Retención de líquidos: qué hacer para evitarla y cuándo puede ser una señal de un trastorno más serio
Esos incómodos círculos en tus tobillos al quitar tus medias, o las marcas que dejan tus lentes en la nariz o la ligera hinchazón en las manos que impide que tus anillos entren en tus dedos pueden ser signos de que retienes líquidos. Sí… La celulitis y el rostro un poco inflamado también.
Hinchazón, pesadez, una carga adicional en el peso corporal y una reducción notoria de la orina, son signos que hacen necesario observar con detenimiento las características de esta retención de líquido para descartar trastornos más graves.
“Las retenciones de líquidos o edemas pueden estar producidas por causas cardíacas, renales o hepáticas”, según explica la doctora Claudia Santander, médico anestesiólogo, quien agrega que dependiendo del tipo de edema, el médico especialista puede determinar cuál es la causa del problema, aunque lo cardíaco y lo renal suele estar muy relacionado.
La doctora Rossana De Jongh Delgado, médico nutrióloga, especialista en nutrición clínica, apunta que el primer paso para determinar las causas de la retención de líquidos es tomar en cuenta si la persona está sana o no. “Una retención de líquidos importante es cuando, por ejemplo, una persona toma dos litros de agua al día y orina solo un par de veces durante todo el día. Esto nos dice que puede tratarse de un problema mayor de salud, y probablemente relacionado con los riñones”.
Por otra parte, existe un nivel de retención de agua mas común, que se presenta cuando consumimos alimentos más salados de lo que estamos acostumbrados, o cuando tomamos muy poca agua durante el día, porque justamente el cuerpo busca la manera de defenderse de una deshidratación.
“El cuerpo retiene líquidos para mantener las células funcionando bien; pero también, cuando la persona toma un exceso de líquido, más allá de sus necesidades, también puede presentar retención”, explica De Jongh.
¿Pero por qué ocurre?
Además de la ingesta de sal excesiva, otra razón por la cual podemos ver estos síntomas tiene que ver con los cambios de temperatura del ambiente. En este caso los síntomas son transitorios y cuando el cuerpo se adapta, normalmente en un máximo de 24 horas, todo vuelve a la normalidad.
También las hormonas femeninas hacen que las mujeres seamos susceptibles a retener líquidos en algunos momentos del mes, explica la especialista. Por ejemplo, la mayoría de las mujeres retiene líquido durante los días del periodo menstrual, pero otras lo hacen durante la ovulación. Todo esto se considera normal”.
Por el contrario, las alarmas deben encenderse si la persona es hipertensa o ha tenido cálculos en los riñones, infecciones urinarias, o ha tenido dificultad para respirar, sensación de fatiga extrema, o sensación de que el corazón se acelera. “En estos casos, debe acudir a consulta inmediatamente porque algo no está bien. Una hinchazón que coincide con la tensión arterial descontrolada es signo de alarma”.
Antes de adelantarnos a los diagnósticos, la especialista recomienda contextualizar pero, sobre todo, no automedicarse, es decir evitar el consumo de diuréticos sin consultar con el médico.
La solución para la liberación
Entre las recomendaciones generales para evitar la retención de líquidos, figura en primer lugar ajustar la cantidad de agua que ingerimos.
Aunque hemos escuchado muy frecuentemente que la ingesta de agua recomendada en general es de dos litros de agua, la doctora De Jongh Delgado, quien es también especialista en obesidad con consulta en Annemasse, Francia, afirma que en promedio, deberíamos tomar entre 20 y 30 mililitros de agua por cada kilo de peso, si la temperatura del ambiente no es muy alta. Es decir que eso de los dos litros de agua como medida estándar, podría ser excesivo si una persona es muy delgada. Si la persona practica actividad física o hace demasiado calor, estas cantidades pueden ser insuficientes y se recomendaría subir hasta 40 mililitros por kilo de peso por día y en todos los casos distribuir la ingesta a lo largo del día”.
Además, si por más que nos propongamos tomar la cantidad recomendada se nos olvida, no debemos tomarla toda de una vez porque los riñones no responden instantáneamente y podemos ver signos de retención de líquidos como los anillos que no entran y las marcas de las medias, entre otras.
Además la especialista sugiere un consumo de sal de máximo 5 gramos por día, y evitar volver a salar los alimentos una vez que están servidos. En este mismo sentido, se recomienda evitar los alimentos muy procesados como embutidos, enlatados o comidas ya preparadas, y elegir los alimentos en su forma más natural y aprovechar los que brindan sabor a las comidas como las hierbas aromáticas.
Los carbohidratos refinados como el azúcar y los alimentos preparados con harinas blancas también pueden estar cargados de sodio y alteran los niveles de insulina en la sangre.
La doctora agrega que si la persona es sana, pudiera ayudarse un poco tomando infusiones como flor de Jamaica o té verde, que tiene un efecto diurético, pero no más de dos o tres tazas por día.
Otras medidas que se deben considerar son las llamadas medidas posturales. “Es decir, evitar estar sentado demasiado tiempo, procurar tomar dos o tres pausas a lo largo del día, estirar las piernas, y si el trabajo no lo permite, usar medias de contención o de descanso para mejorar la circulación. Si la persona tiene várices ir a la consulta porque quizás la hinchazón no tiene que ver con retención de líquidos sino con problemas circulatorios”.
Por último, se recomiendan ejercicios simples como pararse de puntillas al llegar a la casa después de la jornada laboral, caminar unos 30 minutos al día o hacer yoga. El movimiento te ayudará a reducir la retención de líquidos sobre todo en las piernas.
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