La reina Letizia pone la nota de color al día gris con un nuevo vestido fucsia de 'tweed'
Estos días tiene lugar una de las citas más especiales para los Reyes y sus hijas: los Premios Princesa de Asturias. Más allá de la propia entrega de los galardones, que tendrá lugar esta tarde en Oviedo, la Familia Real tiene en su agenda varios actos oficiales organizados con motivo de este señalado evento. Ayer, la princesa Leonor comenzaba la jornada con dos actos en solitario y, por la noche, se unían a ella sus padres y su hermana para acudir al tradicional concierto previo, en que el tanto la heredera al trono como doña Letizia y la infanta Sofía derrochan siempre elegancia. Una vez más, la Reina demostró por qué está considerada una de las royals mejor vestidas del panorama internacional gracias a su impecable vestido azul marino de Roland Mouret, una pieza que alquiló en la plataforma española Lend The Label. Apenas unas horas más tarde, los Reyes y sus hijas han presidido unas audiencias en el Hotel de la Reconquista, en las que la Reina ha optado por un elegante estilismo que ponía la nota de color a la jornada.
Si desde su etapa como Princesa hizo del color rojo la gran seña de identidad de su armario, el año pasado apostó más por modelos en la gama de los rosas en todas sus variantes, sumándose a la tendencia Barbiecore que popularizó Margot Robbie y a la que sucumbieron royals y celebrities en todo el mundo. Hoy se ha vuelto a decantar por el fucsia, desmontando la creencia de que en otoño lo mejor es recurrir a tonos apagados y neutros. La Reina ha querido seguir el truco de las expertas en moda para realzar su bronceado incluso a finales de octubre, estrenando un diseño en tono vibrante de lo más inspirador.
Un tejido que no pasa de moda
Se trata de una pieza tan fiel a su estilo que es similar a otras que ha lucido anteriormente, un modelo de cuerpo entallado, cuello a la caja, manga francesa y falda midi en línea 'A' que agrega un detalle de falso fajín para potenciar la silueta, así como toques desflecados. Está confeccionado en tweed, tejido que popularizó Coco Chanel en la década de 1920 y que, hoy en día, continúa sinónimo de elegancia y atemporalidad y se adapta a todos los estilos y edades -prueba de ello es que la princesa Leonor también ha elegido un diseño en este tipo de tela, aunque, en su caso, un minivestido gris-.
La Reina lo ha acompañado de unos sencillos salones clásicos en tono nude, un par de puntera afilada y tacón sensato de Magrit que ya le habíamos visto en anteriores ocasiones y que ha conjugado con un bolso de Carolina Herrera a juego, un diseño de asa corta estilo años 50 perfecto para citas de día como esta. En cuanto al look de belleza, ha abogado por la naturalidad dejando su melena suelta, peinada con raya al lado y volumen en la raíz. Al colocarse el pelo por detrás de la oreja hemos podido apreciar también sus pendientes, unas piezas doradas de inspiración vintage que atesora desde hace varios años.