La conexión entre 'Blade Runner' y 'El resplandor' que cambió el final del clásico de Harrison Ford

Harrison Ford en el set de 'Blade Runner', dirigida por Ridley Scott. (Foto de Sunset Boulevard/Corbis a través de Getty Images)
Harrison Ford en el set de 'Blade Runner', dirigida por Ridley Scott. (Foto de Sunset Boulevard/Corbis a través de Getty Images)

Aunque hoy sea un clásico indiscutible del cine, Blade Runner fue una película que no funcionó en su estreno en 1982. El tiempo se ha encargado de poner esta historia distópica con Harrison Ford en la cima del séptimo arte, pero originalmente se enfrentó al fracaso comercial con poco más de 27 millones en la taquilla de Estados Unidos y fue recibida con críticas muy mixtas. Aunque no pilló a nadie por sorpresa.

Tras las primeras proyecciones de prueba, el estudio, Warner Bros Pictures, se percató de que tenían entre manos un producto que no iba a funcionar entre el público. Era una propuesta completamente insólita a comienzos de los años 80, una mezcla entre el cine negro y la ciencia-ficción más sesuda que, pese a la espectacularidad de su acción y efectos especiales, abrió esquemas fuera de norma en la narrativa del cine comercial.

Por ello, aun teniendo la película ya rodada y editada, la idea de replantearla y hacerla más accesible al público se puso sobre la mesa, dando juego a que con el paso de los años hayamos llegado a ver muchas versiones diferentes de Blade Runner. No obstante, tal vez no es muy conocido que El resplandor, el clásico de terror de Stanley Kubrick con Jack Nicholson, jugó un papel importante en la primera reconfiguración del final, el que exhibió durante su estreno original en cines.

Aun conociendo las malas reacciones, el director Ridley Scott trató de defender su visión de Blade Runner y evitar que mutilaran su película. El estudio y los inversores tenían especial temor por la conclusión del film, donde el responsable de Alien o Gladiador quería terminar con el plano del unicornio de origami con el que vimos cerrar montajes posteriores. La sensación general era que no se entendía, que la trama de Deckart, el personaje de Ford, quedaba demasiado en el aire y no se daban una conclusión satisfactoria al espectador, a lo que Scott poco pudo objetar ante la mucha presión que le ejercían desde arriba.

"Había terminado Blade Runner, y fue un desastre”, confesaba el director a The Hollywood Reporter en 2015, durante la promoción de Misión rescate. “Mis inversores me estaban haciendo pasar un mal rato y me decían: 'No puedes terminar la película levantando un trozo de origami, mirando a la chica, caminando hacia el ascensor, asintiendo y bingo, eso es todo’. Les dije: 'Se llama cine negro'. Y dijeron: '¿Qué es una película negra?' Ese fue un gran problema”.

Finalmente, se optó por añadir una voz en off que explicara la trama de la película y condujera al espectador a una conclusión cerrada, destrozando así las libres interpretaciones a las que daba juego la idea original de Scott que vimos años después. Sin embargo, el estudio no se dio por satisfecho con el audio de Harrison Ford recitando estas líneas explicativas, sino que pidió al director que añadiera una secuencia adicional donde se viera a Deckart y a Rachel disfrutando de un final feliz.

“Me dijeron: 'Tenemos que probar esto con un final gratificante, en el que irán juntos al desierto'. Dije: 'Bueno, si se van a un hermoso desierto, ¿por qué viven en este entorno distópico?'", continuaba contando Scott sobre sus objeciones a los cambios que le impusieron.

Al desierto no fueron, pero sí vimos a Harrison Ford y a Sean Young dirigirse hacia unas montañas que cualquier fan de El resplandor podría reconocer. Y no es que Scott se fuera a rodar a las mismas localizaciones que Stanley Kubrick para obtener nuevo metraje, es que directamente usó planos descartados del clásico de terror, de las panorámicas aéreas que se rodaron para la secuencia de inicio donde Jack Nicholson y su familia conducían hacia el hotel Overlook.

De hecho, Ridley Scott llamó personalmente a Kubrick para pedirle ayuda y solventar este problema, puesto que el material de las regrabaciones no obtuvo una calidad óptima por el clima nublado y volver a rodar no era una opción. Por suerte, el director de La naranja mecánica le ofreció varios minutos de tomas de El resplandor que terminaron modificando los últimos instantes del final de Blade Runner. "Para entonces ya había hablado con Stanley unas cuantas veces. Le dije: 'Sé que grabaste muchísimo de El resplandor, ¿podría tener algunas de las tomas?' Entonces, en el final de Blade Runner, ese es el metraje de Stanley Kubrick", concluía.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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