Rebecca Ferguson expone a una estrella de cine por su grosería en un rodaje

En medio de la promoción de Dune: Part Two, Rebecca Ferguson ha lanzado un juego de adivinanzas. Un juego que probablemente tenga a una estrella de Hollywood temiendo con que alguien termine descifrándolo. Y es que después de pasar más de una década codeándose con algunos de los intérpretes más destacados de su industria, la actriz sueca no ha tenido reparos a la hora de exponer una historia que no deja bien parado a uno de ellos. Pero… ¿de quién se trata?

La actriz que vuelve a interpretar el papel de Jessica en la magnánima obra de Denis Villeneuve (la madre del personaje de Timothée Chalamet), reveló en el podcast Reign with Josh Smith que un excompañero (o compañera, no deja claro el género) le “gritó” y la trató con tanto desprecio que terminó marchándose del set entre lágrimas sin que nadie del equipo hiciera nada por ayudarla.

Ferguson se encontraba hablando de la voz de su personaje (que impone un tono potente y rasgado cuando comanda una orden) cuando soltó la inesperada anécdota. La actriz de 40 años trasladó la reflexión para hablar del poder de su propia voz, contando que no tiene miedo de exponer su opinión, y mucho menos de las consecuencias de decir lo que piensa. Y puso un ejemplo contundente.

El señalamiento de Rebecca Ferguson

“Hice una película con un absoluto idiota de compañero. No importa quién es, voy a intentar no revelarlo”, decía mientras aclaraba que no se trataba de Hugh Jackman ni Tom Cruise con quienes trabajó en El gran showman y tres películas de Misión Imposible respectivamente. “Hice muchas películas en el pasado, pero recuerdo que hubo un momento que este ser humano estaba muy inseguro y enojado porque una persona no podía sacar las escenas”, relató.

“Creo que estaba tan vulnerable e incómoda que me gritaron. Pero como esta persona era la número uno en la hoja de llamadas, no había ninguna red de seguridad para mí. Así que nadie me respaldaba. Y yo salía llorando del set”.

Rebecca continuaba detallando que esta persona la miraba en ese estado vulnerable y le decía ‘¿te haces llamar actriz? ¿Con esto tengo que trabajar? ¿Qué carajos es esto?’ delante de todo el equipo. La actriz y madre de dos hijos revela que no tuvo apoyo pero que al día siguiente, a pesar de estar “aterrada”, impuso su voz pidiéndole a esa persona que abandonara el set. “Te puedes ir a la m*erda”, le dijo. “Voy a trabajar con una pelota de tenis, no quiero volver a verte”.

Pero entonces los productores se acercaron diciéndole que “no podía hacerle eso al ‘número uno’” de la producción, así que sugirió que el artista en cuestión trabajara de espaldas y ella haría sus diálogos mirando a su cabeza. Y así lo hicieron. Sin embargo, al cuestionar al director por lo permisivo que había sido ante la actitud temperamental del intérprete, se topó con el poder de la idolatría y el éxito que marca las jerarquías de la industria. “Tienes razón, no me estoy ocupando de los demás. Estoy tratando de arropar a esta persona porque es muy inestable", le contestó.

Una respuesta que nos lleva a reflexionar sobre la importancia que tiene el éxito como símbolo de superioridad en la industria del cine, poniendo sobre la mesa un ejemplo que daba vía libre a comportamientos carentes de empatía en un momento de vulnerabilidad profesional, sin que nadie se inmute. Como si proteger a la estrella principal supusiera soportar actitudes que, en otros rubros, departamentos o industrias, jamás se tolerarían.

Afortunadamente, Rebecca confiesa que todo cambió después de aquel episodio. Sin embargo, aclara que le llevó mucho tiempo llegar a ese punto de confianza en sí misma para imponer su voz y valía. “Es en mis últimos 10 o 12 años y llevo actuando desde que tenía 16”, sentencia.

Pero... ¿de quién está hablando?

Es la gran pregunta que se hace medio mundo desde que Rebecca Ferguson compartiera la historia. Porque estamos hablando de una actriz que compartió escenas con todo tipo de estrellas de Hollywood a lo largo de su carrera, sin embargo, sus palabras nos remiten a una situación que despertó su autoestima como parte del negocio y que, según sus palabras, mantiene desde hace al menos 10 o 12 años.

Es decir, que la película en cuestión probablemente tuvo lugar hace una década o se encuentra cronológicamente en esos años de crecimiento en el negocio. Este detalle descartaría a Ewan McGregor con quien trabajó en la secuela de El resplandor, Doctor sueño (2019), a Chris Hemsworth (Hombres de negro: Internacional, 2019), Michael Fassbender (El muñeco de nieve, 2017) o Jake Gyllenhaal (Life. Vida Inteligente, 2017). Además de los nombres que ella misma descartó, Hugh Jackman y Tom Cruise.

Entonces… ¿de quién estaría hablando?

Si observamos su filmografía en orden cronológico, y teniendo en cuenta sus palabras, encontramos a Meryl Streep y Hugh Grant con quienes compartió secuencias en Florence: la mejor peor de todas, el drama biográfico sobre una mujer que soñaba cantar aunque su voz sonaba fatal. La película se estrenó en 2016 pero se rodó en mayo de 2015, lo que nos acerca al rango de la década más o menos.

Evidentemente resulta extraño imaginar a Meryl Streep siendo grosera cuando las anécdotas compartidas por otras estrellas siempre la alabaron. Tom Hanks dijo que se quedó “asombrado” tras trabajar con ella en The Post: Los oscuros secretos del Pentágono y Anne Hathaway la definió como “la persona más maravillosa y cálida”. Además, Rebecca prácticamente no compartía escenas con ella en la película, sino que su papel era de amante de Hugh Grant. Y curiosamente, en este caso sí existen historias que hablan de lo cascarrabias que pudo ser el actor en algunas ocasiones.

Como sucedió en el primer día de rodaje de Calabozos y dragones: Honor entre ladrones cuando, según People, el actor perdió su temperamento con una mujer del barrio creyendo que era una ejecutiva del estudio que estaba arruinando su plano. Él mismo describió su reacción como “terrible” y se disculpó. A su vez, Jon Stewart dijo que el británico era un “grano en el c*lo” debido a su presunta actitud durante una entrevista en su programa, decidiendo no volver a invitarlo nunca más.

“Tuve una rabieta detrás del escenario [en The Daily Show]. Aproximadamente una vez al año, tengo una mega rabieta y, lamentablemente, él fue testigo de una”, admitió el actor de El diario de Bridget Jones a Vanity Fair. Incluso confesó que no está de acuerdo con la imagen de británico correcto que pintaron sus personajes más exitosos. “Me molesta mucho cuando la gente piensa que soy amable, tímido o un caballero inglés educado", dijo en una entrevista de 2016 con Entertainment Weekly (vía Daily Mail). "Soy un tipo desagradable y la gente debería saberlo".

Por supuesto, esto no significa que haya sido el personaje al que hace referencia Rebecca Ferguson a ciencia cierta, aunque varios usuarios de las redes lo señalan con sus hipótesis.

Por otro lado, encontramos el nombre de Dwayne Johnson a quien acompañó en la cinta épica Hércules rodada en 2013. Pero claro… son tantos los halagos que acompañan a La Roca como una de las figuras más dedicadas en los rodajes que cuesta imaginarlo en esta posición. Además, no podemos olvidar que el excampeón de la WWE todavía estaba demostrando su talento como actor ante la industria durante aquellos años. Dudo que cuestionara el talento de otro intérprete cuando él seguía labrándose su camino. Pero si quedaba alguna duda, el propio actor ha dejado claro que no se trata de él y que está muy interesado en saber quién fue.

Y así llegamos a producciones europeas que Rebecca protagonizó antes de su salto a Hollywood, con personajes como Matthew Goode en The Vatican, una TV-Movie dirigida por Ridley Scott en 2013, o la fallecida estrella sueca Sven-Bertil Taube con quien trabajó en A one way trip to Antibes (2011).

La pregunta evidentemente quedará eternamente en el aire, aunque a más de un intérprete no le cause gracia.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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