¿Te despiertas con el rostro hinchado? Puede ser señal de una enfermedad
Amanecer con el rostro hinchado no es raro. Muchas personas pueden experimentar esta sensación de inflamación, otras pueden mostrar hinchazón o bolsas en los ojos. Es natural que al paso de las horas todo vuelva a la normalidad, pero es necesario saber por qué ocurre, puesto que detrás de la inflamación también puede esconderse otra condición.
Una de las causas más comunes puede ser la retención de líquidos, que cuenta entre sus síntomas la inflamación del rostro, y esto es muy importante determinarlo porque puede ser señal de un trastorno más serio.
Asimismo, otras causas se relacionan con falta de hidratación, falta de descanso, consumo de alcohol y la ingesta de alimentos demasiado salados, lo cual también puede asociarse con hipertensión y otras afecciones.
Estas posibilidades son confirmadas por la doctora Karolina Landaeta, especialista en medicina estética, quien destaca que, en efecto, amanecer con la cara hinchada es una preocupación común.
Para la médico, deberíamos tomar un mínimo de dos o dos y medio litros de agua diariamente para mantener una correcta hidratación, lo cual está relacionado con otra causa común, la retención de líquidos. "Muchas veces retenemos líquidos un poco antes de la menstruación, o por una ingesta alta de sal o alcohol, por falta de sueño, pero también puede ser por alguna enfermedad, como la enfermedad de Cushing, dada por algún daño a nivel renal, ocasionado por medicamentos. Otras enfermedades en las que se manifiesta la hinchazón del rostro, pero también de otras partes del cuerpo. Por ejemplo, las cardiovasculares pueden presentar también hinchazón en las piernas".
Landaeta insiste en que aunque puede ser común la inflamación del rostro por estas causas básicas, es necesario mantenernos atentos para descartar otras enfermedades, porque la hinchazón del rostro sí puede ser síntoma de una enfermedad.
"En principio debemos hidratarnos bien, pues si se trata de deshidratación, al cabo de unas horas después de hidratarnos vemos el rostro recuperado. También hay que bajar el consumo de sal, disminuir al mínimo la ingesta de alcohol y dormir bien. Si con estos cambios de hábitos no vemos mejoría, hay que ir más allá. Si estamos ante patologías cardiovasculares, problemas circulatorios, un daño renal, un trastorno hormonal importante, hay que tratarlo con especialistas".
Terapias adicionales
Además de la ingesta adecuada de líquidos y la corrección de algunos hábitos, es recomendable recurrir a otras acciones para ayudarnos a disminuir esa desagradable pero común inflamación en el rostro.
Landaeta recomienda ser consecuente con las limpiezas faciales y el uso de mascarillas desinflamatorias, que nos permitan liberar el área. También es recomendable el masaje facial manual -con el cual sí es posible recuperar la elasticidad del rostro- o sea con herramientas diseñadas específicamente para ello como los rodillos de cuarzo.
Por otra parte, hay que mencionar especialmente las bolsas en los ojos, las cuales se inflaman sobre todo por la poca circulación sanguínea en la zona, por lo cual se recomienda drenar. Cualquier cosa puede inflamar el área del ojo y demora su recuperación, al ser deficiente el drenaje natural, se acumula líquido allí.
"No solo de líquido están llenas las bolsas en el área de los ojos. También puede acumularse grasa, que es muy común y puede ser hereditario. En este caso, apenas se retiene un poco de líquido en la zona, aparecen las bolsas propensas a llenarse de grasa", dice la especialista y agrega que la solución para las bolsas bajo los ojos es el drenaje linfático con masajes especiales, y en el caso de que estén llenas de grasa se sugiere hacer cirugía para eliminarlas.
Adicionalmente existen productos y tratamientos antiinflamatorios que pueden ayudar, y que en conjunto con una limpieza facial profunda pueden ser aún más eficientes. Incluso hay recomendaciones de mascarillas caseras que pueden favorecer el rostro y estimular la desinflamación. Ejemplo de ello son las mascarillas con cafeína o la tradicional mezcla de avena y miel, con propiedades purificadoras que además calman la piel enrojecida.
Por último, y aunque parezca insólito porque es parte de todos los tratamientos caseros para mejorar la salud, está evitar el sedentarismo y adquirir el hábito de la actividad física regular. La médico explica que aunque sea caminar diariamente contribuye poderosamente a disminuir la inflamación, estimular la circulación y, por ende, drenar el exceso de líquidos del organismo.