, pues muchas de las recetas implican agregar huevos enteros, o solo yemas, crudos a leche previamente hervida, pero pocas calientan la mezcla después de agregarlos.

A pesar de esto, Maxine Smith, una dietista, asegura que el riesgo de contraer salmonela por el ponche de huevo es relativamente bajo, aunque no inexistente.

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La buena noticia es que puedes optar por huevos pasteurizados, pues desde los años 80 muchos huevos son pasteurizados antes de ponerse a la venta. Para ello se calientan lo suficiente para matar la salmonela, pero no cocer los huevos.

Smith asegura que preferir estos huevos pasteurizados sería una manera de minimizar aún más el riesgo de infección. Aunque también señala que sería bueno preferir recetas de ponche o de natillas que conlleven calentar la mezcla después de haber agregado todos los ingredientes.

Recuerda que no debemos creer que el alcohol que suele agregarse al eggnog serviría para matar la salmonela, como recalca Smith. Y es que si bien este podría matar algunas, no sería un método seguro para reducir infecciones.

Además de lo anterior, cuando trates con ponche de huevo o natillas, es bueno que consideres que estos solo aguantarían un par de días en el refrigerador después de hechos, y que no deberían estar más de dos horas fuera de él para ser seguros.

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Cómo pasteurizar los huevos en casa

Si no consigues huevos pasteurizados y vas a realizar una receta que no cueza los huevos, esta sería una buena manera de minimizar el riesgo de infecciones alimentarias. Solo necesitas una olla, agua y un termómetro.

Llena la olla con agua y mete los huevos. Ponla a fuego bajo y utiliza el termómetro para vigilar que la temperatura del agua no rebase los 60 grados centígrados. Si llega a los 64 corres el riesgo de que estos comiencen a cocerse.

Mantén la temperatura durante cuatro minutos. Después de este tiempo retíralos del agua y déjalos enfriar. Cuando alcancen la temperatura ambiente estarán listos para usarse.

@travesabarros