Rebecca Jones, una vida dedicada a la actuación que solo fue interrumpida por la enfermedad
La simpatía y accesibilidad de Rebecca Jones era innegable entre sus compañeros y sus admiradores, sus trabajos en la pantalla chica, muchas veces como villana, la convirtieron en una figura de las que se enamoraron los televidentes; por eso, cada vez que surgía un rumor sobre un posible deterioro en su salud, no faltaba quien recordara que la estrella había sobrevivido a un cáncer, razón poderosísima para superar cualquier prueba que pudiera atentar contra ella. No fue así esta vez.
La actriz falleció la madrugada de este 22 de marzo. Tenía 65 años. Estuvo "acompañada en todo momento por sus seres queridos, se fue en paz y con un profundo agradecimiento a su público para el que trabajo toda su vida, dijo Danna Vázquez, su representante.
"En próximos días nos uniremos a despedirla tal como fue su deseo. Gracias a todos los que estuvieron pendientes de la salud de Rebecca en todo momento. La historia nunca dice adiós. Lo que dice siempre es un hasta luego", se mencionó en un comunicado.
El 2022 fue de altibajos para Jones, pues hacia finales del año una complicación por una neumonía la llevó al hospital, donde pasó varios días intubada. Sus problemas de salud también la obligaron a alejarse de lo que más ama, la actuación.
En las últimas reapareció en redes donde se le vio más delgada y las alarmas sobre su estado de salud volvieron a encenderse.
Hija de padre estadounidense y madre mexicana, Rebecca Jones pasó su infancia y adolescencia en California, EEUU donde estudió arte dramático. Al regresar a México y a principios de la década de 1980, inició una de las carreras más sólidas del espectáculo nacional en cine, televisión y teatro.
Con apenas 21 años, logró trabajar en Bellas Artes con la obra El coleccionista, actuación por la cual obtuvo el premio a la Revelación del año por parte de la Unión de Críticos y Cronistas Teatrales. Sobra decir que este primer reconocimiento la llevó a tener visibilidad y sumarse a proyectos televisivos en melodramas como El amor nunca muere, El maleficio, La traición y Angélica, hasta su primer protagónico, El ángel caído, en 1985.
Así como su carrera actoral iba en ascenso, su vida amorosa también florecía. Tras una relación con Humberto Zurita, Jones conoció a Alejandro Camacho, con quien había trabajado en proyectos anteriores. La química entre ellos era tan evidente, que no les fue difícil abordar las escenas de amor y mantenerlas fuera de los foros.
Finalmente la pareja decidió dar el siguiente paso y en 1986 llegó al altar para darse el sí.
Rebecca y Alejandro formaron uno de los matrimonios más sólidos en el mundo artístico. Tuvieron un hijo, Maximiliano Camacho Jones, y sufrieron la pérdida de dos bebés, pasaron algunas crisis laborales, pero cada vez que podían, compartían créditos como ocurrió en Cuna de lobos (telenovela que los catapultó como villanos), La sonrisa del diablo (1992), Imperio de cristal (1994) y Para volver a amar (2010).
Fundaron su propia compañía productora, con la que crearon la telenovela Huracán, así como las películas Guerrero negro, El tesoro de Clotilde; y obras de teatro como Drácula y Rosa de dos aromas.
Pero su relación no era perfecta, pues hubo un tiempo en el que pasaron por una breve separación y aunque trataron de arreglar cualquier diferencia, la relación tenía fecha de expiración y esta se concretó en 2011, tras más de 20 años de casados.
Jones rechazó que hubiese existido algún tipo de conflicto entre ellos. "Yo creo que los matrimonios de tantos años llegan a un punto en que no es por un pleito por el que te separas, no es que haya habido un pleitazo, pero sí fue un momento de ya pensar las cosas de manera diferente en el matrimonio. Creo que ninguno de los dos estábamos a gusto", dijo en el programa El minuto que cambió mi destino en 2018.
Meses después, en el mismo programa, Camacho abonó al tema. "Cuando las cosas no funcionan, uno no puede asumir sentimientos de culpa para no tomar las decisiones que debes tomar. Los hombres fallamos (...), quizá (faltó) madurez, de la cual huyo, no quiero ser maduro, me niego".
Aunque la noticia tomó por sorpresa al público, tanto Jones como Camacho mantuvieron una relación cordial entre ellos, de apoyo ante cualquier dificultad, como cuando en 2018 la actriz reveló que tenía cáncer de ovario.
Cuando Jones se encontraba de gira con la obra Dios mío, hazme viuda por favor, la actriz presentó los primeros malestares, por lo que se sometió a un reconocimiento médico que después reveló que tenía un tumor en el ovario izquierdo y debía atender de inmediato. "Soy una mujer fuerte, mis otros órganos están sanos y fuertes, mi corazón, pulmones, riñones, todo está en magnífico funcionamiento y eso es mucho a mi favor", reveló al programa Ventaneando en 2018.
El tratamiento funcionó y pocos meses después la actriz de Las malcriadas se incorporó a sus actividades y siguió trabajando. Pero la sombra del cáncer volvió a aparecer en agosto pasado cuando su expareja habría revelado que la enfermedad había reaparecido en su vida, declaración que le costó un llamado de atención pues tenían meses sin hablar, como lo dijo Rebecca posteriormente.
"Si ustedes le quieren dar más peso a lo que dice una persona que no vive conmigo..., que efectivamente es el padre de mi hijo pero no vive conmigo ni sabe nada de mi vida, ni tiene que opinar acerca de mi salud, pues allá ustedes. No creo que lo hizo con mala intención, simplemente no tiene por qué opinar, es un hecho. Yo no opino acerca de él porque no sé su vida", dijo ante los medios que la abordaron en el aeropuerto de Ciudad de México.
Y fue ese mismo día cuando la productora aprovechó para recordar que el cáncer que padeció años atrás no era algo que la definía ni era un tema del que quisiese hablar eternamente. "En esta vida nadie tiene la vida comprada, es lo que no entienden, entonces no nos debe asombrar tanto la muerte, y cuando nos toca, que nos toque".
Quizá la artista anticipaba algo, quizá solo fueron palabras tras años de cuestionamientos sobre su salud. Pero cuando trascendió que Rebecca Jones fue hospitalizada de emergencia en terapia intensiva por una infección pulmonar y solicitaban donadores de sangre, la familia y sus fans se aferraron a una esperanza, a que solo se tratase de un mal rato.
De hecho, tras el estreno de la telenovela Cabo, que significó el gran regreso de Jones, Mar Contreras había dejado en claro que la actriz estaba en perfecto estado de salud. "Para mí ella es un ícono en las telenovelas, siempre he admirado mucho su trabajo desde Cuna de lobos. Es una mujer que ha tenido que pasar por situaciones muy duras como fue su cáncer, que afortunadamente ahora está más que erradicado, pero es toda una escuela de la actuación para mí. Hemos tenido muy buena química, las escenas fluyen, desde que nos conocimos fue grato para ambas, así que ha sido muy lindo trabajar con ella”, dijo en entrevista con Infobae.
A mediados de noviembre Jones anunció su retiro temporal a consecuencia de la emergencia médica que padeció. "Llegué en ambulancia al (hospital) ABC el primero de noviembre en la mañana y la verdad es que no supe nada hasta siete días después. (...) Me tuvieron en terapia intensiva, me intubaron; antes, si hubiera escuchado la palabra 'intubación', no sé si hubiera aceptado, pero como estaba más allá que pa acá, acepté. Gracias a la intubación me salvaron", dijo en una entrevista con Ventaneando semanas después.
Aunque su intención era regresar a los foros, la actriz decidió acatar las instrucciones de los médicos. Unas semanas después, Castro confirmó que así sería y que Robinson se sumaría a la producción. "La historia requiere a 'Lucía' presente, a esta madre que que está peleando en este confrontamiento de hermanos, Fue una decisión difícil, para mí fue encantador trabajar con ella, es la primera vez que trabajo con ella, encontrar una actriz con la calidad que ella tiene fue maravilloso, pero la producción más importante es la vida de uno".
Sobre la integración de Azela, Matías Novoa —protagonista de la historia e hijo de 'Lucía'— contó que trabajaban con ella para que se sintiera arropada y bienvenida, y en su primera escena conjunta "rompimos el hielo y estamos súper bien. Tiene mucha personalidad, tiene una energía fuerte, pero es súper linda, yo agradezco estar con estos compañeros porque aprendes mucho de ellos y estoy en eso", dijo.
Jones aún tenía esperanza de regresar a la pantalla. Era su anhelo. "Pronto me verán en la pantalla o yo los veré con orgullo y agradecimiento desde las tablas de algún teatro". No sucederá de esa forma. Ahora solo faltará conocer los detalles del homenaje póstumo que merecidamente se ganó.