La vez que Ryan Gosling puso a Emma Stone ante uno de sus mayores sufrimientos con una escena romántica

Emma Stone y Ryan Gosling han trabajado juntos en múltiples ocasiones, y en todas ellas con una química explosiva que les ha erigido como una de las parejas cinematográficas más arrebatadoras de Hollywood. Su precioso romance en La La Land, su divertida relación en Loco y estúpido amor o su clasicismo en la cinta de espías Fuerza antigángster, dejó claro que pocos intérpretes tienen tanta conexión en pantalla. Sin embargo, sus experiencias profesionales no siempre fueron tan maravillosas como percibimos, puesto que hubo una ocasión en la que Gosling, de manera inconsciente, puso a Stone ante uno de los peores traumas de su vida.

Ocurrió durante el rodaje de Loco y estúpido amor, la comedia de 2010 donde coincidieron con Steve Carell, Julianne Moore, Marisa Tomei y Kevin Bacon. La cinta, que giraba en torno al personaje de Gosling ayudando al de Carrell a superar su divorcio, supuso la primera unión en pantalla del actor de Barbie con Stone, quien interpretó a su interés amoroso y dio partida a juguetonas secuencias que fueron un deleite para los amantes de la comedia romántica.

En una de ellas, Gosling seducía al rol de su compañera recreando uno de los momentos más míticos de un clásico del cine. Después de decirle que tiene un gran movimiento que enseñarle y que corriera hacia él, el actor de Barbie o Drive subía a la actriz por los aires imitando la icónica escena de Patrick Swayze y Jennifer Grey en Dirty Dancing (o Baile caliente). Pero no salió según lo planeado, porque, aunque Stone sabía que grabarían el paso de esta película de los '80, no tenía ni idea de que tenía internalizado un trauma a las alturas a causa de un accidente de su infancia.

El trauma infantil de Emma Stone

Según contó en una entrevista con Graham Norton durante la promoción de La La Land, cuando ella y Gosling ya recordaban el incidente entre risas, de pequeña una profesora de gimnasia la dejó caer desde el aire y se rompió ambos brazos, lo que despertó en ella un temor a este tipo de ejercicios de altura que nunca logró quitarse.

“Cuando tenía alrededor de siete años, estaba en clase de gimnasia en una de estas barras paralelas que están como a seis pies del suelo. Estaba parada en lo alto de las barras y la profesiora me sostenía de los tobillos”, comenzaba recordando. Pero, por alguna razón, ella me soltó, yo seguía en la barra, me precipité comenzando a inclinarme hacia adelante, crucé mis brazos, caí hacia abajo y me rompí ambos brazos a la vez”.

“Cuando hicimos Loco y estúpido amor sabía que haríamos el paso de Dirty dancing. No sabía, sin embargo, que tengo una fobia internalizada a que alguien me levante por encima de la cabeza a varios metros de altura”, matizaba Stone sobre lo ocurrido. “Nunca me había pasado esto con nadie”, continuaba Gosling, quien inconscientemente provocó el incidente y sufrió de primera mano las consecuencias del trauma de su compañera. “Imagino que si una zarigüeya se cayera de un árbol y tratara de arrancarte los ojos, sería algo similar a su reacción”.

Y es que Emma Stone lo pasó tan mal en ese momento que, además de mostrarse histérica frente a Ryan Gosling, necesitó abandonar el rodaje, marcharse a una habitación a tranquilizarse y ponerse una de sus películas favoritas para desconectar. “Fue un colapso. Quiero decir, tuve una verdadera crisis… tuve que acostarme”, continuaba. “Tuviste que ir a ver Laberinto. Estábamos en una casa y ella dijo: 'Tengo que ir a ver Laberinto'”, agregaba Gosling entre risas.

Pese a tranquilizarse y reincorporarse a las grabaciones de Loco y estúpido amor, Stone ni se planteó volver a grabar la escena del paso de Dirty dancing. Para solucionar el inconveniente, necesitaron recurrir a una doble que recreara el movimiento junto a Ryan Gosling. De hecho, viendo la película se puede apreciar que hubo problemas con la escena, porque este instante solo se mostró desde un plano general muy alejado y difuso para que no se distinga que la persona que está en el aire no es Emma Stone. Es un detalle que resta potencia romántica al momento, pero, desde luego, poco podían hacer valorando el trauma tan profundo de la actriz y su reacción de horror ante Gosling en su intento de sacar adelante la secuencia.

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