Yahoo Estilo 'Rápidos y furiosos X' paga un alto precio para alcanzar un final de altura
Rápidos y furiosos se acerca al final. La saga protagonizada por Vin Diesel acaba de estrenar la primera de las dos películas que compondrán su conclusión, y, como cabría de esperar del desenlace de una historia que lleva tantos años conquistándonos con su acción y adrenalina, no han escatimado en gastos para estar a la altura. Solo hay que fijarse en que su presupuesto asciende hasta los 340 millones de dólares, una cifra que la posiciona como la película más cara de la franquicia. Pero no solo eso, porque si no ajustamos las cifras por inflación, se sitúa como una de las más costosas de la historia del cine.
Por ejemplo, como se puede comprobar en rankings de portales como MovieWeb, supera a películas como Vengadores: Infinity War ($325 millones) y se queda cerca de lo que costaron Avatar: El camino del agua ($350 millones) o Vengadores: Endgame ($356 millones). Está lejos de títulos como Star Wars: El despertar de la fuerza ($447 millones) o Star Wars: El ascenso de Skywalker ($416 millones), pero aún así se posiciona como la séptima película más cara de Hollywood.
Como tal, lo ideal sería estar ante una cinta que elevara a un nivel mayor lo visto en anteriores entregas, cuyo máximo exponente hasta ahora era Rápidos y Furiosos 8 con 225 millones de dólares. Sin embargo, esto no es del todo así, y si nos acercamos a ver Rápidos y Furiosos X podremos comprobar que a nivel de calidad de efectos especiales se queda muy por detrás de sus predecesoras.
Por ejemplo, en la secuencia de Roma que pudimos ver en los tráilers, donde una bomba en llamas asola la ciudad rodando por sus calles y provocando una enorme explosión, la calidad del fuego que rodea al objeto está tan poco conseguida que parece de una película de serie B. Y lo mismo se puede decir del clímax final, donde en una huida a través de las llamas resentan un acabado tan deficiente que es todo un dolor de ojos y le resta la poca credibilidad que pudiera tener. Evidentemente, en la saga de Rápidos y furiosos sobresalen más los trucos prácticos con los coches que los efectos digitales, pero que con un presupuesto tan elevado se hayan quedado infinitamente atrás de lo que nos tenían acostumbrados es casi inexplicable. Aunque es lógico valorando el enfoque que han dado a la conclusión de la saga.
Como bien sabrán todos los que la han visto, Rápidos y furiosos X hace un recorrido por muchos momentos míticos de la franquicia, construyendo una historia donde los acontecimientos del pasado son claves en la construcción de un clímax muy dirigido a su espectador fan. Esto se ha traducido en traer de vuelta a prácticamente todos los personajes que han desfilado por la franquicia, incluyendo a algunos que llevaban años sin aparecer o que jamás hubiéramos imaginado su vuelta. Y claro, pagar a estrellas de acción como Charlize Theron, Jason Statham, Helen Mirren o John Cena no es barato, al igual que añadir fichajes estelares como el de Brie Larson, Rita Moreno o Jason Momoa o conseguir la vuelta de los que se han labrado un caché fuera de la franquicia (que no desvelo para no entrar en spoilers).
Al final, el presupuesto se va en salarios de actores y actrices, y detalles como los efectos especiales terminan languideciendo y la calidad global de la película decae. Aunque esta no es la peor consecuencia de apuntar tan alto y construir un cierre con semejante nivel de caché. Y es que la rentabilidad económica podría estar en peligro, porque los datos de taquilla no acompañan tanto como cabría esperar.
Desde luego, Rápidos y furiosos sigue siendo una saga que atrae a millones de personas a los cines, pero es cierto que tras su séptima entrega la recaudación ha ido decreciendo progresivamente. Esta décima película se ha estrenado con 67,5 millones de dólares en Estados Unidos, dato inferior a los 70 millones con los que Rápidos y Furiosos 9 abrió en 2021 con la taquilla aún perjudicada por la pandemia. Aquella terminó su recorrido global con $726,2 millones, cifra aceptable para aquel entonces pero lejos del éxito que se espera para un blockbuster tan costoso. Mientras que a nivel internacional, la nueva entrega recaudó $251.4 millones, alcanzando un total de $318.9 millones en su primer fin de semana (The-Numbers).
Evidentemente son cifras positivas en una etapa de recuperación postpandémica. Sin embargo, dejan muy claro que todavía quedaría un largo camino para que la película sea rentable cuando tuvo un presupuesto de $340 millones de dólares, sin calcular los gastos de promoción y marketing. No hay cifras oficiales, pero, teniendo en cuenta la promoción tan intensa que ha tenido y los muchos tráilers y avances que hemos visto, es de esperar que asciendan a un coste similar al de la película, como suele ser lo habitual en estos blockbusteres. Por ello, es posible que Rápidos y furiosos se haya excedido con un final tan ambicioso.
Al final, la taquilla decreciente difícilmente auguraba rentabilidad para un título de estas características, y aunque es pronto para sacar conclusiones y aún le quede una larga carrera comercial por delante, que en próximas semanas lleguen a las salas producciones tan potentes como La sirenita, Spider-Man: Cruzando el Multiverso o la nueva entrega de Transformers, hace pensar que la atención hacia Dominic Toretto y su familia podría disminuir y complicar sus opciones de generar ganancias.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VÍDEO
Jason Momoa está encantado de que 'Fast X' no incluyera un enfrentamiento dramático entre él y Vin Diesel
Cómo Vin Diesel salvó 'Rápidos y furiosos' del abismo gracias a un capricho pasional
'Blancanieves' y la realidad que ni 'Super Mario Bros' puede esconder
