Yahoo Estilo Sylvester Stallone cumple el inesperado sueño infantil de Ryan Gosling
El actor de 77 años da su bendición para que 'Ken' tome el relevo en la saga
A Sylvester Stallone le cuesta despedirse de sus personajes. Lo dejó claro a lo largo de su filmografía, expandiendo tres sagas (Rocky, Rambo y Los indestructibles) a lo largo de prácticamente medio siglo (empezó en 1976 con el boxeador de Filadelfia). Dedicó más de la mitad de su vida a estos personajes, influyendo en el cine de acción, creando fans que todavía conocen las legendarias frases de Rocky, mientras miles de niños jugaban a ser Rambo con bandana en la cabeza en los ’80. Sin embargo, a sus 77 años está considerando el momento de la despedida con un candidato que representa el peso de su legado universal. Nada menos que Ryan Gosling.
Después de pasar la batuta de Rocky a Michael B. Jordan con la expansión de su universo a través de Creed, ahora estaría pensando en la continuación de Rambo, imaginando a Ryan Gosling como posible candidato después de descubrir la pasión del actor por el personaje.
“Lo conocí [a Ryan Gosling] en una cena”, contó en un episodio reciente de The Tonight Show, cuando le preguntaron por el rumor que lo señala como su candidato predilecto a la hora de reemplazarlo en Rambo. “Obviamente somos opuestos. Él es atractivo. Yo no. ¡En serio! ¿Me pueden imaginar como Ken? No funciona para nada”, bromeó.
“[Ryan] me dice ‘Estaba fascinado con Rambo y solía ir a la escuela disfrazado de Rambo y la gente me rechazaba y yo no paraba. Me iba de vacaciones como Rambo’. Seguía diciendo que se sentía muy conectado con Rambo”, continuó Stallone. “Y pensé que era interesante. Si alguna vez paso la batuta, se la pasaría a él porque ama el personaje”.
El sueño infantil de Ryan Gosling
Todo el mundo suele tener una película que marcó su infancia. O más de una. Historias que moldearon sueños, que nos hicieron soñar con profesiones a futuro (¿o quién no quiso ser arqueólogo por culpa de Indiana Jones?) o dieron forma a los primeros ídolos imaginarios. Y los actores de Hollywood no son la excepción. Ellos más que nadie suelen recordar la película, personaje o actuación que los hizo añorar una vida en el mundo del cine. Y en el caso de Ryan Gosling, la primera película de Rambo dejó una huella profunda. Era mega fan.
Si nos remontamos en el tiempo encontramos que en 2011 reveló a Jay Leno que la primera película del veterano de Vietnam estrenada en 1982 “lo hechizó” hasta el punto de creerse que era el mismísimo Rambo.
“Hasta creía que mi cara se parecía a la de Sylvester Stallone. Puse un montón de cuchillos para carne en mi kit de mago Houdini”, recordaba en ese momento. “Lo llevé a la escuela al día siguiente y se los tiré a todos los niños en el recreo”. Nadie salió herido pero la situación estuvo lejos de ser graciosa. La escuela lo suspendió y sus padres le prohibieron ver películas de acción, alejándolo de su adorado Rambo. “Mis padres dijeron ‘este chico no puede ver películas. Tienen mucho efecto en él. Así que solo podía ver películas de la Biblia y de National Geographic”.
Sin dudas, que Ryan Gosling cuente con la bendición directa del actor original de la saga habiendo sido tan fanático del personaje es un sueño que pocos actores consiguen a lo largo de sus vidas. Por lo general, es un regalo que los intérpretes que se suman a sagas de renacimientos constantes suelen conseguir, como las princesas Disney o superhéroes recurrentes como Spider-Man, Superman o Batman. Tener la bendición para interpretar un personaje que lleva cuarenta años conviviendo en el imaginario popular bajo la estética de Sylvester Stallone es algo que no sucede a menudo. O más bien nunca.
El problema del atractivo de Ryan Gosling
De todos modos, Stallone es consciente de la diferencia física entre él y su posible sustituto. No tanto en el tamaño de sus músculos, sino en el atractivo facial que Gosling aportaría a un personaje que, en la piel de Stallone, no destacaba precisamente por ese detalle.
Sylvester reconoció en la entrevista mencionada que está convencido que Gosling podría interpretar a Rambo, aunque admite que su atractivo podría ser un hándicap para conseguirlo. “No sé si alguien diría ‘Oye, es demasiado atractivo para ser Rambo”, dijo el actor, productor y director.
Sin embargo, cualquiera que haya seguido la carrera de Ryan Gosling puede atestiguar que no creó su currículo apostando por papeles que buscaran exprimir su atractivo como única baza comercial, sino que siempre rebuscó en los personajes a través de las inquietudes del papel, las emociones y mensaje de cada historia. Desde su incursión en el rol de galán romántico con Diario de una pasión o La La Land, a las rom-com como Loco y estúpido amor, la comedia comercial con Dos tipos peligrosos o en el cine de acción con Drive. Cada personaje aportaba risas, profundidad o una historia personal de fondo que destacaba por encima de cualquier atractivo superficial. Incluso en Barbie lo dejó claro, haciendo que un personaje desplazado del universo de la muñeca atrajera a las masas con una historia sobre la baja autoestima y el machismo social que brillaba por encima del ideal físico que representaba Ken.
Lo que quiero decir con esto es que si bien nos puede costar imaginar a Ryan Gosling con la bandana en la cabeza, su carrera es prueba suficiente de que si aceptara interpretar al mercenario, no sería una repetición al uso. Sino que debería tratarse de una historia que aporte una nueva visión, interacción y personificación de Rambo, tal y como hizo en su incursión en otra saga como Blade Runner.
El adiós ¿definitivo? de Stallone a Rambo
Muchos probablemente ni se dieron cuenta pero la última película de Rambo con Sylvester Stallone ya pasó por nuestros cines. Les hablo de Rambo: Last Blood, la quinta entrega de la saga que se estrenó en 2019 con una recepción tibia de crítica y taquilla.
La película anterior, Rambo 4: Regreso al infierno (2008) había concluido la historia con un final redondo, devolviendo al personaje a su hogar, encontrando la redención que ansiaba tras años de guerra y sangre. Sin embargo, optaron por volver a exprimir al personaje con una producción innecesaria donde Rambo volvía al rodeo, enfrentándose a un cartel de droga mexicano en una misión de rescate cuando su sobrina adoptada era secuestrada. Era un baño de sangre burdo y exagerado que llevaba al personaje por un terreno plagado de estereotipos que contradecía el mensaje que habían creado. Porque durante cuatro películas, John representaba la imagen del daño personal y psicológico del servicio militar para, de repente, convertirse en una máquina de matar al estilo del cine de Jason Statham.
Y si bien Stallone expuso su interés en hacer una sexta película hace algunos años, en septiembre de 2023 finalmente reveló en el Festival de Toronto que ya no tiene intenciones de volver a la saga por culpa de la edad y el artritis (JoBlo.com). “Rambo, podría dejarlo. Ya hizo suficiente. Aunque quisieran hacer otra película, ¿contra qué voy a estar peleando? ¿Artritis?”, bromeaba.
En resumen, Ryan Gosling tendría vía libre para cumplir su sueño de la infancia, disfrazado de Rambo y cargando todos los cuchillos que le da la gana. Es cierto que la ausencia de parecido físico hace difícil que el actor de Barbie pueda interpretar al mismo personaje en una precuela (Stallone dijo en 2019 que le interesaba contar la historia de Rambo antes de la Guerra de Vietnam), sin embargo, tranquilamente podrían optar por un remake, reboot o readaptación de la novela de David Morrell desde la perspectiva de una nueva encarnación. Todo es posible en el mundo del cine. Y la bendición más importante ya la tiene.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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