'El señor de los anillos' desperdició una oportunidad de oro con Liv Tyler que todavía no perdono

UNITED STATES - DECEMBER 13:  Elijah Wood, Liv Tyler and Ian McKellen (l. to r.) whoop it up at the pre-screening party for the movie
UNITED STATES - DECEMBER 13: Elijah Wood, Liv Tyler and Ian McKellen (l. to r.) whoop it up at the pre-screening party for the movie "The Lord of the Rings" at the Royal Righa Hotel. They star in the film. (Photo by Richard Corkery/NY Daily News Archive via Getty Images)

Peter Jackson hizo magia con su adaptación al cine de El señor de los anillos. Aunque llevar la obra de Tolkien a la gran pantalla en acción real pareciera misión imposible, el director consiguió una de las trilogías más aclamadas y premiadas de todos los tiempos. Eso sí, para lograrlo hubo que hacer modificaciones para que la inmensidad de la Tierra Media encajara en un formato cinematográfico sin perder el espíritu que caracterizó sobre el papel a las aventuras de Frodo, Sam, Aragorn, Gandalf, Legolas o Gimli para destruir el Anillo Único.

Además de la eliminación de personajes como Tom Bombadil, pasajes como el periplo de los Hobbits por el Bosque Viejo o modificaciones en la estructura narrativa, uno de los cambios que no pasó por alto fue la profundidad que se le dio a Arwen, la princesa elfa que en los textos de Tolkien se limita mayormente a ser un interés romántico para Aragorn. Mientras que sobre el papel se hablaba de ella como una joven enamorada y triste por su amado, Jackson presentó al personaje como una mujer de armas tomar, un rol con una personalidad arrolladora que no dudaba en tomar parte de la acción.

Fue notorio desde el comienzo de La Comunidad del Anillo, cuando Arwen ejerce de salvadora de Frodo en la Cima de los Vientos y se enfrenta a los Nazgûl en un adrenalínico viaje hacia Rivendale. En el libro, esta función la ejercía Glorfindel, elfo que jugó un papel importante en la Caída de Gondolin durante la Primera Edad y que, tras morir y regresar reencarnado en su propio cuerpo, participó en la batalla contra el Rey Brujo de Angmar y en la Guerra del Anillo. Sin embargo, de cara a condensar la historia, el personaje fue eliminado de la adaptación cinematográfica y Jackson dio sus funciones a Arwen.

De esta forma, la princesa elfa, a la que dio vida Liv Tyler, pasó a tener un rol protagónico que nunca tuvo en las novelas. Pero esto terminó siendo un dolor de cabeza para Jackson y su equipo, puesto que mantener la profundidad de Arwen era complicado cuando en los textos de Tolkien no disponía de tal función, sobre todo en Las dos torres.

Para esta segunda entrega tuvieron que recurrir a los apéndices de El señor de los anillos para rescatar material, como ocurrió con los flashbacks donde descubrimos en profundidad la relación entre la elfa y el personaje de Viggo Mortensen. Además, se estableció que Arwen entraría a formar parte de las escenas clave de acción, situándola como una de las líderes del ejército elfo de Lothlorien que llega al Abismo de Helm.

Desde luego, un cambio brusco respecto al rumbo trazado por Tolkien, quien centró la batalla en los Hombres de Rohan y, salvo Légolas, no dio hueco a esta raza de la Tierra Media en este arco argumental. Por esta razón, tal vez Peter Jackson sintió que se estaba desviando más de la cuenta del material de origen y que la modificación, por muy beneficiosa que fuera el personaje de Arwen, terminaría dividiendo entre los más puristas del escritor británico.

De esta forma, aunque los elfos sí formaran parte de la Batalla por el Abismo de Helm con Haldir comandando las tropas de Galadriel y Celeborn, Arwen se quedó fuera. Pero eso no evitó que la viéramos en acción, puesto que Liv Tyler entrenó para el combate, rodó sus escenas y algunos segundos se filtraron entre el material extra eliminado de Las dos torres, donde se la observa con espada en mano y una llamativa túnica roja.

Entiendo las preocupaciones de Jackson, pero personalmente me parece un error haber obviado este arco de Arwen. Es cierto que el personaje hubiera sido radicalmente diferente al ideado por Tolkien, pero, después de haberle dotado de una personalidad fiera en La comunidad del anillo, se sintió como un paso atrás que su trama pasara al 100% al servicio de su relación con Aragorn. Y es que es fácil percibir que el rol pierde la imponencia que desprendió inicialmente.

Al fin y al cabo, como ocurre con muchos otros cambios introducidos en las películas, estamos en una adaptación que debe mirar no solo por ser fiel a la esencia del texto original, también a lo que funcione mejor en pantalla. Y cuando hablamos de un libro escrito en la primera mitad del siglo XX, con ideales que no se adaptan a los actuales, creo que el hecho de que un film del 2002 hubiera dado un paso adelante en el desarrollo de un personaje femenino le hubiera dado puntos extra.

Por supuesto, nada que reprochar a los textos de Tolkien, puesto que es injusto juzgar obras de antaño desde el prisma actual, pero solo hay que ver el vídeo y las imágenes de Liv Tyler luchando para darse cuenta de la gran oportunidad que Peter Jackson perdió con Arwen, quien nos hubiera ofrecido mucho más disfrute como heroína de acción además de emocionarnos con su pasional romance con Aragorn.

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