Yahoo Estilo Winona Ryder y la pesadilla de un secuestro que influyó en 'Mujercitas'
De entre las muchas adaptaciones que ha tenido Mujercitas, tal vez la película de los '90 -la protagonizada por Winona Ryder, Susan Sarandon, Kirsten Dunst, Claire Danes y Christian Bale- sea de las que mejor recuerdo dejó en el público. Con un coste de solo 18 millones de dólares, la cinta consiguió recaudar $95 millones en todo el mundo, lograr tres nominaciones al Oscar y captar una nueva base de fans para este clásico de la literatura de Louisa May Alcott. Sin embargo, no fue un proyecto sencillo de sacar adelante.
La guionista Robin Swicord y la productora Amy Pascal, quien ahora destaca en Sony desarrollando taquillazos como Spider-Man, estuvieron hasta 12 años moviendo Mujercitas entre estudios para realizar la película. Por aquel entonces, en Hollywood existía la creencia de que el público no estaba interesado en historias con muchas mujeres en roles protagónicos, y mucho menos cuando se trataba de un relato de corte tan clásico. Pero vieron la luz al final del túnel.
En Columbia Pictures aceptaron producir Mujercitas con una condición: que Winona Ryder, que en aquellos años se convirtió en una de las jóvenes promesas más codiciadas gracias a Beetlejuice y El joven manos de tijera, fuera una de las protagonistas. Y no fue una tarea complicada, porque en ese instante Ryder se había sentido interesada por el libro y estuvo 100% de acuerdo en volcarse con el proyecto, aunque por una circunstancia realmente estremecedora.
La actriz de Stranger Things había estado trabajando en la investigación del secuestro y asesinato de Polly Hannah Klaas, una niña de 12 años de Petaluma, California, la localidad donde se crió. El suceso ocurrió en 1 de octubre de 1993, cuando la joven fue secuestrada durante una fiesta de pijamas en casa de su madre para posteriormente morir estrangulada. Más de 500 personas contribuyeron en su búsqueda, pero no fue hasta la confesión del asesino, un hombre llamado Richard Allen Davis que fue condenado a muerte por el crimen, cuando lograron dar con el cuerpo de la pequeña.
Ryder, de cara a motivar la búsqueda, ofreció 200.000 dólares a quien lograra encontrarla con vida. Además, mantuvo una conexión cercana con su familia, teniendo encuentros en donde se interesó por conocer más sobre la vida de Polly e información que ayudara a encontrarla. Fue entonces cuando sus padres le entregaron un ejemplar de Mujercitas que pertenecía a Polly, contándole a la actriz que en los últimos meses se había convertido en el libro favorito de su hija.
Este hecho llamó mucho la atención de Winona Ryder, quien siempre había amado Mujercitas y sintió aún más conexión con el caso de la pequeña secuestrada. Por ello, cuando Amy Pascal y Robin Swicord la contactaron para protagonizar la película de 1994, no se lo pensó ni un momento. De hecho, trabajó en el proyecto pensando en él como un homenaje a Polly Hannah Klaas, labor que se materializó en una dedicatoria hacia la joven al final de la película, compartida junto a otra para Judy Scott-Fox, la agente literaria de la directora Gillian Armstong que había fallecido de cáncer.
“Fue una situación increíblemente desgarradora”, contaba Ryder a New York Times en 2019 al recordar su trabajo en Mujercitas. “Sus padres me dieron su copia del libro y, en aproximadamente un mes, me topé con el guión de Robin Swicord. Era esta extraña alineación. También me crie con Louisa May Alcott, así que estaba encantada de tener esta oportunidad”.
En declaraciones recopiladas por medios como Entertainment Weekly, Ryder matizaba que Mujercitas le abrió la mente a ver el cine como un modo de aportar su grano de arena al mundo, de poner temas de relevancia sobre la mesa y evitar que casos como el de Polly se repitieran. "Tengo muchas ganas de hacer una película que no contribuya a la miseria del mundo", señalaba.
Su dedicación fue bien notoria en pantalla. Y solo hay que ver que volvió a ser nominada al Oscar por su papel como Jo March, siendo la única de sus compañeras de reparto en optar al premio de la Academia de Hollywood. Y es que es difícil pasar por alto un hecho de estas dimensiones y no implicarse de lleno en lo que valoró como el mejor homenaje posible a la memoria de la pequeña Polly Hannah Klaas.
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