Mel Gibson y el engaño visual de 'Corazón valiente' que derivó en controversia

Si hay una película que marcó la filmografía de Mel Gibson en la década de los 90s, sin dudas, fue Corazón valiente, la historia de William Wallace en su periplo contra el rey Eduardo I de Inglaterra durante la primera guerra de Independencia de Escocia. Su épica y crudeza impactó tanto que ni la Academia de Hollywood se resistió a elevarla como uno de los clásicos del cine histórico de aventuras, logrando siete premios Óscar, incluyendo el de Mejor Película y Director. Pero alcanzar semejante nivel de impacto no es fácil, y a veces se recurren a métodos que pueden generar controversia.

La sangre, las muertes explícitas o la amputación de miembros no faltaban en ninguna de las intensas batallas de la película, de ahí que su visionado no fuera una experiencia fácil para aquellos sin el estómago preparado. Aunque Corazón valiente no solo se sirvió del sufrimiento humano para sus fuertes secuencias de acción, puesto que también recurrió a usar cuerpos de caballos golpeados, atravesados por lanzas o ensangrentados para crear un escenario más realista. Y obviamente, cuando entran animales en juego, las alarmas de asociaciones animalistas se disparan y llegan los problemas.

Pese a estar ambientada en Escocia, la mayor parte de la acción de Corazón valiente se rodó en Irlanda, donde tenían mejores incentivos fiscales para ahorrarse costes de una grabación que ascendió a unos 70 millones de dólares de presupuesto. Una organización del país, la Irish Society for Prevention of Cruelty to Animals (Sociedad Irlandesa por la Prevención de la Crueldad Animal), también conocida como ISPCA, no pasó por alto las escenas tan crueles con los caballos que se mostraban en pantalla, por lo que se puso contacto con el equipo de la película amenazando con llevar a cabo una investigación y tomar acciones legales.

Así lo contó Mel Gibson en una entrevista con USA Today en 2020, cuando se conmemoró el 25 aniversario del estreno. En dicha intervención, el actor y director se paró a hablar de los muchos retos que les puso por delante esta producción, donde llegaron a contar con hasta 3.500 personas en el set e infinidad de cámaras y utensilios para gestionar la grandilocuencia de las batallas. "Había 3500 personas en el set, nueve cámaras y yo en una motocicleta de cuatro ruedas disfrazada con la cara azul (maquillada), dando vueltas comprobando las posiciones de las cámaras porque solo tenía como dos monitores. Fue divertido”, comenzaba contando Gibson.

Entre estos utensilios destaca la creación de caballos mecánicos para las secuencias violentas y desgarradoras, unas construcciones en las que tuvieron muy en cuenta el peso y el material para que al jugar con los efectos y lanzarlos sobre los especialistas de batalla consiguieran un efecto crudo y realista. "Si queremos hacer cosas horribles, tenemos que hacer caballos falsos", recuerda Gibson. "Hicimos esqueletos de acero con goma espuma y piel y luego los pusimos sobre objetos que hacían este movimiento ondulante con el que parecía que estaban corriendo. Eran como juguetes grandes".

"Eran un poco pesados, 150 libras. Pero no era un caballo de 2000 libras", dijo Gibson. "Lanzas uno de estos (caballos falsos) sobre un par de especialistas y es como un combate de lucha libre. Se ve bien. Un caballo que cae sobre un tipo se ve desagradable".

Esta fue la razón por que la ISPCA creyó que los animales usados para la producción eran reales, lo que generó la amenaza de denuncia con la que el equipo de producción tuvo que lidiar. Por suerte, contaban con imágenes de detrás de las cámaras que mostraban con claridad que los caballos usados eran creaciones mecánicas.

Aunque no se lo tomaron a mal. De hecho, lo sintieron como un halago hacia los buenos resultados que habían conseguido con Corazón valiente. "Tuvimos que mostrarles algunos videos para convencerlos de que yo no lastimaba a los animales", añadió el actor y director. "Me sentí un poco halagado por el hecho de que pensaron que lo había sido".

Al final, la ISPCA fue consciente de su error y anuló toda investigación sobre la película, dejando esta controversia en una mera anécdota que matiza la epicidad, crudeza y el buen hacer que este clásico de los 90 logró en su día.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VÍDEO

Critican a Mel Gibson por saludar a Donald Trump en evento de la UFC

La vez que un elefante destrozó el capricho más lujoso de 'Indiana Jones y el templo maldito'

El infierno de 'Alien 2: El regreso' entre un motín y la hora del té

Cómo Vin Diesel salvó 'Rápidos y furiosos' del abismo gracias a un capricho pasional