El secreto de ‘El agente nocturno’ para arrasar en Netflix sin hacer mucho ruido

Netflix tiene otro éxito entre manos. Al menos, momentáneo. Porque El agente nocturno se estrenó el pasado jueves y en cuatro días se ha convertido en el mejor debut de la plataforma desde Merlina (que provocó un terremoto viral con 341.23 millones de horas vistas en su primera semana en noviembre de 2022). Sin embargo, a pesar de acumular 168.71 millones de horas visionadas en tan poco tiempo según el Top 10 semanal de la plataforma -y no solo en EE.UU, también es número 1 en Argentina, México, Colombia, Ecuador y muchos países más-, el thriller de espionaje no parece estar generando un nivel de conversación a la altura del éxito acumulado estos días. Y creo saber por qué.

Creada por Shawn Ryan (The Shield, S.W.A.T), El agente nocturno se centra en Peter Sutherland (Gabriel Basso), un agente del FBI joven al que desterraron a un escritorio en el sótano de la Casa Blanca, para atender una línea de emergencia secreta que nunca suena. Hasta que un día lo hace. Una mujer experta en ciberseguridad llamada Rose (Luciane Buchanan) necesita su ayuda. Sus tíos, agentes encubiertos retirados, acaban de ser asesinados y ella corre peligro. Peter la ayuda y, en el proceso, se unen para investigar una conspiración que podría tener sus orígenes en el propio gobierno estadounidense.

Reconozco que El agente nocturno es la típica serie para darse un atracón de fin de semana. Con 10 episodios y una trama centrada en el romance entre un agente del FBI y una joven acechada por un par de asesinos, sumado a una investigación de ritmo trepidante, se convierte en una apuesta fácil de ver. Tan fácil que la olvidas al momento de terminarla.

Netflix actualiza su Top 10 de las series y películas más visionadas cada semana. Y si bien El juego del calamar y la cuarta temporada de Stranger things se mantienen como las más vistas en la historia del servicio en niveles totales, ninguna producción nueva, debut o estreno original, había alcanzado las cotas de El agente nocturno desde noviembre del año pasado. Es más, tuvo la mejor semana para una serie desde que la segunda temporada de Ginny y Georgia consiguiera 180 millones de horas. Es decir que El agente nocturno obtuvo el mejor tercer debut en la plataforma desde que el servicio comenzara a publicitar sus datos (Indiewire).

De ahí mi sorpresa. Porque para haber sido vista más veces que ningún otro debut desde Merlina y en tan solo cuatro días, cualquiera creería que se trataría de un fenómeno viral. 168.71 millones de horas visionadas se traducen en millones de cuentas y personas enganchadas a su historia. La cifra se hace más escandalosa cuando tenemos en cuenta que la serie se ve completa en unas 8 horas. En otras palabras, millones de personas en este planeta la vieron en apenas cuatro días.

Por eso, al conocer los datos publicados por Netflix no pude evitar preguntarme: ¿por qué no se está hablando de ella de forma viral? ¿Por qué no está arrasando en redes sociales? ¿Cuál es el secreto detrás de este misterio? Y al verla completa lo entendí.

La respuesta es que El agente nocturno es una serie del montón. Un thriller de espionaje de rutina que carece de originalidad y elementos sorpresa. Su mejor baza es la química entre su pareja protagonista y el ritmo trepidante que crean durante las secuencias investigativas, de persecución o acecho asesino. Más allá de esos momentos nos encontramos con una historia básica, villanos de caricatura y abundancia de clichés. Pero con un ritmo galopante que la convierten en un producto adictivo para ver en maratón.

Tanto los asesinos a sueldo como los villanos políticos quedan en evidencia desde el principio a través de actuaciones y recreaciones de libro, exponiendo una malicia evidente de telenovela. Por si fuera poco, a medida que avanza la serie, la historia se va tornando cada vez más imposible, transitando por el precipicio de la incredulidad hasta sacarnos de contexto. En otras palabras, para disfrutar de El agente nocturno es mejor no exigirle demasiado ni quedarse meditando los detalles. Simplemente verla como diversión pasajera, dejándose llevar por la química entre sus protagonistas y el sabor trepidante de las secuencias de acción. Y es por eso, porque nos engancha con un visionado superficial sin ofrecer profundidad narrativa, que nos terminamos quedando a medias sin sentir el deseo de compartirla. En otras palabras, arrasando mientras las vemos en casa pero sin hacer ruido viral porque no provoca el aplauso unánime.

Podemos encontrar decenas de comentarios de usuarios que la recomiendan en Twitter o simplemente se centran en destacar la belleza de Gabriel Basso, pero no me da la sensación de que responda a un fenómeno que esté al nivel de las horas visionadas. Por ejemplo, a pesar de ser la serie más vista en países de habla hispana, no aparece como tendencia en México, Argentina o EE. UU. en la misma red del pajarito azul. Ni tampoco estuvo entre lo más buscado de Google en México bajo las tendencias de Netflix a lo largo de su fin de semana de éxito. Tampoco en Argentina. Quizás lo sea ahora cuando se corra la voz de su éxito y al mundo le pique la curiosidad o el deseo de compartir su experiencia.

Es más, para tratarse de un éxito tan visto, ni siquiera su actor protagonista -que es el responsable de muchos tuits en torno al estreno- arrasa en redes sociales. Su perfil de Instagram tan solo acumula unos 50.345 seguidores. Es decir, muchos suscriptores de Netflix la vimos y nos dejamos llevar por la propuesta de thriller con sabor similar a otro éxito como Guardaespaldas, pero evidentemente, al terminarla, el hambre por devorarla no se traduce en el deseo de compartirla o recomendarla con fervor viral.

El thriller suele funcionar en Netflix como bien demostraron la mencionada Guardaespaldas o La gloria, The Sinner u Ozark. Sin embargo, la conclusión que sale de El agente nocturno es que por mucho que nos guste el género, lo compramos y devoremos, eso no significa que los datos de la plataforma reflejen un éxito de calidad.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Brian Cox ha defendido a JK Rowling e insiste en que no debería ser 'castigada'

Netflix y la jugada que hace que 'Love is blind' sea cada vez más inverosímil

'Succession' vuelve con una escena que nos augura una temporada final de infarto

Comparar el romance épico de '1923' con 'Titanic' no es ninguna exageración