'Sé lo que hicieron el verano pasado' y el asesinato real que trajo controversia al clásico de terror
Sé lo que hicieron el verano pasado fue uno de los fenómenos de terror de finales de los 90. Con solo 17 millones de dólares de presupuesto, esta película protagonizada por estrellas de la década como Jennifer Love Hewitt, Sarah Michelle Gellar, Ryan Phillippe o Freddie Prinze Jr. logró ser una de las sensaciones de taquilla de 1997 con más de 125 millones y dar pie a una saga grabada a fuego en el corazón de los amantes del horror.
Lo curioso es que pese a marcar un hito en el slasher con su sucesión de asesinatos sangrientos, el material en el que se basaba, el libro del mismo título escrito por Lois Duncan en 1973 que también giraba sobre unos jóvenes perseguidos tras tratar de ocultar un asesinato, era una historia adolescente de suspense donde el concepto de usar la muerte como espectáculo no tenía cabida.
De hecho, la propia Lois Duncan renegó por completo de esta adaptación al cine de su obra. Aunque tenía razones de peso para hacerlo, cuestiones por las que incluso podríamos calificar de controvertido el enfoque que siguió la película. Y todo tiene que ver con la muerte de su hija pequeña, Kaitlyn Arquette, que fue asesinada cuando tan solo tenía 18 años.
Ocurrió en Alburquerque, Nuevo México, el 16 de julio de 1989. Arquette acaba de terminar el instituto y aspiraba a entrar en la universidad para estudiar medicina. En aquel momento se encontraba disfrutando de sus vacaciones de verano, pasando la noche en la casa de una amiga viendo una película. Cuando terminó, se montó en su auto para volver sola a casa, aunque no sin antes confesar que había tenido una discusión con su pareja, un chico vietnamita varios años mayor que ella. Pero nunca llegó a su hogar.
Alrededor de las 11 de la noche, cuando estaba cerca de las vías del tren, dos disparos atravesaron la ventana del vehículo y la golpearon en la cabeza. Su pareja fue uno de los sospechosos de la muerte, pero aquella noche tuvo coartada y la policía no encontró restos de pólvora en sus manos. Ante la dificultad de hallar indicios del asesino, la muerte se cerró como un caso de violencia fortuito, aunque Lois Duncan nunca se rindió para encontrar al culpable.
Ante la negativa policial de ahondar en el caso, la autora de Sé lo que hicieron el verano pasado, que siempre creyó que el asesinato fue cometido por una banda en la que estaba involucrado el novio de su hija, realizó sus propias investigaciones hablando con los amigos de la joven y visitando a expertos. Todas sus indagaciones las plasmó en un libro titulado ¿Quién mató a mi hija?, donde dejó de lado la ficción para adentrarse en el horror del mundo real.
De hecho, desde este momento toda su carrera dio un giro completo. Dejó de lado el suspense y el terror y se centró en escribir libros ilustrados para niños, puesto que no soportaba la idea de seguir creando historias sobre jóvenes en peligro de muerte. Además, fundó una organización sin ánimo de lucro para ayudar a investigar casos sin resolver, a la que llamó Centro de recursos para víctimas de muertes violentas.
Por todo ello, cuando vio que habían convertido Sé lo que hicieron el verano pasado en un slasher con asesinatos que buscaban la diversión y emoción del espectador, rechazó y condenó por completo la película, que rompía con las ideas que defendía en aquel momento y que se alejaba del enfoque de suspense juvenil de su libro. En una entrevista con el medio Absolute Write en 2002, en la que promocionó su obra ¿Quién mató a mi hija?, se paró a hablar abiertamente del tema, afirmando sin reparos sentirse horrorizada por lo que vio en el clásico de terror de los 90.
"Personalmente, tengo un problema con las historias, generalmente en la televisión, donde la acción reemplaza a la introspección, donde la violencia es sensacionalista y se la hace parecer emocionante en lugar de terrible”, contaba la escritora. “Me horroricé cuando mi libro, Sé lo que hicieron el verano pasado, se convirtió en una película slasher. Como madre de una niña asesinada, no encuentro en la muerte violenta algo por lo que chillar y reír".
La escritora murió el 15 de junio de 2016, a los 82 años, sin descubrir quien asesinó a su hija. En 2021, según informaron medios como el Alburquerque Journal, un hombre de 53 años llamado Paul Apodaca fue arrestado por la policía y confesó varios delitos cometidos en el pasado, incluido el asesinato de Kaitlyn Arquette. Un año más tarde, se produjo la acusación formal y, más de 30 años después, el caso de la hija de Lois Duncan pareció ver la luz al final del túnel. Sin duda, una historia bastante desoladora que nos lleva a cuestionar si fue una decisión acertada apostar por el espectáculo de muertes y sangre en Sé lo que hicieron el verano pasado, sobre todo por el parecido de su argumento a lo ocurrido con el asesinato de Kaitlyn Arquette.
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