El rodaje infernal de 'Taxi Driver' generó una de sus mejores virtudes

Kino. Taxi Driver, USA, 1976, Regie: Martin Scorsese, Darsteller: Robert De Niro. (Photo by FilmPublicityArchive/United Archives via Getty Images)
Kino. Taxi Driver, USA, 1976, Regie: Martin Scorsese, Darsteller: Robert De Niro. (Photo by FilmPublicityArchive/United Archives via Getty Images)

Taxi Driver no es solo una de las películas más admiradas de la filmografía de Martin Scorsese y Robert De Niro, también se erige como una de las cintas más representativas de los años '70. Una década donde el estilo denominado New Hollywood, el que rompió con el periodo clásico desplazando la importancia de los estudios a los cineastas y apostando por propuestas más crudas, negras y realistas con temas hasta entonces tabú como la violencia, se apoderó de la producción cinematográfica.

En ello jugó un papel clave la representación del Nueva York de aquellos años, una ciudad en decadencia con serios problemas de delincuencia y corrupción en sus calles. La que se erigía como el centro del capitalismo y de las oportunidades, colapsó en sus políticas liberales y se vio abocada al desempleo masivo, a la proliferación del crimen, a los ambientes sucios, a la decadencia del nivel de vida de sus ciudadanos y al rechazo del Gobierno Federal, en aquel momento con el presidente Gerald Ford a la cabeza.

Obviamente, planificar un rodaje en este ambiente no era tarea fácil, sobre todo valorando que Taxi Driver se rodó en medio de una ola de calor veraniega y una huelga de basura que hacía que el ambiente fuera aún más insalubre. Sin embargo, Scorsese, que habló sobre este reto en una entrevista con Vulture en 2015, reconoció que pese a las dificultades que les generó, no se sintió especialmente intimidado por la situación, puesto que les puso en bandeja lograr el ambiente crudo y violento que buscaba para su película.

American actor Robert De Niro as Travis Bickle in the film 'Taxi Driver', 1976.  (Photo by Silver Screen Collection/Getty Images)
American actor Robert De Niro as Travis Bickle in the film 'Taxi Driver', 1976. (Photo by Silver Screen Collection/Getty Images)

“Fue un período difícil en la historia de Nueva York; de hecho, el famoso titular del Daily News de ‘Ford a la ciudad: Ahí se muera’ apareció mientras editábamos. Aunque no podría notar la diferencia”, comenzaba explicando el aclamado cineasta. “Aparentemente, la ciudad se sentía como si se estuviera desmoronando, había basura por todas partes y para un personaje como Travis, que vino del Medio Oeste, la Nueva York de mediados de los 70 era un infierno o al menos provocaba visiones infernales en su mente. Pero una cosa puedo decirles: no teníamos que ‘vestir’ la ciudad para que pareciera ese infierno”.

De hecho, Scorsese cree que como director se debe asumir la responsabilidad de aprovechar cualquier error, dificultad u oportunidad que pueda beneficiar a una película, para lo que se apoya en declaraciones del cineasta francés François Truffaut. “Las dificultades por la huelga de basura fueron grandes, pero fue genial, porque todo era perfecto para la película”, continuaba. “Truffaut hizo una declaración justo antes de morir, sobre el hecho de que cuando estás haciendo una película, estás en un estado de fuga. Así que las dificultades, las oportunidades, los errores, las sorpresas y los golpes de gracia se mezclan”.

En este sentido, el director destaca que la grandeza de Taxi Driver no hubiera sido posible si no se hubieran enfrentado a estos contratiempos. Piensa que la dificultad de rodar cada toma definió la estructura visual de la película, donde la violencia, la suciedad, las drogas o la prostitución se abren paso en cada plano de una forma que jamás hubiera podido planificar. Además, era la situación perfecta para crear una obra imperecedera del New Hollywood, con una Nueva York 100% realista y decadente que rompía por completo con la representación habitual del cine clásico de los estudios.

“Estoy contento con la forma en que resultó”, continuaba Martin Scorsese. “Con Taxi Driver, tuve la suerte de poder filmar cada centímetro de la ciudad. La dificultad de filmar en las calles de Nueva York se abre paso en la estructura de la imagen, de maneras que realmente no podría articular”.

Lo curioso es que, tras esta experiencia, Scorsese apostó por volver a una visión más clásica y romántica de la ciudad con el musical New York, New York, estrenada un año más tarde que Taxi Driver. Esto deja entrever que, pese a lo bien que le funcionó adentrarse en el infierno que vivía Nueva York en los '70 y su consolidación como un maestro del cine negro, la experiencia intensa le pidió urgentemente un cambio de aires y ofrecernos este contrapunto.

De hecho, en su entrevista con Vulture también hace mención de este trabajo, hablando de la necesidad de volver a rodar en Hollywood para alcanzar las sensaciones que buscaba para este clásico musical de 1977 con Lizza Minelli. “Nunca hubiera tenido sentido rodar New York, New York en cualquier lugar menos en Hollywood, donde podía reinterpretar Nueva York en la tradición clásica de los estudios”.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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