Una prisión llena de arte, el pabellón del Vaticano en la Bienal de Venecia
Venecia (Italia), 17 abr (EFE).- Desafiar los límites de las prisiones pero también del arte, de los prejuicios y las convenciones es lo que persigue el pabellón de Vaticano en la 60 Bienal de Venecia, un rompedor proyecto instalado en la cárcel de mujeres de Giudecca cuyas internas se transforman en artistas y en guías de museos.
Es el pabellón 'Con mi Ojos', comisariado por Chiara Parisi y Bruno Racine, dedicado a los derechos humanos y cuyo título proviene de un verso que hace referencia a un versículo de la Biblia: "Mis ojos te han visto" y con el que quieren animar al visitante a tocar con la mirada.
Desprovistos de teléfonos móviles o cualquier otro dispositivo, un grupo de periodistas se adentró este miércoles en esta cárcel de mujeres/pabellón de arte, al igual que tendrán que hacer los visitantes que quieran contemplar su interior, guiados por las internas y en la que hay obras de artistas como Maurizio Cattelan, Bintou Dembélé, Simone Fattal o Claire Fontaine.
Un pabellón que visitará el papa Francisco el próximo 28 de abril, con lo que se convertirá en el primer pontífice de la historia que acuda a la Bienal de Venecia, que se inaugura el próximo sábado y permanecerá abierta hasta el 24 de noviembre.
Talleres, instalaciones, danza, cine, performance y pintura se suceden en el recorrido de este pabellón que reflexiona desde el interior de una prisión sobre las estructuras de poder dentro del arte y las instituciones. Y quiere que sus visitantes lo hagan alejados de los dispositivos móviles y sus pantallas porque, explican, la visión humana es cada vez más diferida y menos directa.
Desde el comienzo del recorrido, unas placas de lava esmaltadas, obra de Simone Fattal para el pabellón, reproducen poemas y narraciones mientras que una enorme obra al aire libre del artista Maurizio Cattelan se erige en la fachada de la capilla de la cárcel.
Junto a ella, otra de las artistas, Claire Tabouret, ha reunido los retratos que ha elaborado de las reclusas cuando eran niñas y de sus seres queridos más jóvenes para recordar, con cada uno de ellos, la dignidad, la identidad y la belleza. Los retratos, inspirados en fotografías reales aportadas por las internas, construyen una gran galería de imágenes.
En el patio central de la prisión de Giudecca, Claire Fontaine ha creado una obra de arte titulada 'Estamos contigo en la noche', una invitación a romper con las fronteras simbólicas y vivir libres, también de prejuicios.
También una instalación de luz, 'White Sight', ubicada en el final del pasillo de entrada, y una instalación compuesta por esculturas suspendidas, titulada 'Sinfonia', de Sonia Gomes son otras de las obras de arte contenidas en el pabellón.
El área de la cafetería aloja las obras de arte pop de la hermana Corita Kent (1918–1986), una monja artista que utilizó el arte como herramienta de activismo y comunicación social.
Además de estas obras, la danza y el cine forman también parte del pabellón: el bailarín Bintou Dembélé ha creado una coreografía especialmente para las mujeres privadas de libertad mientras que el artista y director Marco Perego y la actriz Zoe Saldana han elaborado un cortometraje en el interior de la prisión de Giudecca, con la participación de las internas como actrices.
La comisaria Chiara Parisi explicó cómo artistas y reclusas han colaborado para explorar las historias de quienes viven dentro de la prisión a través de sus proyectos, talleres, obras o poemas.
(c) Agencia EFE