Cómo maquillar tus ojos después de los 40: lo que debes hacer para realzar tu mirada
A partir de los 25 años la piel empieza a perder algunos nutrientes que la hacen firme y radiante, es por esto que es recomendable iniciar una rutina de cuidado desde temprano para minimizar los efectos del envejecimiento. Pero no se trata solo de incorporar o afianzar el uso de cremas hidratantes, y protector solar, sino también de aplicar técnicas y usar productos adecuados para cada etapa de la vida, con el fin de sacarle el mayor partido a nuestras cualidades.
Muchas veces escuchamos decir a los cuarentones que apenas pisan la década, llegan los lentes para la presbicia, a esto sumémosle las arruguitas y líneas de expresión que comienzan a aparecer, el cansancio por la rutina diaria y agreguemos al gran protagonista de este año: el tapabocas. Esta fórmula resulta en la motivación principal para dedicarle a nuestra mirada especial atención.
Cuestión de piel
Johana Méndez, cosmetóloga y especialista en cuidado de la piel, explica que debemos comprender, en primer lugar, la parte fisiológica para luego pasar a la parte decorativa.
“La piel, en general, tanto la epidermis como la dermis, a los 40 años ya ha perdido cierta cantidad de colágeno y ha tenido cambios estructurales que la hacen ver un poquito más desgastada. La epidermis es más delgada, y más aún en la zona del contorno de los ojos donde ya es muy delicada, lo que hace más factible que tengas más arrugas, que pierdas elasticidad, que los vasos sanguíneos sean más visibles. También se comienzan a acumular líquidos, por lo que pueden aparecer bolsas o hendiduras. Además, el uso de lentes crea una presión permanente y esto va estirando poco a poco la zona y dependiendo del tipo de piel, se notará más o menos”.
Por estas características, se hace necesario cuidar la piel con productos adecuados para sus condiciones y edad. “Por ejemplo hay gente que tiene párpados secos y otra que tiene párpados oleosos y aquí radica la diferencia fundamental con relación a qué tipo de productos usar, pero en general, los productos con retinol, aminoácidos, vitamina C y cafeína son maravillosos para esta zona”, recomienda la especialista y agrega que lo que realmente mejorará la apariencia de los ojos será el tratamiento a la piel previo al maquillaje.
“Escoger un contorno de ojos adecuado para el tipo de piel y la edad es básico. Para las personas mayores de 35 y hasta los 50 años, las fórmulas no deben ser tan grasosas, como sí deben ser para los mayores de 50. Más bien debemos elegir sueros y contornos de ojo en gel o de base en agua”.
Incorporar hábitos como el uso del rodillo facial a la rutina de cuidado será muy beneficioso para ayudar a drenar agua, disminuir bolsas y oxigenar la piel.
De técnicas y color
Una de las cosas más importantes que hay que observar es la forma de los ojos, si están los párpados caídos o el músculo de la ceja, entre otras condiciones. Maquillajes con glitter, que destacarán lo que queremos neutralizar, o técnicas como el cut crease, que busca crear un corte en el pliegue del párpado móvil, no serán tan favorables, según explica Méndez.
Además, la experta recomienda brindar frescura y naturalidad delineando con sombras y mucha suavidad el borde del ojo justo por fuera de la línea de las pestañas para que se vea más tupida, pues a partir de esta edad baja el volumen de pestañas. En este sentido, es conveniente usar las postizas individuales para rellenar los espacios, pero no usarlas en banda porque suman peso al ojo.
Johana Méndez destaca que el arco de la ceja también comienza a caer a partir de los 35 años, con lo cual se hace necesario revisar el diseño de cejas y buscar aumentar el espacio entre el arco y el inicio del párpado. Además, la cola de la ceja debería estar en un ángulo ascendente para propiciar que se abra más la mirada. “Esto genera un efecto de lifting visual” asegura.
Paso a paso
Jesús Cedeño, makeup artist que ha trabajado con celebridades como Maritza Sayalero o Erika de la Vega, indica que el primer paso del maquillaje a esta edad y en adelante, es el uso de un buen primer. “Esto brindará un resultado óptimo porque el primer equilibra, hidrata, da luminosidad y minimiza los poros”.
El siguiente paso será extender el uso de la base a la zona de los ojos, que debe ser de mediana a alta cobertura, líquida, hidratante, con protector solar y con pro retinol A o retinol; sustancias que ayudan a minimizar las líneas de expresión. Este paso se completará con polvo, preferiblemente suelto pues sus microparticulas son más finas lo cual ayuda a que no se noten las líneas de expresión.
Luego, Cedeño aconseja ayudarnos aplicando bronzers estratégicamente para brindar un aspecto saludable a todo el rostro. Subir con la brocha hacia la sien enmarcará suavemente la zona superior, y al ser satinados o reflectantes también contribuyen a disimular las líneas de expresión.
Para sombras, Cedeño recomienda el uso de colores neutros, marrones, guayaba, malva, “todos los tonos que inspiran lo natural pues no solo favorecen y brindan un aspecto fresco, sino que combinan con todos los colores en el vestuario, así que siempre serán un acierto. Además, es conveniente que las sombras sean mate para la zona externa del ojo, y con toques iridiscentes, para la comisura interna. Esto hará que luzca el ojo más levantado e iluminará la mirada”.
“No es recomendable usar lápices cremosos porque tienen a correrse en el párpado móvil, por lo cual es ideal hacer el delineado con sombras y plumones que se sequen y en el párpado inferior, delinear muy cerca de las pestañas y muy sutilmente. Aprovecho de hacer la misma recomendación para los labios, pues los lápices cremosos pueden correrse hacia las mínimas arruguitas que comienzan a aparecer en esa zona”.
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