Yahoo Estilo Sherlyn y un motivo inusual para irse a vivir a Miami pero que no deja de tener razón
Actrices que quieren lo mejor para sus hijos toman decisiones radicales, tales como cambiar de lugar de residencia. Sherlyn es una de ellas. Decidió dejar México para mudarse a Miami, Florida, para que su pequeño André desarrolle una infancia tranquila lejos de las condiciones adversas que presenta la Ciudad de México. Por ejemplo, el caos vial.
Pese a que su fuente de trabajo está en la capital mexicana como talento de Televisa, la actriz definió un esquema cuyo itinerario consistirá en viajar con frecuencia de Miami a la ciudad y viceversa conforme a los planes de grabación que se le asignen en los proyectos que aceptará en lo adelante.
“Ahora me toca estar haciendo mucho vuelo para venir a trabajar, pero estoy contenta. (...) Es un vuelo demasiado corto, la verdad es que casi ni se siente. Estoy la mitad del tiempo aquí y la mitad del tiempo allá”, comentó al canal de Eden Dorantes. El tiempo promedio de vuelo en la ruta Miami-México y México-Miami es de tres horas y media.
Recientemente terminó de grabar la película Cazadoras de millonarios, dirigida por Héctor Rodríguez y que se encuentra en postproducción. Está por iniciar las grabaciones de la telenovela Papás por conveniencia bajo la producción de Rosy Ocampo.
Uno de los motivos principales para instalarse en Miami es el tránsito vehicular que se registra diariamente en Ciudad de México. Es un argumento poco común, incluso puede leerse como una trivialidad, sin embargo Sherlyn pone sobre la mesa un problema que afecta la calidad de vida de los habitantes capitalinos y que es causa de queja cotidiana en redes sociales.
“Ha sido una decisión por varias cosas. Me gusta el tema de que mi hijo pueda estar en un ambiente mucho más tranquilo, que no tiene que pasar tanto tiempo en el tráfico. Mientras sea niño, quiero que pueda vivir a plenitud el hecho de ser niño. Y mientras mi trabajo permita que esté en ambos lados, pues…”.
De acuerdo al portal Tom Tom, enfocado en el estudio y análisis estadístico de tránsito vehicular a nivel mundial, Ciudad de México registra un promedio de 63% en su nivel de congestionamiento vial desde 2022. Es uno de los tres porcentajes más elevados que comparte junto a la ciudad de Bengaluru en India y Dublín, Irlanda, con 66%. El promedio de tiempo frente al volante por cada 10 kilómetros es de 29 minutos con 30 segundos.
En su presentación del problema de movilidad urbana, y basándose en datos del sitio Tom Tom, el Partido Acción Nacional (PAN) detalla que en 2020, al iniciar la pandemia, el habitante capitalino perdía 124 horas de vida activa a la semana por demoras del congestionamiento vial, o sea, un equivalente a cinco días y cuatro horas. Hoy día, según el índice de Tom Tom, cada persona pierde un aproximado de 152 horas anuales por concepto de tráfico. En 2021, de acorde a cifras de Traffic Scorecard Report rescatadas por Publimetro, las horas perdidas al año eran 74, es decir, menos de la mitad.
El periódico La Jornada publicó en 2015 el reportaje El caos vial en el DF se extendió a casi toda hora. Ese trabajo periodístico alertaba sobre el aumento de la problemática. Precisa que “en 1994 una persona empleaba en promedio 27 minutos para trasladarse dentro de la ciudad y en 2007, el promedio era de 59 minutos por traslado. Actualmente (2015) ese tiempo se incrementó 300 por ciento”. Los 27 minutos empleados en 1994 para recorrer la ciudad de un destino a otro en automóvil, se traducen una tres décadas después en el tiempo de demora dentro de un perímetro de 10 kilómetros.
En el caso de Sherlyn, quien graba en Televisa, esto sin considerar llamados en locaciones externas a foros dentro de la zona urbana y el área metropolitana, su ruta implica Periférico Sur, una de las vialidades más congestionadas cotidianamente. Además del alza en aforo vehicular particular y de transporte público, los capitalinos se enfrentan a demoras por bloqueos y manifestaciones, accidentes automovilísticos, inundaciones en época de lluvias y cierre de arterias por obras de reparación.
El caos vial que refiere la actriz como causa de afincarse en Miami para brindar un mejor porvenir a su hijo es un problema serio. Trasladarse de un punto a otro en la ciudad deriva en pérdida de tiempo efectivo de vida para efectuar actividades de cualquier índole. Sherlyn puso el dedo en una llaga de la movilidad en Ciudad de México.
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