El desacierto de los Oscar al elevar el machismo de rebaño que representa el Ken de Ryan Gosling

Las nominaciones de los Oscar nunca están exentas de debate. Es imposible contentar a la industria y a los amantes del cine por igual cuando solo se puede nominar a un puñado de películas por categoría. Matemáticamente no dan las cuentas y siempre se quedan fuera varios candidatos que también merecían estar dentro. Sin embargo, pocas veces el debate se enciende tanto como en 2024 por culpa del revés vivido por Barbie. O lo que vendría a ser el colmo más inesperado de Hollywood.

Porque el gran fenómeno cinematográfico de 2023 obtuvo un total de ocho candidaturas. En principio, nada mal. Está por detrás de Oppenheimer (con 13), Pobres criaturas (11) y Los asesinos de la luna (10), colando su nombre en las categorías de Mejor película, Guion adaptado, dos por Mejor canción, Vestuario, Diseño de producción, Mejor actriz de reparto para America Ferrera y Mejor actor de reparto para Ryan Gosling. Sin embargo, las ausencias resuenan como sirenas en estado de alarma. Porque en un éxito tan popular como Barbie resulta inevitable no destacar prácticamente enseguida que faltan los nombres de Greta Gerwig (en Mejor dirección) y Margot Robbie (en Mejor actriz), las dos mujeres que transformaron esta idea feminista en un fenómeno de masas.

Si observamos el asunto desde una perspectiva superficial no debería parecernos tan dramático dado que suele suceder que una película esté nominada pero su director no, o un actor tampoco. Sin ir más lejos, este mismo año le pasó a Vidas pasadas, una de las joyitas de 2023 que si bien se coló en la categoría de Mejor película, se tuvo que conformar con otra nominación a Mejor guion y nada más. Sin embargo, Barbie carga con una mochila muy distinta.

Las redes hierven entre estupefacción y enfado

El debate comenzó a pocos minutos de darse a conocer las nominaciones, despertando una tendencia candente entre sorpresa, enfado e incredulidad. ¿Por qué? Porque las dos mujeres que consiguieron que la película llegara tan lejos como fenómeno feminista -una como visionaria directora, la otra como protagonista principal- desde un lenguaje universal, ameno y humano, terminaran a la sombra del reconocimiento mientras Ryan Gosling, el compañero masculino de la historia, campa a sus anchas como uno de los flamantes nominados.

Cuando analizamos el debate y la opinión viral podemos descubrir que no se trata de una reacción animada por la ceguera fanática, sino que existe una reflexión de peso en medio de una industria que aparentemente abraza los avances de las mujeres tras la debacle que supuso los destapes de sus trapos sucios a través del movimiento #MeToo. Pero que, cuando llega el momento de reconocer a la película que forma parte de esta tendencia, dejan fuera a las mujeres más relevantes de su éxito. El asunto parece tan insólito que puede percibirse como el colmo de Hollywood.

En mi opinión, Barbie no es una película de Oscar. Soy consciente que muchos no opinan lo mismo y no pasa nada. El cine es arte y, como tal, representa la variedad de estilos y gustos para todo el mundo. Pero, personalmente, creo que su posición en la temporada de premios responde a un fenómeno que coincide con el movimiento feminista que sacudió a Hollywood y con la conversación social que finalmente se abre camino en el mundo.

Reconozco su potencial como fenómeno de masas pero no la equiparo a nivel de calidad, narrativa o interpretaciones al resto de candidatas favoritas del año (aunque muchos no estén de acuerdo, creo que Ryan Gosling está jugando y divirtiéndose en su trabajo, no está haciendo una interpretación de Oscar). Pero, dicho esto, si los miembros de la Academia la van a tener en cuenta como parte de sus nominaciones, entonces ¿cómo van a nominar a Ken y no a la Barbie que carga con todo el peso de la trama cuando la película justamente imparte una lección de feminismo que ha sido la piedra angular de todo el fenómeno?

El olvido a Margot Robbie: ¿casualidad o colmo de Hollywood?

Greta Gerwig se quedó fuera de la categoría de Mejor director cuando, si Barbie está nominada a Mejor guion adaptado y Mejor película, lo lógico sería que se incluyera el trabajo de la figura responsable que consigue ejecutar en imágenes una buena historia en papel. No obstante, en este caso prefiero creer que la Academia tenía que nominar a cinco candidatos y la directora se quedó fuera por una cuestión de cuentas.

Pero lo de Margot Robbie vs. Ryan Gosling es otro cantar. A veces sucede que un actor secundario se impone en la temporada de premios por encima de las estrellas protagonistas. Sucedió este año con Danielle Brooks por el musical de El color púrpura al ser nominada como Mejor actriz de reparto y siendo la única nominación de toda la película. Pero lo de Barbie se antoja diferente.

Porque Margot Robbie simboliza el fenómeno que pintó al mundo de color rosa. La actriz australiana es la representación artística de esa historia habiendo bañado a la muñeca de alma cinematográfica a través de una interpretación sensible y empática, humanizando al personaje desde una mirada femenina representativa a nivel mundial. Con su actuación lograba derribar los estereotipos de la muñeca y su propia belleza, creando un puente de conexión con las mujeres en general al poner sobre la mesa la presión femenina, las exigencias de perfección, etc.

Ryan Gosling, por su parte, representaba el machismo de rebaño. Una figura que, al descubrir el machismo del mundo real, lo impone en Barbieland sin tener idea de sus consecuencias, el dolor que causa en las muñecas que lo rodean y el egocentrismo que perpetra motivado por la necesidad de hacerse notar por la mujer/muñeca de sus sueños. Un mensaje que refleja inmadurez a la máxima potencia y que termina derribando al reconocer que debe hacer su propio viaje de autodescubrimiento, lejos de las etiquetas que él también carga.

La reacción de Ryan Gosling

"No hay Ken sin Barbie", fueron las palabras del actor en un comunicado emitido tras el anuncio de las nominaciones al Oscar y el revuelo que ha causado la omisión de Robbie y Gerwig.

"Me siento sumamente honrado de ser nominado junto a mis colegas, artistas tan notables en un año de tantas películas maravillosas. Y nunca pensé que diría esto, pero también me siento increíblemente honrado y orgulloso de que sea por interpretar a un muñeco de plástico llamado Ken", comienza la declaración de Gosling. "Pero no hay Ken sin Barbie, y no hay película de 'Barbie' sin Greta Gerwig y Margot Robbie, las dos personas más responsables de esta película histórica y mundialmente celebrada".

"Ningún reconocimiento sería posible para nadie en la película sin su talento, valor y genio. Decir que estoy decepcionado de que no estén nominados en sus respectivas categorías sería quedarse corto. Contra todo pronóstico, con nada más que un par de muñecos sin alma, con poca ropa y afortunadamente sin entrepierna, nos hicieron reír, nos rompieron el corazón, impulsaron la cultura e hicieron historia. Su trabajo debería ser reconocido junto con el de otros nominados muy merecedores. Dicho esto, estoy muy feliz por América Ferrera y los otros increíbles artistas que contribuyeron con su talento para hacer de esta una película tan innovadora".

En resumen, Barbie lograba crear un mensaje de liberación personal para una muñeca encorsetada en etiquetas, exigiéndose ser mejor y perfecta como símbolo de las presiones que carga la mujer en el mundo. Sin embargo, que la Academia termine nominando a Ryan Gosling y deje fuera a Margot Robbie indirectamente sugiere un mensaje equivocado. Como si hubieran esquivado la lección de la película, premiando a la figura masculina con el reconocimiento como si fuera la actuación destacada y no a la mujer que cargó con el peso de toda la historia en una obra que, justamente, señala la ironía del poder machista sobre las diferencias de género.

Es cierto que todo puede ser una consecuencia matemática de solo poder nominar a cinco candidatas (también se quedaron fuera grandes actuaciones como las de Natalie Portman y Julianne Moore en Secretos de un escándalo), sin embargo, cuando se trata de un fenómeno que tocó tantos corazones alrededor del mundo, el debate resulta inevitable. Aunque en este caso despierta un análisis que nos lleva a cuestionar si los avances feministas en Hollywood son un espejismo cuando la mismísima Barbie no consigue el reconocimiento, pero sí el invisible Ken.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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