'Secuestro en directo', el éxito de Mel Gibson en Netflix que nos recuerda su destierro

WEST HOLLYWOOD, CALIFORNIA - APRIL 01: Mel Gibson attends the photo call for Columbia Pictures'
WEST HOLLYWOOD, CALIFORNIA - APRIL 01: Mel Gibson attends the photo call for Columbia Pictures' "Father Stu" at The London West Hollywood at Beverly Hills on April 01, 2022 in West Hollywood, California. (Photo by Jon Kopaloff/Getty Images)

No creo ser la única que amaneció sorprendida al ver Secuestro en directo de Mel Gibson acaparando la atención de los usuarios de Netflix en Latinoamérica. Primero porque no recuerdo la última vez que uno de sus títulos llegara a la cima del streaming (si es que alguno lo hizo) y, segundo, porque se trata de un thriller mediocre cuando Adam Sandler estrenaba al mismo tiempo su nueva comedia, ¡No estás invitada a mi bat mitsvá!, bañada por los aplausos de la crítica. Sin embargo, existe una reflexión interesante en torno a este éxito inesperado que estoy convencida que resonó entre todos aquellos que vimos la película.

Si tuviera que definir Secuestro en directo en una sola frase diría que estamos ante un thriller de vaguería máxima. Porque no solo da vueltas en torno al mismo círculo narrativo durante 90 minutos, sino que incluso su giro sorpresa (en los últimos 10) son para quedarse atónito ante el absurdo que nos presenta. No voy a contarles el final ni revelarles spoilers pero, básicamente, la película cuenta la historia de un presentador de radio megalómano que recibe la llamada de un oyente que, estando en el aire, amenaza con asesinar a la familia del protagonista. Lo llama desde el jardín de su propia casa, iniciando un juego de cacería (que se hace eterno), para entonces llegar a un clímax ridículo que termina por sentenciar a este thriller como “Desastre” en mayúsculas.

Reconozco que Mel Gibson no lo hace mal. No solo nos convence en la piel de un tipo provocador y polémico que roza la cancelación cada vez que abre la boca, sino que defiende como puede esta historia previsible de principio a fin. Pero no es suficiente. Secuestro en directo es mala y con ganas.

Pero ahí está, siendo la película más popular de Netflix en Argentina, México, Perú y Uruguay en apenas un solo día. (Fuente: FlixPatrol, es número 2 en el resto de países latinos).

Sin embargo, tras verla con mis propios ojos y corroborar los resultados del fin de semana, se me ocurrió esta pregunta: ¿cómo consigue un thriller que fue recibido por malas críticas el año pasado (tiene un desaprobado del 21% en Rotten Tomatoes), cuyo tráiler no aporta nada nuevo u original, que además no tuvo nada de promoción por parte de Netflix (no hay nada en los perfiles de la plataforma en redes sociales), ser lo más popular del servicio?

Tras reflexionar un poco creo haber llegado a una posible respuesta: la curiosidad que transita por la delgada línea entre la estrella de antaño y el actor de las polémicas de los últimos años.

Me explico. Por un lado, habrá quienes dieron ‘play’ incitados por la curiosidad de ver lo nuevo del actor que tantas risas nos provocó con Arma mortal y el recuerdo de Corazón valiente. Por descubrir en qué punto se encuentra su carrera como intérprete. Si el renacer que prometió dirigiendo con buen ojo Hasta el último hombre en 2016 se traduce en una buena película como actor. Me refiero a espectadores incitados por la nostalgia, buscando indicios del Mel Gibson de los ’90.

Mientras otros habrán querido descubrir en qué punto se encuentra su carrera interpretativa después del destierro profesional que vivió a partir de 2006 por sus polémicas personales (que fueron varias: desde el arresto por conducir bajo los efectos del alcohol a señalamiento por antisemitismo, homofobia y un divorcio donde surgieron acusaciones de violencia) y el renacer que supuso Hasta el último hombre. Si hacemos memoria recordarán que la Academia le extendió su alfombra roja en forma de reaceptación simbólica con seis nominaciones al Oscar (incluida Mejor Película y Director).

Incluso habrá quienes se habrán sentido motivados a darle una oportunidad por mera curiosidad tras verlo reaparecer en redes sociales en la campaña de una película que levantó tantas polémicas como Sonido de libertad.

De esta manera, Secuestro en directo representa la dicotomía actual que existe entre el pasado y presente de Mel Gibson. Un actor que consigue motivar el ‘click’ de los usuarios latinos que lo recordamos por su etapa como figura de éxito a través de películas como Mad Mad, Arma Mortal, El hombre sin rostro, Eternamente joven, Maverick o Corazón valiente, pero que también queremos descubrir si rectifica su camino con producciones de altura. Sin embargo, películas como Secuestro en directo terminan por recordar que el estancamiento de su perfil como actor continúa a través de proyectos mediocres.

Que Gibson sea productor ejecutivo de esta película nos confirma que está implicado en el desarrollo de proyectos, pero muy lejos de producciones que puedan sacar a relucir su mejor etapa interpretativa. Hace siete años desde Hasta el último hombre, la película bélica pero pacifista que estrenó en 2016 ganando dos premios Oscar (mejor mezcla de sonido y edición de sonido) y que rompía con la violencia extrema de sus producciones previas como cineasta. Fue un éxito de taquilla que demostró el buen ojo que Mel Gibson seguía teniendo para crear una obra maestra dramática y espectáculo visual al mismo tiempo. Sin embargo, han sido muy pocas las veces que pudimos verlo en actuaciones de peso desde entonces. Como si la readmisión que le dio la industria no hubiera sido suficiente para que proyectos destacados cuenten con él como protagonista.

En resumen, Secuestro en directo nos demuestra que el público sigue teniendo curiosidad por la carrera de Mel Gibson, pero es tan vagamente mala que al mismo tiempo nos recuerda el destierro profesional que marcó su carrera. Es decir, como si Hollywood no terminara de aprobar su regreso con proyectos de altura en una época en donde la cultura de la cancelación observa con lupa. ¿Habrá sido Hasta el último hombre una mera excepción? Creo que lo sabremos en poco tiempo cuando se estrene The Continental, la serie que servirá como spin-off de John Wick y que Mel Gibson protagoniza.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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