Qué te dice tu cuerpo cuando sientes que está a punto de colapsar por el estrés (como Sandra Bullock)

El programa Red Table Talk pone nuevamente en la palestra un tema de debate: cómo nos afectan el estrés y la ansiedad, y cuánto podemos soportar antes de tomar acciones para sanar.

La protagonista de esta conversación fue la ganadora del Oscar, Sandra Bullock, quien reveló en la famosa mesa de Jada Pinkett Smith que sintió que iba a morir porque su cuerpo no estaba manejando bien las situaciones estresantes consecutivas que estaba viviendo.

"Miraba mi cuerpo y decía: 'Se va a romper'... No estaba respondiendo bien a lo que estaba pasando”. Esta era la respuesta a varias situaciones estresantes que, según se reseñó en varios medios, se acumularon en la vida de la actriz, comenzando por una grave convulsión que sufrió su hijo; una picadura de araña; alopecia nerviosa, y la gota que colmó el vaso: la irrupción de un acosador en su hogar.

¿Pero realmente el cuerpo puede colapsar con una sucesión de hechos estresantes? La respuesta es que emocionalmente sí colapsamos. Tenemos la sensación de que nos romperemos.

La doctora Rosa María Fernández explica que "cuando estás en una crisis de angustia, que puede ser una ansiedad generalizada específica o inespecífica -es decir, que la persona tal vez no tiene claro qué le dispara la ansiedad- y sostienes estos procesos de malestar, tensión, cansancio y fatiga por mucho tiempo, llega un momento en que te desmoralizas. Tus sistemas tanto emocional como inmunológico se van al piso y llega un momento en que sientes que te quiebras. Sientes que te rompes”.

Sin embargo, la especialista aclara que en realidad nadie se rompe en lo absoluto. “Ayuda hacernos conscientes de que en todo momento estamos completos. Eres un todo, pero hay una parte de ti que es psicológica, donde tienes un área funcional y un área disfuncional, esta última toma cuerpo y dominancia; mientras que la parte funcional se apaga. En ese momento la persona distorsiona completamente su realidad, y su existencia, con lo cual pueden caer en una depresión profunda.

En realidad nuestro cuerpo no va a fallar. Es una sensación causada a nivel psicológico, no físico, pero nuestra salud emocional amerita atención frecuente, de manera que no tengamos que buscar apoyo cuando ya nos sintamos al borde del abismo, sino que podamos mantenernos en completo equilibrio.

A Sandra Bullock esta serie de sucesos le ocurrieron en 2014 y fue lo que ella describe como un momento muy oscuro del que emergió motivada por sus hijos. "Fueron mis hijos los que me mostraron que, a menos que me recomponga ahora mismo, no voy a estar para tener los momentos que quiero tener", dijo.

(Photo by VALERIE MACON / AFP) (Photo by VALERIE MACON/AFP via Getty Images)
(Photo by VALERIE MACON / AFP) (Photo by VALERIE MACON/AFP via Getty Images)

Fue en este momento cuando Bullock evaluó su situación y aceptó que no podía controlarla sola, por lo que recurrió a la terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares, conocido como EMDR por sus siglas en inglés, la cual consiste en un abordaje psicoterapeútico que trabaja sobre el propio sistema de procesamiento del paciente, y que por diversos motivos traumáticos se bloquea produciendo síntomas como miedo, angustia, tristeza, dolor, baja autoestima, entre otros, que al no ser tratados, y tras un evento de vida, generan depresión, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno límite de personalidad, trastorno bipolar, adicciones, entre otros, según se explica en el Instituto Español de EMDR.

Esta terapia surgió de forma casual por la psicóloga norteamericana Francine Shapiro, en 1987, cuando descubrió que los movimientos oculares voluntarios reducían la intensidad de la angustia de los pensamientos negativos, y es recomendada “en el tratamiento de las dificultades emocionales causadas por experiencias difíciles, desde fobias, ataques de pánico, muerte traumática y duelos o incidentes traumáticos en la infancia, hasta accidentes y desastres naturales”.

(Getty Creative)
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Por su parte Fernández destaca que aunque hay expertos que opinan que estamos hechos de pequeñas partes, ella considera que es valioso vernos como un todo. “Tenemos un pensamiento funcional con destrezas, habilidades, a las cuales debemos sacarle provecho, aprender a utilizarlas, estimularlas y fortalecerlas para que funcionen de primer escudo ante problemas emocionales y de salud mental”.

Es por esto que se recomienda afrontar la visita al especialista como algo normal. "Son los terapeutas, los psicólogos, quienes proporcionan herramientas para cuidar y fortalecernos emocionalmente, porque nadie está exento de que le ocurra un colapso emocional".

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